Por Ali López
Cuando me enteré que habría un remake de “Más negro que la Noche” (Carlos Enrique Taboada, México, 1975), me pregunté lo mismo que tal vez se preguntaron muchos de ustedes: ¿Por qué? ¿Por qué volver a recurrir a Taboada después de los dos fallos anteriores: “Hasta el viento tiene miedo” (Gustavo Moheno, México, 2007) y “El libro de piedra” (Julio César Estrada, México, 2009)? Ahora, después de ver la película, sigo sin respuesta. Es necesario que lo diga, aunque me llene de pena, me indigna que hagan esto con Carlos Enrique Taboada. Que el cine nacional actual, eche a perder los clásicos que tenemos. Claro, los clásicos periféricos, por que con los eternos inolvidables del canal de la estrellas (léase Cantinflas, Pedro Infante et al.) no hay quien meta mano. Taboada supo hacer un cine de terror mexicano, no descubrió el hilo negro, pero logró lo que mucho no han logrado. Tal vez su cine no tenga lo sexual del slasher, lo violento del gore, o lo magnánimo del expresionismo, pero, lo repito, consiguió entregarnos un Cine de Terror México. Hizo uso de lo melodramático, de la doble moral mexicana, de la lucha del conquistador y el conquistado. Al igual que John Carpenter y su Halloween, Taboada nos daba historias con toque moralinos, donde la chica buena sobrevivía y las chicas pecaminosas morían como castigo a sus pecados. Pero el velo de la censura, o de los qué dirán, hicieron, que al igual que Hitchcock, Taboada encontrara la forma de decirnos las cosas, taparlas, contarlas bajo el agua, pero a final de cuentas, manifestarlas. Tal vez uno de los errores que han encontrado las nuevas versiones entorno al cine del director mexicano, es que han tratado de hacer evidente eso que estaba implícito, sin respetarlo, ni profundizarlo, únicamente dotándolo de exhibicionismo. Taboada es un clásico y habría que respetarlo.
“Más negro que la Noche” (Henry Bedwell, México-España, 2014) rescata muy poco de su historia original: Una chica hereda una mansión y una fortuna, decide ir a vivir a dicho lugar con sus amigas; hay una condición, deben cuidar al gato de la tía muerta, un gato negro llamado Becker. El descuido de las jóvenes hará que el gato muera, lo que provocará una venganza del más allá. La historia actual respeta la herencia, la tía y el gato muertos. Hay una venganza, que no tiene que ver con la mascota, sino con otra trama (muy sacada de la manga) En la versión original se descubre un vestido de novia, que la tía estuvo apunto de usar. Ese artilugio es el pretexto para crear el nuevo film. Mientras que en la historia original hay una velada pero evidente lucha entre lo moderno y lo antiguo, entre las “mujeres de antes” y las “mujeres de ahora”, poniendo de por medio la liberación femenina, la revolución sexual, etc. En el film actual poco se ve de esto; hay una lucha, que parece más fársica, entre lo recto de las antiguas costumbres y lo abierto que son las chicas de ahora, pero más que profundizar con temas como la sexualidad, el divorcio, el no depender de un marido, (como pasa en la cinta de 1975) sólo se habla de tatuajes, drogas y Rock. Vacío.
Cabe aclarar que se está hablando de un film de terror, que aunque el original no logre tal vez ni sobresaltar ala actuales generaciones, tiene en su esencia ese tópico. El remake cae en el cliché. No hay más que sustos premonitorios, con el clásico silencio, o música de suspenso, de repente un grito o un ¡boom! Sí, eso que se ha visto hasta el cansancio. Se carece de imaginación, se carece de sentido, y espero me equivoque, pero parece que hasta se carece de conocimiento del género. Los sobresaltos son tan evidentes y repetitivos que por sí solos pierden fuerza, y comienzan a causar más risa que miedo, la toma sorpresiva se vuelve gag. El ambiente comienza a perder fuerza, la mansión enorme, de la cual sólo nos muestran contadas habitaciones, se pierde en el largo pesar de la historia. Te habitúas tanto a ese ambiente que deja de pesar, deja de ser la mansión vieja y espantosa, para volverse un escenario kitch. Los personajes se pierden en ese limbo en el que nada pasa, su carencia de volumen se hace cada vez más evidente. Greta (Zuria Vega) el personaje principal, cae en una especie de trance al habitar la casa, y sus dones sobrenaturales se acrecentan. Lástima que su gesto sólo se vuelve duro al pasar los minutos, pues me hubiera gustado que la teatralidad novelesca no opacara sus acciones. Pilar (Eréndira Ibarra) mejor amiga de Greta, es una chica rebelde, con tatuajes cambiantes, y actitud roquera (cliché) que tiene una subtrama lesbica a la que no le encontré sentido, y una función cómica a lo largo del film, con una precisión del 1%. Maria (Adriana Louvier) es la niña buena, que saca la violencia reprimida, y de Vicky (Ona Casamiquela) tengo muy poco que decir, salvo que esnifa coca, como la abuelas recomendaban comer bolillo, después de un susto. El personaje de Pedro, corre a cargo de José María Torre, que nos regala una de sus más risibles actuaciones.
El film está rodado con una innovadora tecnología 3D
El film está rodado con una innovadora tecnología 3D, y la disposición de los personajes y props de producción no lo hacen saber en cada momento, hay un abuso de ellos, y no dota de nada importante al terror, la fotografía y en general al film. Los efectos especiales pecan muy poco, pero cuando lo hacen se evidencia de fea manera. No se logra una buena película, ni por asomo llega a los talones a su original, y mucho menos compite con lo filmado actualmente a nivel global. Quien tenga ganas de ver Más negro que la Noche, debe ver, sin duda alguna, el film primigenio.
A Carlos Enrique Taboada se le debería respetar, se le debería volver un director de culto; está a la par de Carpenter, Wood, o Craven. Taboada debería ser revalorado, reconsiderado. Debería tener homenajes y ciclos en su honor, cursos y estudios. Hay un libro editado por Mórbido y CONACULTA que es uno de los pocos esfuerzos por valorar a éste cineasta. Espero que no haya más remakes de ésta calaña entorno al director mencionado. Que si se plantea hacer un film entorno a “Veneno para las Hadas” (Carlos Enrique Taboada, México, 1984) el cuarto clásico de Terror del autor; o tal vez de su gran film “Rapiña” (Carlos Enrique Taboada, México, 1975) se consideré hacer un film para rendirle tributo. Un film para los fans del género. Una cinta que atraiga a las nuevas generaciones a aquellos clásicos, y nos los aleje más. Sí un productor tiene como único interés el que su película sea la más taquillera de terror del cine mexicano, y no se preocupa por la calidad de lo que se está filmando, algo malo está pasando. Tampoco se puede decir que Taboada tenía todo en bandeja de plata, pero se preocupa más por el “Cómo” que por el “Cuánto”, he ahí la eficacia de su resultado. Estreno : Jueves 07 de agosto
Director: Henry Bedwell. Escrito por Carlos Enrique Taboada. Guión de Adaptacion Henry Bedwell. Producido por Josemaría Torre Hütt, Marco Polo Constandse, Alex García y Leonardo Zimbrón.
Reparto: Zuria Vega, Adriana Louvier, Eréndira Ibarra, Ona Casamiquela y Margarita Sanz con Josemaría Torre Hütt, Lucia Guillmain, Hernán Mendoza con la participación especial de Miguel Rodarte.