Por Ali López

Quentin Dupieux había llamado ya la atención con su hoy clásica cinta “Rubber“, la llanta asesina, de 2010. Un filme que parodiaba y homenajeaba a los clásicos del cine de horror de bajo presupuesto y mucha parafernalia detrás. Ahora, llega a las salas mexicanas uno de sus más recientes filmes “Fumar provoca tos” (Fumer fait tousser, 2022), que ya con el antecedente del director, sabemos que a lo que nos enfrentaremos será todo, menos común.

Un grupo de héroes, al estilo Power Rangers, llamados Los Tabaco Rangers se encuentran en peligro, pero el enemigo no es externo. La rutina, la fama y las intrigas acechan a la tropa, por lo que su jefe les envía a un retiro, destinado al descanso y la reflexión. Alejados de la sociedad, al menos eso creen, las historias en la fogata aparecen de forma casi natural, convirtiendo a la película en una cinta coral, donde diversas voces e historias van suscitando, una más hilarante que la otra.

Hay películas que ofrecen poco al espectador, una historia sencilla que fluye en divertimento llano y apenas una reflexión que yace en las moralidades propicias de su época. Otras nos llevan a la meditación política, filosófica o estética, intenta provocarnos en el desbalance, que algo se mueva donde todo ya parece inamovible. Acá no tenemos ni una ni otra, sino todo lo contrario.

“Fumar provoca tos” invita al disfrute, a no tomarse tan en serio. Y no es que no haya profundidad en su postura, pero es que la reflexión sobre las formas de control de la publicidad y los medios de comunicación, aunque están presentes, no son el punto álgido de la trama; son apenas un pincelazo de la pintura completa. El fin principal de Dupieux es la provocación, llevar el cine al límite en sus aspectos más hemoglobínicos. Que la sangre sea tan roja como se puede, las risas tan fuertes como deban provocarse y el sinsentido lo más ajeno a la lógica.

Es decir, la película no es más que un escaparate. Un show de variedades que ilumina una cartelera tan llena de comedias que pretender “dejar un mensaje” sea lo que eso signifique. Acá hay cine puro, comedia simple, pero no por eso llana. Un polígono que invita a las diferentes vistas y lecturas; así como al simple goce. Un caleidoscopio, lleno de referencia a la cultura pop, a la vida moderna y a las relaciones generacionales. Una forma ácida de retratar el mundo en el que estamos, al borde del colapso, con héroes rotos, pero siempre con la esperanza de que algo mejor vendrá. La tos, no vendrá con el humo externo, sino de los vapores que cada uno tenga dentro.