* Consuelo Saizar, Marina Stavenhagen, Leonel Godoy, entre otros, asisten a la proyección especial de Maclovia
Por Ulises Pérez Mancilla
Desde Morelia
¡Que comience la función! Y así fue. En el teatro Emperador Caltzontzin, en Pátzcuaro, Michoacán, el día de ayer se apagaron las luces:
“Filmex presenta a María Félix en Maclovia”.
La copia blanco y negro en 35 mm preservada por la Filmoteca de la UNAM, abrió simbólicamente el 8 Festival Internacional de Cine de Morelia volviendo a su lugar de origen: Ese “rincón de ensueño y de poesía” que Emilio Fernández vislumbrara en tierras purépechas hace más de 60 años. Hoy como ayer, “la historia simple y eterna de un hombre y una mujer” volvió a calar en lo más profundo del espectador. No cabe duda, no es el celuloide lo que se conserva, sino la pureza de las emociones contenidas en él.
Desde este viernes, Morelia ya acoge en sus calles el ambiente de festival. Carteles por doquier dan la bienvenida a largas horas de cine, para ver, para escuchar, para vivir, para recordar. Cine por todas partes consolidando el esfuerzo liderado por Daniela Michel. Un festival que se crece pese a su juventud, convirtiéndose ya en uno de los imprescindibles del país.
Un día previo a la inauguración oficial (esa de las alfombras rojas y los directores super estrella), el festival arrancó proyectando la historia de amor entre Maclovia y José María en un recinto emblemático, que se convierte desde ahora en sede alterna del festival, con proyecciones paralelas durante toda la semana. Los rostros perfectos de María Félix y Pedro Armendáriz dieron apertura a este espacio, que se llenó de aplusos cuando el vicepresidente del festival, Lázaro Cárdenas Batel recordó la época en que su abuelo lo mandó a construir.
En representación del gobernador Leonel Godoy, acudieron al acto el presidente municipal de Pátzcuaro y el secretario de cultura del estado. Alejandro Ramírez, presidente del festival, entregó el reconocimiento a la Filmoteca de la UNAM por sus 50 años, recibido por su directora Guadalupe Ferrer, quien junto con el coordinador de difusión cultural de la UNAM Sealtiel Alatriste, se comprometieron a seguir conservando y difundiendo la historia del cine nacional.
Aplausos. Entre ellos los de Consuelo Sáizar, presidenta de CONACULTA y los de Marina Stavenghagen, directora del IMCINE, quienes, dispersas entre el público, vieron entrar el tradicional torito, seguido de jóvenes, hombres y mujeres, que ofrecían piquete en jarritos de barro y regalaban banderillas de papel de china. La banda Dinamita hacia las fanfarrias. El auditorio era algarabía de pueblo. Orgullo de la raza que nunca dejó de sorprender al Indio y que tan cabal lo plasmó en la película que está por venir. ¡Comenzamos!
