Redacción. El fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, a los 85 años de edad, es un suceso que ha conmocionado a un amplio sector de América Latina, donde era muy popular gracias a sus personajes de televisión, principalmente el Chavo del 8 y El Chapulín Colorado. Fallecido este viernes 28 de noviembre en Cancún, Chespirito hizo una carrera prolífica en televisión como actor, productor, director y guionista, aunque también probó éxito en el teatro y el cine. Precisamente en este ámbito, Gómez Bolaños no alcanzó a ver terminada su película animada sobre “El Chapulín” en la que él y su hijo Roberto Gómez Jr. trabajaron durante años, y que podría estrenarse el año próximo.

Nacido el 21 de febrero de 1929 en la Ciudad de México, Gómez Bolaños se caracterizó por su humor basado en el slapstick (algo inspirado en Chaplin o Cantinflas), donde prevalecían los gags visuales que culminaban con el pastelazo, así como diálogos que explotaban el absurdo y la repetición de torpezas llevadas al extremo.  Su aspecto amigable y atolondrado, pequeño y débil, fue clave para lograr empatía por sus personajes.

En los inicios de su carrera Gómez Bolaños fue guionista de la dupla de comediantes Viruta y Capulina, primero en la serie televisiva “Cómicos y canciones” (1956) y luego en filmes como “Los legionarios”(1958), “Los tigres del desierto” (1960), “Dos tontos y un loco” (1961), “Los astronautas” (1964), “Un par de roba chicos” (1967), y varias más, todas consideradas películas menores. También colaboró para Los Polivoces (Enrique Cuenca y Eduardo Manzano) en las cintas “¡Ahí madre!” (1970) e “Hijazo de mi vidaza” (1972), antes de pasar a los roles protagónicos y obtener contratos para desarrollar sus propias historias.

A inicios de los años setenta, ya identificado como Chespirito (diminutivo hispanizado de Shakespeare), alcanzó gran popularidad gracias a las series de televisión donde dio a conocer a sus personajes del Chavo del 8 y El Chapulín Colorado. Sin embargo, volvió al cine con el apoyo de la empresa Televisa, donde protagonizó, dirigió y escribió las comedias de ambiente futbolero “El chanfle” (1979) y “El chanfle II” (1982), así como “Don ratón y don ratero” (1983), “Charrito” (1984) y “Música de Viento” (1988). Aunque “El Chanfle” logró buenos números en taquilla y sigue siendo referencia de su carrera, las tres resultan película limitadas cinematográficamente, que trasladan un lenguaje televisivo básico pero eficaz, acorde con su momento y para un público popular.

Tanto en televisión como en sus películas ya como protagonista, siempre estuvo rodeado por un cuadro de actores de vena cómica que lo apoyaron fielmente: Ramón Valdés (1923-1988) Carlos Villagrán, Rubén Aguirre, María Antonieta De Las Nieves, Edgar Vivar, Angelinez Fernández (1922-1994) Horacio Gómez (1930-1999), Raul “Chato” Padilla (1917-1994) y su esposa Florinda Meza.

En los años noventa, Gómez Bolaños fungió como director de Televicine, filial fílmica de la empresa Televisa, donde produjo películas como “Elisa antes del fin del mundo” (1997), “La última llamada” (1996) y “La primera noche” (1998).

El legendario comediante que hizo reír a varias generaciones (figuras como Maradona han declarado en el pasado su admiración por él) recibirá un homenaje de cuerpo presente este domingo en el Estadio Azteca.