Por Hugo Lara

Esta comedia negra es la opera prima de Agustín “El Oso” Tapia, un relato de humor corrosivo, cuyas tragicómicas acciones suceden en el interior de un asilo de ancianos.

La cinta narra la precaria situación de un conjunto de viejos que viven en el asilo El Refugio. A raíz de la muerte del benefactor del lugar, las condiciones se vuelven todavía más adversas para los internos, pues deben racionarse los alimentos, las medicinas y las atenciones, además de que la directora del asilo endurece su ya de por sí tiránico trato.

Para poner remedio a su triste situación, cuatro ancianos urden un perverso plan: se convierten en los fundadores del Club Eutanasia , una agrupación secreta cuya senil y ridícula meta es la supervivencia, asesinando a los otros compañeros para poder disfrutar de más comida y mejor atención. Los miembros del club eligen a sus victimas al azar, realizando sorteos de vida o muerte. Todo camina sobre ruedas hasta el día en que uno de los miembros del club aparece muerto. Entonces la maraña de intrigas, traición y desconfianza los conduce a un final inesperado.

En ocasión del pizarrazo oficial de esta película, el invitado de honor fue el entonces jefe de gobierno del D.F., Andrés Manuel López Obrador, que había ganado popularidad a raíz de su programa de pensiones para las personas de la tercera edad en la Ciudad de México. A la sazón, la invitación resultó muy apropiada puesto que ahora, en su fecha de estreno, López Obrador recién ha sido separado de su cargo luego de haber sido desaforado como consecuencia de un turbio proceso fraguado por el gobierno del presidente Vicente Fox.

Este suceso ha quedado en el extenso anecdotario de la producción de ‘Club Eutanasia’, una película básicamente divertida pero que posee una carga reflexiva muy provocadora, debido al planteamiento mordaz sobre las condiciones de vida de muchos ancianos que acaban en el olvido, como si se tratara de máquinas viejas, de chatarras.

En efecto, el contenido sustancioso de la película se refiere a este tema, al desamparo de este grupo de la población, y no al de la eutanasia, que en realidad es una excusa, una coartada para hacer chistes macabros, muchos de ellos francamente divertidos. En una escena, uno de los miembros del club que espía en el baño a una de sus víctimas, es sorprendido por otra anciana:

— ¡Te estaba comiendo con los ojos!’– le informa a la otra, escandalizada

— Pues se va a quedar con hambre— responde, embelesada.

La cinta reúne en el reparto a una partida de veteranos actores a quienes resulta curioso verlos en estos roles: Rosita Quintana, Lorenzo de Rodas, Magda Guzmán y Héctor Gómez. Además, en papeles secundarios, Eduardo Manzano, Sergio Corona y Xavier López ‘Chabelo.

El director usa en esta comedia a las personas de la tercera edad para incitar a un humor de mala leche, sin duda uno de los mejores aspectos del filme. Algunos altibajos de ritmo son paliados mediante una narración eficiente y unas ingeniosas situaciones que bien valen la película.

Por Jean-Pierre Garcia

Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011, que muestra cine del mundo entero y ha desarrollado un papel muy importante en lo que se refiere al apoyo a jóvenes directores de África, Asia y América Latina. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro Luz, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.