Por Hugo Lara Chávez       
Desde Chicago

Evanston es un apacible y agradable suburbio de Chicago, situado a unos cuantos minutos del Lago Michigan y repleto de hermosas residencias de clase media alta, tan parecidas unas de otras que no hay duda que la discreción es un valor muy apreciado en este vecindario. La presencia de Cinemanía en Evanston se debe a que es uno de los escenarios clave de The Weather Man, una película puesta a tiro lo mismo para el drama que para la comedia, según lo establece el guión de Steven Conrad que —a decir de los testimonios recabados en la locación— imita el pulso de la vida real, con saltos que van y vienen entre lo divertido y lo conmovedor.

The Weather Man es dirigida por Gore Verbinski y protagonizada por Nicholas Cage, Hope Davis y sir Michael Caine, una mano de obra destacadísima que parece ser el principal capital de esta sencilla película, con un presupuesto modesto para los estándares de Hollywood —unos 30 millones de dólares— que no promete ni vertiginosas truculencias ni espectaculares efectos especiales, sino en todo caso un par de horas entretenidas. The Weather Man se presume como la cinta más personal de Verbinski, apenas su quinto largometraje, lo que en apariencia encadenaría la escalada de éxitos que ha engarzado en muy poco tiempo con La mexicana (The Mexican, 2001), El aro (The Ring, 2002) y, sobre todo, La maldición del Perla Negra (Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, 2003), cuya secuela —actualmente en pre-producción— también está a su cargo.

 Hielo de primavera

Aunque estamos a principios de abril y las fuertes nevadas que caracterizan al área de Chicago, “la Ciudad de los Vientos”, ya han quedado atrás, las banquetas donde se filma The Weather Man lucen cubiertas por algo que simula la nieve. Los responsables de producción se las han ingeniado para engañar a los ojos: unas lonas blancas cubren los jardines de algunas calles a la redonda, mientras que desde un camión, rotulado simpáticamente como “Sam’s Snow Maker Truck”, se dispara hielo sobre las áreas más próximas a la cámara Panavision, que registra unos breves planos de lo que se supone es la casa del personaje de Hope Davis.

Esta rubia actriz encarna a la ex esposa de David Spritz, que interpreta Nicholas Cage, un popular conductor que da el estado del tiempo por televisión en Chicago, quien se debate entre la ruina de la vida íntima y el éxito de la vida profesional. Es así como Spritz recibe una magnífica oportunidad de trabajo que lo obliga a trasladarse a Nueva York, pero antes debe recomponer las relaciones con su ex esposa, sus dos hijos y su padre, papel que recae en Michael Caine. La premisa del relato juega con una metáfora del clima que, como la vida, es impredecible.

Conrad, también coproductor de la cinta, asegura a Cinemanía que durante mucho tiempo estuvo trabajando en una historia con estas definiciones, centrada en la historia de un meteorólogo de televisión, una figura que desde su infancia —nos revela— despertaba su curiosidad. Conrad es prácticamente un desconocido en el medio cinematográfico, pues su única incursión anterior data de 1979, cuando escribió y dirigió la cinta Pink Champagne.

 Chicago ¿nueva sede de Hollywood?

Durante la charla, Conrad se muestra convencido que Chicago es el entorno más apropiado para su relato, pues el clima caprichoso y el ambiente de la ciudad permiten establecer con más firmeza las premisas sobre los conflictos y las motivaciones de los personajes.

Efectivamente, la mayor parte del rodaje de The Weather Man se ha realizado en Chicago. Uno de los productores, Todd Black, se congratula de las facilidades que han recibido no sólo de los vecinos sino de las autoridades de Chicago, donde se han usado diferentes locaciones, muchas de ellas en el muy concurrido centro de la ciudad.

Y es que nos afirman que The Weather Man es la primera película que se beneficia de las prerrogativas de una nueva legislación de impuestos del estado de Illinois, orientada a atraer a las producciones que en los últimos meses suponían una fuga de inversiones hacia destinos como Canadá y Australia. De suerte que es posible que, en un futuro cercano, veamos más cintas filmadas en esa ciudad, como se anuncia en el caso de Ocean’s Twelve o Batman Begins y como ocurrió ya con Spider Man 2.

Mano a mano

Tanto el británico Michael Caine como Nicholas Cage son dos actores que se han probado con mucha fortuna en cualquier género. Caine es una leyenda que no ha parado de trabajar desde el inicio de su trayectoria, allá por 1956. Sobre sus hombros lleva una filmografía impresionante, en la que se pueden encontrar una veintena de películas indispensables, una lista que para muchos tendría que encabezar El hombre que pudo ser rey (1975). Por su parte, Cage ha sabido administrar su carrera con inteligencia y audacia, pues lo mismo ha hecho papeles convencionales que le han dado fama como otros de más riesgo que le han permitido incrementar su reputación, como en Adiós a Las Vegas o Ladrón de Orquídeas

En The Weather Man ambos actores se muestran muy complacidos en alternar por primera vez. “Yo soy de los que creo que siempre se puede aprender algo —nos dice Cage—  especialmente de personas como Michael. Estoy fascinado con él”. Los dos hombres se encuentran con Cinemanía en el aula del centro comunitario del vecindario, acondicionado como centro de operación del rodaje. Cage viste sobriamente, con gabardina y un copete largo que contrasta con su rostro pálido y que refuerza su eterna apariencia desgarbada, mientras Caine hace gala de un humor estupendo, vestido conservadoramente, con sombrero y corbata, muy apropiado para el rol de un padre socarrón en duelo con su vástago.

