Por María Amorós   
Desde Madrid
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Hay lugares que te pueden cambiar la vida. Ese es el lema que comparte la opera prima del director mexicano Alejandro Andrade Pease, que llega este viernes a las salas españolas tras ser estrenada en 2018 en los cines mexicanos. “Cuernavaca” (2018) cuenta con un reparto excelente que mezcla actores con no actores, desde la brillante diva del cine español Carmen Maura hasta el niño Emilio Puente y los actores mexicanos Moisés Arizmendi y Mariana Gajá.

“Cuernavaca” es un viaje en la primera etapa de maduración de Andy (Emilio Puente). Tras la dura pérdida de su madre y sin ninguna pista de su padre, el niño es mandado a la casa de su abuela española en Cuernavaca sin poder de decisión alguno. Allí comienza un reto de superación consigo mismo; la frialdad de su abuela paterna (que se irá desmoronando con el transcurso de la historia), el duelo por la muerte de su madre y el desconocimiento del paradero de su padre (Moisés Arizmendi), que hasta bien entrado el film solo se le hace referencia simbólica con un teléfono móvil.

En la cinta cobran especial importancia las hormigas y las guayabas, símbolo que se basa en uno de los puntos autobiográficos del director, una de las memorias de la casa de su abuela en la ciudad de Cuernavaca.

Y en ese universo de conflicto con sus familiares, Andy encuentra su salvación; Charly y Dhely. Charly (Diego Álvarez García) es un joven mexicano pobre que se gana la vida trabajando en la casa como jardinero y al que Andy ve como una inspiración, alguien que hace lo que quiere y tiene plena libertad, a pesar de estar ambos bajo la obediencia de la abuela (Carmen Maura). Aporta el toque de rebeldía al niño y le hace meterse en situaciones violentas. Sin embargo, su relación con Dhely (Dulce Domínguez), su tía con Síndrome de Down, que en un principio consigue el rechazo de Andy, acaba en una relación de aprecio y ternura.

Por su parte, Carmen Maura, conocida por ser “chica Almodóvar” y por sus trabajos con el director español Alex de la Iglesia, destaca por su acento español entre un elenco mexicano. El papel de la abuela representa esa comunidad de extranjeros, con poder adquisitivo que vive en Cuernavaca y otras ciudades mexicanas y que se diferencia claramente de la comunidad local, jerarquía que se puede ver claramente en la propia casa de la abuela de Andy.

Casi ya en la última parte del film, aparece su padre. Y es en este momento de la donde el niño parece establecerse, mientras que los problemas de los demás comienzan. Su abuela sumida en una profunda tristeza por la muerte de su marido y la ludopatía del padre de Andy conllevan el declive de estos personajes hasta el final.

El resultado es una ópera prima profunda y marcada por los cambios personales no solo de un niño sino de todo su entorno familiar.