Por Jean-Pierre Garcia
Desde CANNES
En competencia.
Esta coproducción internacional presentada en su versión original como es la regla del Festival de Cannes, en inglés, nos salió muy pesada! El tema central y tres tipos de cuentos, muy cercanos del universo de los alemanes hermanos Grimm o del francés Charles Perrault. Los tres cuentos se desarrollan en un ambiente de la edad media italiana, entre castillos magníficos y naturaleza muy salvaje, muy violenta.
Todo esto resulta muy pobre al final, a pesar del gran presupuesto de esta co-producción. La película de Matteo Garrone carece de identidad y fuerza como si los productores hubieran decidido cortar lo que pudiera chocar con la sensibilidad de varios países. Lo que queda, se puede resumir en un catálogo turístico común y corriente, un catálogo que nos dice que Italia también es tierra de castillos y paisajes muy góticos. Que lástima, con estas reinas tan lindas, estos reyes tan libidinosos, sus príncipes inquietantes y sus mujeres campesinas tan viejas que se parecen a las brujas odiadas!
El director se perdió en una propuesta tan caricaturesca que uno desea que se acabe pronto, cualquiera que sea el final.
Personalmente prefiero seguir soñando con Simbad el Marino, el Ladrón de Bagdad, o mas recientemente con La historia sin fin. O para quedarme en el cine italiano con la trilogía de cuentos de Pasolini.