Por Michelle Dassum
Noticine.com-CorreCamara.com
La energía musical de los Maneskin y el mito de Elvis: así el rock and roll resplandeció arrolladoramente en el Festival de Cannes en su recta final, acaparando la atención de los paparazzi en una de las alfombras rojas mas esperadas y luminosas de esta edición aniversario 75. El director australiano Baz Luhrmann, que ya bautizo en el certamen francés mas prestigioso del planeta “Moulin Rouge” y “El Grand Gatsby / The Great Gatsby”, recibió una larga ovación en pie en la première mundial de “Elvis”, en la que hábilmente reconstruye la atormentada epopeya del mito Presley.
Los Maneskin, al ingreso de la Gran Sala Lumiere, interpretando la canción mas impactante de la banda sonora del film, “If I can Dream”, dieron la bienvenida al desfile de estrellas: Sharon Stone, Shakira, Ricky Martin, Juliette Binoche, entre otras… seguidas por un ejercito de influencers, listos para documentar en sus redes la velada mas glamorosa de la Croisette. Como broche de oro, los protagonistas de la cinta, Tom Hanks y Austin Butler, junto a la viuda de Presley, Priscilla, acompañaron sonriendo a Luhrmann, que no paraba de mostrar a los fans su cinturón con una enorme hebilla de Elvis.
Para dar nuevamente vida a una leyenda mil veces celebrada era necesario una perspectiva diversa. Luhrmann ha elegido la suya, con su estilo trepidante, el usual bombardeo de imágenes y sonidos, con una intención precisa: “La película se llama Elvis, evidentemente, porque es la estrella central. Pero también se enfoca la historia del Coronel Tom Parker, su manager, el narrador omnisciente del film. Parker no tenia oído musical, pero estaba muy impactado por el efecto que ocasionaba la imagen de Presley en el público. Como dice él mismo en la película: ‘Elvis es el carnaval mas grande que haya visto’.
“A mediados de los 50, en Estados Unidos, carnavales habían muchos, sobre todo musicales, pero eran fenómenos transitorios. Parker estaba a la búsqueda de algo extraordinario, justo como Elvis. Se trata de la relación entre ambos, Elvis y Parker, estrecha e interdependiente, hasta la toxicidad, como se narra”, prosiguió el cineasta australiano.
La película reconstruye los momentos fundamentales de la carrera musical del Elvis: la influencia de los ritmos y blues escuchados durante las funciones religiosas; la mítica Memphis con su Beale Street repleta de locales musicales; el encanto arrasador que Elvis sabía aprovechar frente a un público sobre todo femenino; el encuentro con Priscilla; el sueño de una carrera en Hollywood y el largo periodo final en Las Vegas. Este recorrido, Luhrmann lo disemina en su totalidad en momentos del pasado y del presente al que pertenece esta biopic.
Su inspiración para llevar a la gran pantalla la historia del Rey del Rock fue “Amadeus”, ganadora del Oscar bajo la dirección de Milos Forman. “No se trata realmente de Mozart. Se trata de los celos que Salieri padecía hacia Mozart”, admitió. Al referirse a la elección del protagonista, clave fundamental de este admirable resultado, Luhrmann explicó: “Sabia que la película no hubiese funcionado si no encontraba un actor capaz de evocar las cualidades vocales de Elvis. Pero también su mímica sensual y aquel sentido de vulnerabilidad interior”.
Definitivamente, Elvisse convertirá en un film imprescindible para muchos una vez que se estrene en las salas de cine. Para los fans, sera todo un deleite. Para los editores de la obra cinematográfica -dos horas de proyección electrizante, donde ningún encuadre dura mas de 3 segundos y se subsiguen sin tregua-, podría ser un Oscar asegurado en su respectiva categoría.
Además, los históricos y apasionados del rock and roll, podrán dilucidar sobre algunos argumentos: el recuerdo de su infancia, absorbiendo ritmos de la cultura afroamericana, interpretando y cantando el blues; la revalorización de sus interpretaciones musicales en Las Vegas a fines de los 60 que influenció a grandes artistas como Bruce Spingsteen; y la figura del “Coronel” Tom Parker, el ambicioso manager sin el cual Elvis nunca hubiese alcanzado tanta gloria. Su cinismo repugnante y el talento de Elvis son las dos caras de la misma moneda. Para el resto de los espectadores, será un film, a veces excesivo, casi extenuante, pero muy entretenido. Para no perdérselo…