Por Hugo Lara Chávez
Desde Los Ángeles
Comenzando la vida otra vez
¿Qué sería de Friends sin Jennifer Aniston y qué sería de ella sin Friends? La simpática Rachel ha emprendido, junto a sus demás entrañables compañeros, la última temporada de la serie de televisión que la hizo mundialmente famosa. Y en ese recorrido sin retorno se halla buscando un futuro que la emancipe de su célebre personaje, con el que se suele confundir hasta el punto de que ya no se sabe cuál pertenece a la realidad y cuál a la ficción. Su más reciente película, Along Came Polly, le abre una nueva oportunidad para consumar este desafío.
1. Jennifer Aniston: el placer de los teleadictos
“Tomé algunas clases de salsa e intentaba memorizar los pasos en mi mente: uno, dos, uno, dos. Fue difícil hacer esas partes. Me impresiona mucho la gente que baila tan bien ese tipo de música”
Jennifer Aniston
Aniston está intentando dar con éxito el salto de la muerte, de la televisión al cine. Ya el año anterior logró dar un buen paso, con Una buena chica (The Good Girl, 2002), un relato agridulce en el que hizo un papel que le exigía nuevas notas actorales, distantes de las que domina de rutina con su personaje televisivo. En cambio, Along Came Polly, es una comedia romántica que la vuelve a situar dentro de los terrenos conocidos de Rachel, los favoritos de muchos espectadores que tienen la sana manía de soñar con esta mujer. Esta vez encarna a Polly Prince, una disparatada joven que practica la improvisación como una religión, que tiene de mascota un hurón ciego, que es muy aficionada a bailar salsa y que adora la comida picante. Tenemos así a un gracioso personaje digno de las proporciones de Friends.
2. Ben Stiller: el placer del pastelazo
“Creo que la película es muy buena primero que nada porque se trata de un estupendo guión y porque tras la ejecución del mismo se nota que hay alguien con la capacidad de entenderlo y de crear este universo de personajes en situaciones muy divertidas. El director logra conjuntar todos los elementos para que la película funcione a pedir de boca”.
Ben Stiller.
La contraparte de esta película, Ben Stiller, lleva sobre sus hombros el mayor peso de esta historia, pues su personaje, Reuben Feffer, es el blanco del mayor número de chistes que como dardos se arrojan en cada escena, convirtiéndolo en el payaso de las bofetadas que provoca la risa con su flagelación a lo largo de su aventura amorosa, un rol que conoce a la perfección desde que hizo Loco por Mary (There’s Something About Mary, 1998). El director y guionista John Hambug ha confesado que este personaje lo creó imaginando a Stiller en el papel, de manera que éste lo asimiló casi naturalmente. Hamburg y Stiller son viejos conocidos pues han hecho mancuerna en otras producciones, como en Meet the Parents y Zoolander, en los que Hamburg se desempeñó como guionista.
3. El guión: el placer del contraste
El director Hamburg cifra el engranaje del relato en el juego de contrastes entre los dos personajes principales, Polly y Reuben, con una serie de gags de carácter escatológico, servido además de las gracejadas bobaliconas de un enamorado incompetente. Así, al personaje de Stiller lo somete a una acometida despiadada de malas pasadas en las que se vulnera su frágil tolerancia a las secreciones corporales y su patológico temor a los riesgos de la vida, por minúsculos que éstos sean.
4. El cast: el placer de la actuación
La pareja está acompañada por un elenco competitivo. Entre ellos destacan el apreciable actor Philip Seymour Hoffman y la actriz Debra Messing, quien ha ganado fama gracias a su participación en la teleserie Will & Grace. Por lo que corresponde a Seymour Hoffman —recientemente ovacionado por su participación en Cold Mountain—, hace el papel del mejor amigo de Reuben, un actor fracasado que alguna vez tuvo un futuro promisorio. Por su parte, Messing interpreta a la esposa infiel de Reuben, aportando una curiosa mezcla de dulzura y malicia a su personaje. Junto a ellos, en otros papeles secundarios, toman parte Hank Azaria, Bryant Brown y un obseso Alec Baldwin.
5. John Hamburg: la culpa del humor instantáneo
“Creo que la gran diferencia entre el guión que escribí y la película que dirigí depende básicamente de que tuve muy buenos actores y que ellos trajeron a la vida a cada personaje de una forma que le dieron una cantidad de elementos orgánicos que no existían sobre el papel, y eso hace que la película sea mejor que el guión”.
John Hamburg
Hamburg, el joven director de Along Came Polly, está forjándose un prestigio en Hollywood como un creador de comedias de “tres dimensiones”, como él mismo suele calificarlas, pues busca que tengan más profundidad de lo que por norma se ve en el género. Así, la película tiene un inicio eficiente, que sugiere que nos hallamos ante una comedia ágil por encima de lo convencional. Más tarde, el director suelta el hilo de la narración, distraído por su búsqueda bienintencionada de poner un gramo de originalidad a esta historia que se sirve de los estereotipos más sobados para explotar un humor instantáneo, de “hágase al minuto”. Cuando llegamos al final que ya conocíamos desde el principio –lo que tendría que mantener el interés no es conocer el desenlace sino la forma en que se llega a él—es cuando unos a otros nos miramos y compartimos en silencio la misma pregunta: ¿Qué será de Aniston sin Friends y que será de nosotros sin Rachel?
Sinopsis
Reuben Feffer (Stiller) es un especialista en reducir riesgos, por lo cual es muy exitoso en su negocio. Sin embargo, en su luna de miel sorprende a su esposa, Lisa (Messing), en plena infidelidad, con el simpático instructor francés de buceo. De regreso a su rutina, Feffer se relaciona con una antigua compañera de la escuela, Polly (Anniston), a la que no había visto en años. Ella es todo lo opuesto a él: vive al día y le gusta divertirse sin hacer grandes planes. Animado por Sandy (Seymour Hoffman), su amigo de toda la vida, Feffer intenta con mucho esfuerzo ganarse el amor de Polly y superar los obstáculos que le impiden ser feliz, desde sus grandes temores a improvisar hasta los prejuicios que le imponen su rígido entorno laboral y familiar.
Along Came Polly
EUA, 2003
Ben Stiller, Jennifer Aniston, Philip Seymour Hoffman, Debra Messing, Alec Baldwin,
Hank Azaria.
Director: Joh Hamburg