En el exterior, se les puede ver a los dos muy concentrados en su trabajo, a ratos sentados en unas sillas altas mientras esperan que sus dobles ocupen sus posiciones para los ensayos de cámara y para medir la intensidad de las luces. La jornada se acerca a su final. El crepúsculo refleja sus tonos púrpuras sobre la falsa nieve de abril que cubre varias calles de Evanston, este suburbio donde la tranquilidad es inquebrantable… al menos puertas afuera.

NICHOLAS CAGE: CONVERSACIONES EN CHICAGO

Por Hugo Lara Chávez       
Desde Chicago

Nos acomodamos junto a otros periodistas en el sótano de un centro comunitario de un suburbio de Chicago, el cuartel general del rodaje de The Weather Man. La expresión serena de Nicholas Cage pocas veces se altera a lo largo de nuestra conversación. Cage, ganador del premio de la Academia por su interpretación en Adiós a Las Vegas (1996) y vuelto a nominar por El Ladrón de Orquídeas (2002), busca refrendar, con su nuevo filme, la categoría que se ha ganado a pulso, metido en un personaje en una clave parecida a los que hizo en Hombre de familia (2000) o Los Tramposos (2003).

¿Qué aspectos consideraste para participar en una película como esta?

En este caso (The Weather Man), me he fijado en los atributos del personaje, en su protagonismo. Examiné la forma en que la audiencia puede relacionarse con él y con las situaciones que vive. Me ha atraído la idea de que se trata de un drama familiar con elementos de comedia. No es una situación familiar perfecta. A menudo se intenta proyectar la dinámica familiar de una forma perfecta y eso puede ser una imagen difícil de adoptar por las familias, así que esta propuesta me parece un buen intento de ser más honesto.

¿Piensas que esta película muestra con realismo los conflictos familiares y la forma en que afectan a los hijos?

Esta película en particular revisa la dinámica del divorcio, se trata de una familia rota, algo que es muy difícil para los chicos y creo que en ese sentido se hace una reflexión.

¿Cómo ha sido trabajar con Gore Verbinski?

Es muy sencillo trabajar con Gore Verbinski. Es muy dedicado en el trabajo de los actores, se preocupa mucho por el desarrollo de los personajes, tiene además una fantástica cualidad para visualizar las escenas.

¿De qué manera preparaste tu personaje?

Miré algunos videos de meteorólogos de televisión; acudí a un estudio de televisión y conocí a uno de estos expertos. Me enseñó algunos trucos para actuar con el blue screen, la forma en que dirigen  las nubes y otras cosas. Fue muy útil.

¿Cómo es tu relación con el clima?

Lo amo… (sonríe). Es una metáfora de la película. Yo crecí en Los Angeles, y ahí no padecíamos demasiado los cambios de las estaciones, sino más bien los desastres naturales. Me vestía para los terremotos (ríe). El metereólogo de Chicago tiene mucha más importancia que el de Los Angeles. Allá existe prácticamente un solo clima, pero en Chicago, en cambio, la gente siempre está atenta a lo que dice el meteorólogo, pues el clima es brutal.

¿Vas a tomar parte en el proyecto de Mark Ruffalo, en su debut como director (Sympathy for Delicious)?

Conocí a Mark Ruffalo hace unos años, cuando hicimos juntos una película. Me gusta como persona y como amigo. Es un tipo decente. Esta será su primera vez como director y acepté ayudarlo porque me simpatiza y el guión es interesante.

¿Sientes celos de Michael Caine (su compañero de reparto) porque él va hacer su película de superhéroes (en el papel de Alfred, en Batman Begins) y tú aún no?

(Ríe) Creo que Michael es perfecto para ese personaje. Tengo conocimientos de la historia y la mitología que la envuelve, pues crecí leyendo esas historietas. Alfred es como un padre, y habiendo tenido a Michael como padre en The Weather Man, puedo decir que es el mejor Alfred que pudieron conseguir.

¿Qué tan ciertos son los rumores acerca de tu posible participación en una película de ese mismo género?

Estoy muy cerca de aceptar el papel de Ghost Ryder para Marvel Studios (actualmente en producción). Es un personaje muy complicado, que se sale de los esquemas habituales de este tipo de héroes, pues toma poderes del mal y los usa para hacer el bien…

¿Qué aprendiste en este rodaje, de gente como Michael Caine?

Michael para mí siempre ha sido un modelo, alguien a quien he admirado toda la vida. Siempre puedo aprender algo, especialmente de gente como Michael.

¿En que tipo de películas te sientes más a gusto, en este tipo de cintas dramáticas o en las de acción?

Me siento cómodo en ambos géneros. En mi carrera he intentado no encasillarme en una sola especialidad, siempre me parece un desafío hacer distintos proyectos y esforzarme en que las cosas salgan lo mejor posible. En ese sentido me siento una persona afortunada haciendo lo que hago.

Por Hugo Lara Chávez

Investigador, escritor y cineasta, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Artes (2023). Egresado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad Iberoamericana. Ha producido el largometraje Ojos que no ven (2022), además de dirigir, escribir y producir el largometraje Cuando los hijos regresan (2017) y el cortometraje Cuatro minutos (2021). Fue productor de la serie televisiva La calle, el aula y la pantalla (2012), entre otros. Como autor y coautor ha publicado los libros Pancho Villa en el cine (2023), Zapata en el cine (2019) en calidad de coordinador, Dos amantes furtivos: cine y teatro mexicanos (2016), Ciudad de cine (2011), *Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-2011* (2011), Cine y revolución (2010) como editor, y Cine antropológico mexicano (2009). En el ámbito curatorial, fue curador de la exposición La Ciudad del Cine (2008) y co-curadór de Cine y Revolución presentada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (2010).En el ámbito periodístico, ha desarrollado crítica de cine, investigación y difusión cinematográfica en diferentes espacios. Desde 2002 dirige el portal de cine CorreCamara.com. Es votante invitado para The Golden Globes 2025.