Por Hugo Lara Chávez

La opera prima de Eisa Miller, Vete más lejos, Alicia, es cualquier cosa menos convencional. Es un filme intimista, antinarrativo, sobre el viaje de una joven mexicana, Alicia, a Argentina, para entrenar gimnasia. Durante el viaje, se involucra sentimentalmente con algunos argentinos y, al mismo tiempo, se confronta consigo mismo.

Es una  película producida con escasos recursos, con el apoyo de Cine Pantera, el productor Christian Valdelièvre y con el crew mínimo compuesto por la propia Elisa Miller, su actriz y la directora de fotografía María Secco.

Miller rodó este material como un ejercicio de búsqueda, en el que por momento pensó que podía ser un documental que terminó siendo una ficción. Así, el filme, que se encuentra en el límite de los dos géneros, resulta ser muy revelador del proceso creativo al que se enfrentó la joven cineasta, en medio de una experiencia iniciática y de búsqueda como es el sentido del viaje del personaje protagonista. 

En este contexto, es clave la fotografía de Secco, elaborada de forma sencilla, con largos planos, las texturas de distintos formatos (del digital al Super 8)  y un ritmo orgánico que por momentos otorga la cámara en mano, o bien el detenimiento en detalles estéticos del ambiente, como la imagen de una cortina de baño o los paisajes melancólicos de la Patagonia.

También, Miller establece sendos vínculos con su cortometraje Ver llover (2008), acerca de la visión femenina sobre el sentido del desprendimiento. Igualmente hay conexiones con la búsqueda de otros cineastas de su generación con los que comparte afinidades creativas, como Pedro González Rubio, quien se aproxima en Alamar (2009) a un semejante tejido de docu-ficción, que describe con sutileza las emociones de unos personajes casi silenciosos en un entorno de fuerte carga dramática.

En ese sentido, en Vete más lejos, Alicia, es primordial el estado de ánimo del personaje con respecto al ambiente que la rodea, que le es extraño y a la vez cautivador, como la ciudad de Buenos Aires o los paisajes nevados de la Patagonia.

Miller ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes por su cortometraje Ver llover (2008), de modo que había altas expectativas entre por conocer su primer largometraje. Aunque hubo un sector de la crítica que se ha sentido decepcionado después de su premiere en el Festival de Morelia, es un filme que tiene varios aspectos rescatables y que permite ver el camino que ha elegido Miller para desenvolverse como una prometedora cineasta, sensible y audaz, que está en el proceso de establecer su estilo.

Vete más lejos, Alicia

 Director: Elisa Miller. Productores: Christian Valdelièvre y Elisa Miller Co. Productor: Rodolfo MillerFotografía: María José Secco. Reparto por: Sofía Espinosa, Martín Piroyanski y Sofía Palomino. Edición: Ares BotanachAsistente de edición: María Calle. Diseño de Sonido: Arturo Zárate, Sergio Díaz. Música Original: Juan Pablo Ramírez. Duración: 65 mins.País: México, 2010. Formato: 35mm, HDV, Súper 8. Sonido: 5.1 Dolby S.R.Aspect radio: 1.85.

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.