Por Déborah Farjí
Siete cortos, uno por cada día de la semana, dirigidos por el mismo número de realizadores conforman la cinta “7 Días en La Habana”, que este viernes 24 de mayo llega a los cines en México.
Benicio Del Toro concibe su segundo mini filme (“Submission”, 2005) y se une en este proyecto a Pablo Trapero (“Elefante blanco”, 2012), Julio Medem (“Lucía y el sexo”, 2001), Elia Suleiman (“El tiempo que queda”, 2009), Gaspar Noé (“Irreversible”, 2002), Juan Carlos Tabío (“Fresa y chocolate”, 1993) y Laurent Cantet (“La clase”, 2008).
El Festival de Cine de La Habana sirve de marco para presentar las historias de un joven actor norteamericano, las andanzas del músico y director serbio Emir Kusturica, una cantante que busca un futuro mejor afuera de ese sistema, así como quienes se conforman o han aprendido a vivir y querer su entorno. Los títulos de los relatos son “El Yuma” (Del Toro); “Jam session” (Trapero); “La tentacion de Cecilia” (Medem); “Diary of a beginner” (Suleiman); “Ritual” (Noé); “Dulce Amargo” (Tabío) y “La fuente” (Cantet).
A diferencia de otras películas que toman como referente una ciudad (“París te amo”, 2006/ “Nueva York, te amo” 2009) aquí los directores mezclan la ficción con la mirada documental del extranjero que llega a una ciudad, la observa y la filma; todos menos Tabío, el único de nacionalidad cubana.
Aunque técnicamente impecable, unas crónicas presentan mejor narrativa, fuerza y credibilidad que otras; sin embargo, logran en conjunto transportar al espectador y sumergirlo en el controvertido ambiente del país.
En general, la cinta funciona mejor cuando abandona los momentos dramáticos –algunos forzados- y simplemente documenta lo natural y cotidiano. La estrecha relación de la cultura con la música permea haciendo de las dos horas de visualización una ocasión placentera. Aunque esporádicos, los fragmentos que muestran la atmósfera enérgica pero serena del país son sublimes y seguramente atraerán a muchos a experimentar Cuba.
Los temas que afectan a la isla, como el turismo sexual o la necesidad de emigrar, son la constante de estos cortometrajes, la mitad escritos por el nacional Leonardo Padura. En ese nivel “7 días en La Habana” logra cierto mérito pues por su historia y situación actual Cuba es la verdadera protagonista de la película.
