Por Manuel Cruz
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Acapulco. Recientemente ha nacido la noción de que todos pueden hacer cine. Es una verdad relativa: los iPhones de alta resolución pueden funcionar como una cámara, y YouTube avanza a convertirse en una sala de proyección global. Los hay que buscan inspiración en directores recientes, comunicólogos buscando el siguiente paso, niñas ricas que hacen películas porque es chic, y luego… ¿los aspirantes a director para ligarse a su amor de la infancia? Nunca pensé que ese club existía. Para Sebas (Victor Miranda) ciertamente sí. Al descubrir que Lety, su ex-compañera de la primaria y gran amor frustrado es actriz, la respuesta para llegar a captar su atención, pese a ser gordo y un poco tonto es clarísima: hacer una película. Así, el y su amigo Toncho se embarcan en el maravilloso mundo del cine: tomando un curso de apreciación con Pedro Almodoya (la broma se entiende, ¿no?) que los lleva a filmar su primera producción. Pero antes de eso, todo está en la mente de Sebastián: una película de charros en blanco y negro, una película de luchadores con intervención del Rayo de Jalisco (no es el Santo, pero son del mismo oficio) y demás referencias a momentos clásicos en el cine mexicano. 
 
Tristemente, la diversión se acaba pronto, cuando esta cinta comienza a sufrir de un elemento común en la selección del FICA: un guión desorientado. Con la velocidad de un avión estrellándose, la cinta se convierte en una gran indecisión sobre a qué historia contar: El proceso de Sebas en el difícil mundo de la dirección, con el objetivo final de conquistar a Leti, o un homenaje a los gags y clichés tradicionales del cine mexicano. No acaba en ninguna de las dos, y el resto de las escenas son apresuradas.
 
Existe también una falta de tono: aunque el guión del también director Manuel Villaseñor suelta chistes bobos pero eficientes desde el inicio, con acertados cameos por parte de Carmen Salinas, Mario Almada y otros, nunca acabamos de saber si es comedia, drama, o qué. Esto sólo perjudica a una historia que resulta incompleta, pese a nacer de una idea muy ingeniosa.
 
Durante varias escenas en “My First Movie”, Sebastián alega que hará una película. Siempre le preguntan si tiene una historia. Dice que ahí va, ya casi hecha… lo mismo sucede con el guionista de este cinta.

“My first movie”, Manuel Villaseñor, Homosapiens Films, México, 2012

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