Por Miguel Calabria
EscribiendoCine.com-CorreCamara.com
Escrita y dirigida por Demian Rugna, director de “Aterrados” (2017), la co-producción argentina-estadounidense “Cuando acecha la maldad” (When Evil Lurks, 2023) viene de ganar el premio a mejor película en Sitges, el festival fantástico de Cataluña, algo inédito para el cine argentino.
Un hombre es un “encarnado” por un demonio en un perdido pueblo rural, lejos de las grandes ciudades. Dos hermanos encuentran a este hombre a punto de dar a luz al mal y advierten a los vecinos de la localidad sobre el horror que está por estallar.
Estrenada hace unas semanas en Estados Unidos bajo la traducción “When evil lurks”, la nueva película argentina de terror vuelve a casa tras un galardonado viaje por festivales, dejando un saldo muy positivo y un reconocimiento generalizado en redes sociales tanto para la cinta como para su director.
“Cuando acecha la maldad” nos sumerge en zonas rurales de campo argentino, donde una persona que fue “infectada” por un demonio, está a punto de dar a luz a una especie de entidad satánica que viene a esparcir la muerte por donde vaya. El objetivo de los protagonistas es evitar ese nacimiento pero sin poder herir a quien porta el mal. Para realizar estos “exorcismos” se deben seguir ciertas reglas que complican todo, poniendo en riesgo la vida de los campesinos y sus familias.
La película es sumamente cruda y difícil de ver debido al alto contenido gore que nos presenta. El director no suavizó ninguna toma ni nos maquilló la realidad aterradora en la que tienen que moverse los personajes. Utiliza muchos recursos del body horror (terror corporal) que tanto utilizaba el director David Cronenberg (“La mosca”, 1986). Una propuesta muy alejada del cine de terror pochoclero al que nos acostumbró la industria de las sagas con su proliferación de jumpscares o sustos baratos.
Una producción en la que se destaca la monstruosidad visual, con planos explícitos y secuencias que normalmente le darían náuseas a cualquiera. No busca el susto fácil, juega con lo chocante de las situaciones a las que están expuestos los personajes, para incomodar constantemente y bombardear con la brutalidad deforme del mal. Tampoco peca de explicativa como otras cintas del género, al contrario, va dándote información a través de los diálogos y la narrativa. Cuando llega la escena donde conocemos un poco el trasfondo de aquello que genera el clímax, ya no hace falta dicha escena, siendo esto un gran acierto, porque logra mantenerte expectante y atento durante sus casi dos horas de metraje.
Cuando acecha la maldad no solo viene a distorsionar la manera en la que vemos el cine argentino de terror, sino que nos presenta una idea muy original que, además, está muy bien desarrollada, lo cual la posiciona muy bien dentro de un género tan vapuleado por décadas. Con una cartelera donde aparecen a diario producciones mediocres como “El exorcista: Creyentes” (The Exorcist: Believer, 2023), esta película viene a devolver al género a su lugar.