Por Alí López

El headbanging es un tipo de movimiento que consiste en la sacudida violenta de la cabeza al ritmo de la música, por lo general en el heavy metal. Es visualmente más efectivo cuando la persona que lo realiza tiene el cabello largo. Suele hacerse mientras se hace la mano cornuta.

Me encontré con “Dead Banging” (Eiji Uchida, Japón-2013) y me encontré con una sorpresa. Con un impacto personal, un golpe sólido al centro de los sentimientos. ¿Por qué? La cinta habla de un grupo de Heavy Metal, conformado por chicas diversas, que encuentra la fama gracias a la incursión del zombie Tetsuo, a su agrupamiento. Un chiste largo, como sólo los japoneses saben contarlo. Un film de sketchs, gore y absurdo. ¿Cómo pudo eso impactarme tan afondo? Soy bajista de una banda de Trash, y como integrante de una banda, sin importar el género que sea, sabes que la convivencia con los demás miembros del grupo, nunca es fácil. Diferentes visiones, personalidades, expectativas y formas de trabajo; todo unido por un amor único, el amor y la pasión por la música. Eiji Uchida logra transmitir esto en su cinta. Sus personajes son redondos y complejos, pues aunque parezca que en cualquier agrupación todos son prescindibles, en realidad cada parte del bloque es necesaria.

Dead Banging es un film musical, no por que pertenezca al género per se (el musical) si no por que todo lo que la rodea, la construye y apoya, tiene que ver con la música. La estética propia de la cinta tiene la estética misma del videoclip, con una fotografía colorida, apoyada por la iluminación única y palpable de MTV. El arte y el vestuario que se aprecia tiene el estilo japonés de la nueva era. Personajes caracterizados exóticamente, y personalizados con atuendos únicos. Monjes budistas con guitarras eléctricas, colegialas patea-zombies, y un reviniente vestido como la vieja guardia metalera. Un film adolescente, pero que no adolece, una historia disfrutable, con situaciones extrañas que causan risa, sus momentos zombie, con sangre incluida, y hasta momentos de (melo)drama.

En el film hay un trasfondo, que trama sobre la inclusión, los sueños, y el comenzar a ser adulto. Ni aquí ni en China (Japón en este caso) ser músico es un proyecto viable de vida. La gente, la familia, la sociedad misma lo recrimina. Vivir de la música, hacer música, es visto como un sueño infantil; en ese camino no se llegará muy lejos. Uchida, que también es el guionista, sabe que es importante contarnos ésta parte. Un flashback nos narra la vida del zombie Tetsuo. Como dejó a su familia, y buscó volverse un músico famoso, perdiéndose en un mundo que acabó por absorberlo. Y como está misma sombra amenaza a sus ahora compañeras de grupo, que persiguen la ambición de la fama.

El tema zombie se toca de una manera novedosa, las chicas no huyen de los muertos vivientes, (aunque estos llegan a atacarlas) pues comprenden que su condición es culpa de alguien más, de una sociedad manipulada y corrompida. Ellas, como jóvenes, pueden entender eso, y ven en el ejército y el gobierno su amenaza. Sí hay ataques zombie, pues no dejan de ser lo que son, pero no se centra en eso la historia. La invasión es sólo pretexto para  relatarnos una  cómica road movie. La música les hará sacudir la cabeza, es fuerte, pesada, llena de solos de batería y guitarra. Aunque no todos los temas son de lo más heavy (de hecho hay algún tema pop), será inevitable disfrutar de ella.

“Dead Banging” es todo lo que han estado buscando: Referencias a la cultura del Metal. Chicas Japonesas. Comedia. Un buen guión. Una buena película. ¡Vayan a verla!