« Roubaix, une lumière » de Arnaud Desplechin (Francia). En competencia
Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes en exclusiva
“Roubaix, une lumière” de Arnaud Desplechin (Francia) resulta un gran filme neo-noir, con fuerza y sin violencia exagerada gracias a una puesta en escena magistral.
Roubaix es una ciudad muy cercana a Lille, la metrópolis del Norte de Francia. Una ciudad que en los siglos 19 y 20 fue sede de muchas fabricas de telas y ropas. Una ciudad que vivía también con empresas ligadas a los numerosos empleos que se habían desarrollados. Hoy casi la mitad de su población vive bajo del nivel mediano de pobreza. Los que no tienen trabajo desde hace más de 10 años son numerosos.
Todo empieza en Roubaix, una luz durante la noche buena. El comisario Daoud (interpretado por Roschdy Zem) avanza en las calles de la ciudad en que creció desde niño. La luz y las voces de la noche nos muestran aquí un coche que está en llamas, allá una pelea con muchos gritos y bastantes palos… más allá el cuartel de policía con agentes o inspectores que van por todas partes, tratando de calmar la gente.
En el cuartel de policía, acaba de incorporarse Louis Coterelle, un joven recién graduado. Daoud y Louis van a ser confrontados con dos chicas (Léa Sydoux y Sara Forestier) pobres, alcohólicas y enamoradas.
Arnaud Desplechin, que ya dirigió mas de una docena de largosmetrajes, nos propone aquí un film neo-noir muy original. Nos lleva en una mirada muy humanista y muy cerca de lo real. Conoce bien la ciudad y sus personas, su gente miserable y desesperada como los ladrones violentos.
A través del comisario Daoud (es de origen argelino o marroquí, no se sabe exactamente) desarrolla un personaje solitario que habla poco, salvo cuando está haciendo preguntas a supuestos malandros. Daoud parece buena persona, honesto y serio en su trabajo. Nunca se pone rabioso pues es muy intuitivo y conoce muy bien todos los trucos de los ladrones.
Con Luis van a darse cuenta que las dos chicas que eran únicamente dos testigos de un incendio tienen algo serio que ver en el asesinato de una anciana de 83 años. Su caso es uno de los muy escasos en que vemos todo el proceso de estas chicas « inocentes » que poco a poco confiesan haber matado a una anciana para robarle casi nada, una miseria. Este interrogatorio es de los más respetuosos que se muestran en cine. Vemos el comisario Daoud expresar una mirada muy atenta. En ningún momento lo vemos denunciar el asesinato, quiere comprender lo que paso, el Comisario precisa a las dos asesinas que es mejor confesar el crimen, que esto les hará bien y podrán dormir con el alma en paz. Estima que no es su papel juzgar a las jóvenes, para esto hay jueces y todo ha de pararse en otro tiempo.
Todo parece ser muy real, muy cercano de lo que pasa en la vida cotidiana de Roubaix. Pero no se trata aquí de un universo cinematográfico neo-realista o que copia una artificial poética de la miseria. Es el espectador que puede ver a su modo tal aspecto o otro. No se trata tampoco de un falso documental. « Roubaix, une Lumière » es una ficción con actores tan bien dirigidos que en unos años podremos tomar extractos y casi utilizarlos como documentos históricos. Este punto de vista quizás tenga algo que ver con la estética muy cerca del mundo del film noir, tal como la quiso Arnaud Deplechin..
En “Roubaix, une lumière”, los policías no son tan violentos como se lo imagina uno, son muy ligados a la gente de sus barios, a veces conocen tanto a los padres como a los hijos. Se muestran en la película los casos criminales como la violencia en las familias, cuando los padres borrachos dan palizas a las mujeres. De cierto modo lo que nos muestra Arnaud Desplechin es el papel social de la policía.
No diré que esto es la historia de Santo Daoud, pero uno se lo puede imaginar.
Todo esto aparece muy claramente en las escenas magnificas del interrogatorio, paso a paso de las dos chicas que asesinaron a la anciana de 83 años. Hasta que confiesen el crimen. Sin manipulaciones o amenazas.
El trabajo de puesta en escena de Arnaud Desplechin es tan sencillo que impresiona. Es pura ficción en términos de lenguaje cinematográfico. El guión está basado en un historia que ocurrió en aquella ciudad al inicio de los años 2000. Es una gran película la que nos propone Arnaud Desplechin.
Y ciertos amigos o colegas dicen, (como siempre en Cannes) que es probable: veremos «Roubaix, la Lumière» entre las películas premiadas. Palma por la Dirección o a mejor actor (Roschy Zem) o a mejor actriz (Lea Seydoux y Sara Forestier).