Por Rolando Gallego
EscribiendoCine.com-CorreCamara.com
Cada época tiene su héroe, en los 80 todos los de la productora Cannon, en los noventa Jean Claude Van Damme, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, en el nuevo siglo todos los superhéroes de Marvel y DC. En medio del aislamiento social obligatorio es Chris Hemsworth, quien nos viene a rescatar del encierro.
El australiano llega como productor y protagonista absoluto de “Tyler Rake / Misión de rescate / Extraction” (2020), de Sam Hargrave, un especialista en dobles y escenas de acción que mezcla en dosis exactas intriga, peleas, tiros y suspenso a una historia, ya vista en otras oportunidades, pero que suma todo el potencial de los nuevos mecanismos técnicos del cine de acción a su favor.
En la película conoceremos a Tyler (Hemsworth) tomando cerveza y tirándose de un acantilado de 30 metros al agua. El guion lo pinta como un lobo solitario. Un hombre que trabaja haciendo “extracciones” (de ahí el título original) de sujetos en situaciones complicadas.
A Tyler nada lo hace dimitir de las peligrosas y arriesgadas misiones que lleva adelante y que acepta, porque siente, en un punto, que no tiene nada que perder. A través de flashbacks comprenderemos su gran dolor ante una pérdida irreparable, y tal vez, el motor de su accionar en el presente del relato.
Cuando recibe el llamado de una compañera (Golshifteh Farahani) para rescatar a Ovi, el hijo de uno de los jefes narcos de India, nada le haría suponer que tal vez sea la última misión que lleve adelante y en la que deberá dejar todo e ingeniárselas para salir ileso en un territorio que desconoce y en donde hasta los niños son contrincantes peligrosísimos en el campo de batalla.
“Tyler Rake / Misión de rescate ” lleva al paroxismo situaciones que desde la época de “Rambo” (1982), o de películas clase B protagonizadas por héroes como Chuck Norris, Steven Seagal, Nicolas Cage, etc., manipulan al extremo la tensión del conflicto inicial para narrar, en el fondo, la necesidad de los sujetos de estar en contacto con los demás. Ideológicamente dudosa, exageradamente inverosímil, en la sucesión de situaciones, -carreras, persecuciones-, además, se cuenta la conexión entre Ovi y Tyler, tomando elementos de buddy movie y de dramas que cuentan la historia de opuestos conociéndose.
Tyler es presentado desde el primer momento como un hombre sin miedo, y esa capacidad y virtud, en el fondo, es aquello que hace atractivo el personaje más allá que el espectador sepa todo el tiempo que al final del túnel siempre hay luz y que en el peor de los casos el sacrificio no estaría tampoco mal para terminar de coronar al héroe que la película nos ofrece.
Tras Sam Hargrave están los hermanos Russo, hacedores de la exitosa serie “Stranger Things”, que habilitan al realizador a hacer lo que quiera, como esa extensa escena en plano secuencia en donde acompañamos, a través de subjetivas y luego de cámara al lado de los actores, de cómo es “extraído” el joven para luego comenzar una carrera de obstáculos interminable hacia el final momentáneo.
“Tyler Rake / Misión de rescate” cumple con sus premisas y encuentra en Hemsworth el protagonista ideal para encarnar a ese hombre capaz de dejar su vida para salvar al otro. En tiempos en donde el encierro prima, la vertiginosa narración, las interpretaciones de secundarios como David Harbour (otro frecuente de los Russo), y el espectáculo visual, son una gran opción para que el tiempo pase.