Por Gustavo Ambrosio

En estos días se han generado controversias en torno a temas relacionados con las preferencias sexuales. Temas que parecería ya están rebasados. En un país como el nuestro tener un festival como Mix, de cine que se especializa en tratar temas relacionados con la homosexualidad, el travestismo y la transexualidad, es todo un logro.

Sin embargo, a veces la creación de este tipo de festivales tipifican y etiquetan, crean géneros que vuelven la programación calcas, de la calca, de la copia, del derivado de la historia gay, donde el sexo debe ser un elemento esencial, aunque no haya algo interesante de por medio. “El sexo poético” de ciertas películas de cine “gay” en México parecen más filmes porno con bonita fotografía, donde las escenas de sexo resultan tan aburridas como intrascendentes.

Aunque la mayoría de los filmes “gay”, como se les ha encasillado, se encarga de reproducir cliché tras cliché, (para mayor referencia ver el cortometraje de “O ser un elefante” estrenado en la selección oficial del Short Shorts 2013) es de aplaudir que haya cintas como “Peyote” que encuentran en su naturalidad un acierto que dinamita muchos de estos clichés. Una buena elección para abrir el Festival Mix.

Pablo es un joven clasemediero que conoce a Marco, quien le convence de ir a Real de Catorce a conseguir Peyote.

Con una premisa tan sencilla, la historia construye un camino a la maduración y un amor que se va revelando poco a poco, sutil y sin sensacionalismos.

La película empieza floja, con una escena que trata de reflejar la “inmadurez” del protagonista, pero que el actor no sabe resolver de forma natural. De hecho, Joe Diazzi es quizá la piedra en el zapato de la producción, con una actuación forzada y nada solvente, que aplana el personaje hasta dejarlo en una simple cara bonita.

El verdadero corazón de la película llega, lamentablemente, un poco tarde, con el personaje de Marco, interpretado con soltura por Carlos Luque. La frescura y profundidad del personaje hace imprescindible su aparición en pantalla, es entrañable y mucho más complejo que el protagonista. De hecho, se roba la pantalla y la película.

Si bien la trama es muy sencilla, y podría sujetarse de ciertos clichés del cine mexicano reciente, logra dos grandes escenas de erotismo que demuestran que la sugerencia es la mejor aliada de las sensaciones y las emociones. Un gran trabajo del director en estas escenas, donde la cámara se coloca en lugares indicados y precisos para comunicar lo que quiere.

“Peyote” es un buen arranque de jóvenes realizadores que tomaron una cámara un día y se lanzaron a grabar. Orgánica e hilarante, encuentra su talón de Aquiles en un protagónico nulo y quizá en un arranque flojo, pero que a fin de cuentas, está por encima de la media de las películas que generalmente nos entrega el “cine gay” en México.

“Peyote”, Escrito por Sabdyel Almazan, Omar Flores Sarabia, Dir. Omar Flores, Reparto: Joe Diazzi, Carlos Luque, México/2014