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Cannes. El cineasta autodidacta Amat Escalante vive en Cannes la vorágine de la presentación y promoción de su nueva película, “Heli”, un descarnado retrato de la violencia cotidiana en México, tema que fascina a los organizadores del certamen francés. Para el autor de “Los bastardos”, sin embargo, y después de haberse documentado ampliamente a la hora de escribir junto a Gabriel Reyes, “hay cosas que no pusimos porque no nos hubieran creido”. Incluso cuenta que parte de lo que imaginaron y plasmaron en su historia sobre adolescentes que naufragan en el ambiente de la delincuencia y el narcotráfico resultó luego refrendado por videos reales que llegaron a ver cuando la cinta ya había sido rodada.
“En México los niños se están acostumbrando a la violencia”, explica el cineasta afincado en Guanajuato, quien nació de forma más o menos casual en España y vivió durante años en Estados Unidos, para quien “Heli” pretende ser una llamada a la esperanza en que la juventud actual sea capaz de cambiar las cosas. “Responde a una inquietud mía, un sentimiento de desesperación e impotencia, de frustración ante la realidad”, asegura.
Escalante comenta que no se sorprende de los comentarios que su nuevo film despertó entre la crítica en Cannes: “Esperaba que se enfocaran sobre todo en la violencia de la película, y no me parece mal. Mi pretensión es que al verla, la gente piense, y creo que nos beneficia haber participado el primer día para que así haya más tiempo para digerirla”. Y añade que ya existen muchas películas sobre el tema de la violencia en México, aunque él ha tratado “de mostrala de una forma que no se había hecho antes, de una forma no convencional y con un lenguaje diferente”.
Cree el mexicano que los seleccionadores del festival la eligieron “porque les pareció importante el tema, que es fuerte, un tema contemporáneo, de denuncia, y por la manera en que se aborda”.
Para Escalante, la preocupación fue “contarla en puras imágenes”, y destaca que no fue a ninguna escuela de cine, sino que aprendió por su cuenta, viendo películas y leyendo sobre los autores que le gustan. Entre ellos hay uno, Roman Polanski, contra el que casualmente ahora compite en el festival, y que cita entre sus favoritos, junto a Buñuel, Sergio Leone o Werner Herzog.
“Aquí nace la película, y este es un momento culminante para mí, pero también me importa que la gente la vea, y estar aquí ayuda en ese objetivo”, afirma.
Amat Escalante explica la influencia que en su carrera ha tenido Carlos Reygadas, cuya cinta “Japón” le impactó tanto que decidió buscar en la red su correo electrónico y escribirle. Más tarde le mostró sus cortos y vio con sorpresa cómo éste le llamo para ser su ayudante de dirección. Luego, cuando tuvo su primer guión de largometraje, el de “Sangre”, Reygadas fue su productor.
“Me encanta lo que hace -explica- pero no creo que nos parezcamos tanto. Yo soy más fan del cine de género, y me gusta contar historias. El va por otro camino. Yo soy más narrativo, creo en la trama y en el suspenso”.
Sobre la posibilidad de que como otros de sus compatriotas cineastas acabe haciendo cine en Hollywood, Escalante se muestra bastante escéptico: “Crecí la mitad de mi vida allí e hice en Los Angeles “Los bastardos”, pero creo que tenemos poco que ver, y allá mi tipo de cine es casi más difícil de hacer que en México”.
Escalante con sus actores Linda González y Armando Espitia.
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