Por Hugo Lara
Aglaé es una mujer obrera que trabaja en una ciudad de Francia en una planta donde hacen pruebas de choques de automóviles. Sin embargo, sus jefes anuncian que la planta se trasladará a la India, por lo que los empleados quedan en riesgo de perder sus trabajos, a menos de que acepten mudarse por su propia cuenta a aquel lejano país asiático, lo que es un ardid para que nadie lo haga. Pero Aglaé no encuentra otra mejor opción que salvar su trabajo como sea y decide irse a la India ¡en auto!. Dos compañeras se le unen al principio, pero el destino le tiene reservado un especial destino a la testaruda Aglaé.
Una muy grata sorpresa dentro de la programación de la edición gratuita por internet Stay Home de My French Film Festival (MyFFF) es el largometraje “Aglaé a prueba de choque” (“Crash test Aglaé”, 2017), dirigido por Éric Gravel y protagonizado por India Hair, quien es acompañada por Julie Depardieu y Yolande Moreau. Es un road movie en el que hay un coctel de comedia, drama, romance y aventura, como exige el género.
E igual, de acuerdo a los cánones del género, ese viaje geográfico es, al mismo tiempo, un viaje interior de la protagonista, que descubre nuevas cosas de ella misma, a raíz de una serie de experiencias de todos sabores y colores que vive en su camino mientras cruza Francia, Alemania, Polonia, Rusia y Kazajistán, para culminar con un aterrizaje forzoso en la India.
El filme se construye con las viñetas que se van eslabonando durante el recorrido, mientras se va amplificando el conflicto que desata la protagonista contra sus patrones, una vez que ella se convierte, sin proponérselo ni buscarlo, en el símbolo de la resistencia de todos sus compañeros obreros que han sido echados a la calle. Y es que ella, al inicio, actúa movida por la desesperación y el miedo, pero esos primeros impulsos se transforman kilómetro a kilómetro.
El personaje de Aglaé resulta entrañable y simpático, tiene ternura y fuerza, nacido de la pluma del propio director, que debutó en el largometraje con esta cinta. Es una demostración de inteligencia y sensibilidad el hecho de que el cineasta franco-quebequense haya abordado en clave de comedia un tema de crudeza social (el temor al desempleo), una vez más, un género que demuestra su valía y potencia, sin trivializar ni ridiculizar la situación que se retrata. Hay gran humanidad en esa mirada de complicidad y simpatía por la protagonista, una mujer sencilla que podría pasar desapercibida y que la adversidad la hace que florezca en ella la resiliencia, su capacidad de superar los obstáculos y salir más fuerte de allí, como los boxeadores que se crecen con el castigo.
Además, es espléndido el regalo de los paisajes que llega a ofrecer el filme, sobre todo la poesía que reside en algunos de ellos (hay que ver todo el segmento en Kasajistán; el impresionante paisaje desolado, en el que caen decenas y decenas de paracaidistas mientras ella recorre una carretera en bicicleta).
“Aglaé a prueba de choques” es una película que, definitivamente, puede ser una fuente refrescante donde podamos beber durante este confinamiento forzado en el que se encuentra sumido el mundo. Está disponible gratis en MyFFF My French Film Festival Stay Home Edition.