Por Laia Cabuli
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Protagonizada por Scarlett Johansson, Channing Tatum, Woody Harrelson y Jim Rash, la película dirigida por Greg Berlanti busca contar una nueva versión del alunizaje del Apollo 11, mostrando a la vez el proceso de realización de la campaña de marketing detrás de dicho evento.

Situada en la década del 60, esta historia sigue a Kelly Jones (Johansson), una experta en marketing contratada para encargarse del departamento de relaciones públicas de la NASA y mejorar su imagen pública para el alunizaje. Sus decisiones poco convencionales y efectivas causan varios estragos a Cole Davis (Tatum), director de lanzamientos. Cuando el presidente considera que la misión es demasiado importante y corre el riesgo de fracasar, Jones recibe la orden de organizar un falso alunizaje como respaldo.

La teoría de que el alunizaje del Apollo 11 fue una película dirigida por Stanley Kubrick es uno de los mitos más movilizantes de esa época, complementada con varias pruebas que apoyan la teoría. Tomando en cuenta esta información, “La otra cara de la luna” (Fly Me To The Moon, 2024) aborda el tema a través de la ficción y con un tono paródico, sin estar necesariamente basada en esta teoría. Utiliza ciertas características para construir una historia con estos ideales y crear una nueva versión de ese caso. El film también aprovecha esta temática para realizar una crítica social hacia el exagerado marketing que algunas empresas utilizan para vender un producto, siendo en este caso la NASA el eje central. Aunque no es un producto como tal, varias estrategias comandadas por Kelly Jones hacen ver a esta agencia como uno, lo que lleva a la decisión de producir un falso alunizaje que no defraude al público fanático de la NASA.

Además del contenido relacionado con el alunizaje, el guión complementa con una trama romántica entre Kelly Jones y Cole Davis, que sirve como una distracción de la información presentada en la historia principal. Iniciando con una dinámica de enemies to lovers que ocupa solo unos minutos de metraje pero resulta convincente y efectiva gracias al divertido y atrevido “tire y afloje” entre ambos por sus diferencias, y finalizando con una comprensión mutua y dejando atrás sus desigualdades.

La película de Berlanti muestra cierta astucia para crear su propia versión del alunizaje de 1969, junto con una metáfora del poder del marketing. Utiliza diversos recursos para recrear algo realista que se asemeje a lo que realmente ocurrió, pero con una mirada más actual y un tono paródico que se va desvaneciendo para mantener un buen ritmo, además de una trama romántica para aliviar la tensión. Sin embargo, la película presenta cierta carga de patriotismo estadounidense que, aunque entendible, puede no terminar de cuadrar del todo en otras regiones por lo ajeno que se puede sentir.