Por Lorena Loeza

Es difícil pensar que cuando la doctora Amano Ballour – protagonista de esta película- aceptó documentar su experiencia como pediatra en la ciudad de Guta, en Damasco Siria; lo hiciera pensando en convertirse en una glamorosa estrella de galas y alfombras rojas, dada la cantidad de premios y nominaciones que ha recibido. Ello es muestra de que su grito de denuncia ha llegado lejos y ha sido escuchado en todo el mundo y a diferentes niveles.

“La Cueva” (The Cove) es un documental dirigido por Feras Fayyad que es más que una crónica desde la trinchera. La cámara acompaña a la joven doctora Ballour en su angustiante trabajo de atender niñas y niños heridos o afectados por los bombardeos.

En una zona devastada, la cueva es un sótano improvisado como sala de emergencias, después de que el hospital fue prácticamente destruido en un bombardeo. En medio de la precariedad, emerge la tragedia: niñas y niños heridos del cuerpo y del alma, sometidos a la desesperanza, la rabia y la impotencia.

No sólo es difícil de entender, es en realidad desgarrador, porque es algo que seguramente sigue sucediendo a pesar de que la película fue filmada entre 2016 y 2018. La valiente y muy joven doctora no sólo enfrenta la insuficiencia en los medios de los dispone para realizar su trabajo. También se enfrenta a un sistema autoritario y machista que no permite el desarrollo de las mujeres.

La cinta no solo es un grito de alerta contra la guerra y sus aterradores efectos. También muestra la necesidad de trabajar en la empatía, la tolerancia y la igualdad. Siria no es más que la muestra de que el horror de la guerra, es el último de los episodios de un sistema estructural que genera pobreza, desigualdad, exclusión y discriminación, especialmente hacia las y los niños y las mujeres.

Pero aún en medio de la desolación, el relato es una conmovedora crónica de las mujeres que sostienen el mundo frente a las peores circunstancias. Ya sea consolando a pequeñas y pequeños heridos, cocinando, acompañando, apoyando el trabajo de otras y otros a pesar de que el mundo se les viene encima, las mujeres se enfrentan la realidad de modo sororo y valiente.

No siempre los relatos de guerra tratan sobre la amistad, la lealtad o el heroísmo frente a una idea de patria o nación. En casos como éste, el heroísmo radica en ser resiliente y lograr devolver la sonrisa a una niña o un niño. Y solo por eso, “La cueva” es un trabajo digno de verse y recomendarse para vergüenza del mundo y de sus hostiles políticas de guerra. Se estrena este 24 de enero.