*El director habló de Hugo Stiglitz, Abel Salazar, El topo y el cine mexicano.


*También defendió el estilo “violento” de sus filmes.


Por Leticia Carrillo; desde Morelia, Michoacán


El director Quentin Tarantino dijo en la conferencia de prensa previa a la ceremonia de inauguración del festival de Morelia, que analiza la posibilidad de filmar la precuela o secuela de su más reciente filme, Bastardos sin gloria.


“Ahora estoy abierto en cuanto a historias y personajes, tengo curiosidad de seguir explorando con los Bastardos, puedo hacer una precuela o secuela, estoy intrigado con la historia, seguiré con mi pluma y papel, veré lo que sucede”, señaló el realizador de Perros de reserva.


Visiblemente entusiasmado Tarantino que la razón por la que nombró Hugo Stiglitz a uno de los personajes de su último filme fue su gusto por el nombre: “¡Ah! Hugo Stiglitz, el actor de René Cardona Junior en La tintorera! me encanta el nombre, no el actor, pero La tintorera sí me gustó, es muy buena”.


Sobre la posibilidad de filmar en México, el director afirmó: “si tengo las historias correctas para venir a México, de corazón digo que sí lo haría, a cualquier país del que me guste su cultura me presento, en los Ángeles estás rodeado de la cultura mexicana y si tuviera la historia correcta, algo como Men on fire, lo haría en un segundo, pero eso no lo sabemos, depende de que se junten los elementos”.


Asimismo, mencionó que es seguidor de las películas mexicanas y destacó su gusto por las producidas por las producidas por Abel Salazar. Además, relató que pasó la Navidad de 2008 en París, viendo El topo (dirigida en México por Alejandro Jodorowsky en 1970): “¡¿Se imaginan en Navidad y viendo El topo”,


De igual manera, Quentin Tarantino estimó que uno de los problemas de muchos cineastas es pensar que todas las películas tienen que ser serias y abordar problema, un dilema o un estatus social: “todos tenemos problemas pero si se piensa más allá se pueden lograr más cosas”.


Y enfocándose en el cine mexicano el director aseguró que es necesario que en nuestro país se hagan películas de “secuestros, pero también de extraños, extraterrestres y vampiros mexicanos con la finalidad ofrecer propuestas más variadas”.


Por otra parte, Tarantino defendió la particular forma en que aborda los temas de su películas: “Para mi las películas son arte, y si la violencia es parte de tu color como artista es cuestión de estética y como espectador tú eres el que debes decidir verlas o no”.


En cambio, abundó que la violencia en la vida real “como la que México vive con los carteles de la droga y los secuestros” no tiene que ver que con el arte y por lo tanto, es algo que se tiene que combatir: “siento empatía con lo que le sucede a la sociedad mexicana”.


“A mi me gustan las películas de acción, yo no tengo ningún problema con decir que me encanta la violencia en las películas y no la de la vida real, disfruto la violencia en la película, para unos es violencia y para otros es acción pero sé que mis películas no son para todos”, concluyó el director estadounidense.