Por Miguel Ravelo

Cada uno de nosotros tenemos una relación muy particular con el cine, a menudo especial y que logramos sentir como única, y que en mayor o menor medida ha conseguido forjar aspectos de nuestro carácter que muchas veces suelen pasar desapercibidos hasta para nosotros mismos. Como una de las más importantes expresiones artísticas de nuestro tiempo, el cine nos habla, pero también hablamos a partir de lo que éste inyectó en nosotros desde pequeños. Arte, negocio o entretenimiento; cine comercial, de autor o amateur: el cine es parte de nuestra vida. Y es también una ventana que nos permite voltear al pasado y descubrir vidas ocultas en personas que creíamos conocer, o hasta encontrar en el pasado familiar el origen de muchas de nuestras inquietudes, obsesiones y anhelos. Nuestro propio origen.

El papel del cine en nuestra vida será uno de los elementos detonantes de “Teorema de tiempo”, largometraje documental y ensayo fílmico dirigido por Andrés Kaiser. Esta obra, íntima y reflexiva, no solamente participó en los festivales de cine de Shanghai y Biarritz; también ganó los premios a Mejor Documental en los festivales de cine de Monterrey y Guanajuato; obtuvo mención honorífica en el Festival Internacional de Cine de Morelia y, para coronar los reconocimientos obtenidos en diversos territorios del mundo, recibió en 2023 el Ariel de Plata al Mejor Documental.

Tras dirigir en 2018 la notable e inquietante película de horror “Feral”, Kaiser se aleja momentáneamente del cine de género para incursionar en un documental profundamente personal: “Teorema de tiempo” es una cápsula que nos permite viajar al pasado y conocer a la familia del realizador, pero especialmente a sus abuelos, Arnoldo y Anita. Y aunque los dos géneros cinematográficos en los que el realizador mexicano ha incursionado hasta ahora podrían parecer disímiles, es curioso encontrar en ambas cintas puntos de encuentro, siendo uno la forma en que las películas caseras pueden ser valiosos registros de vida e importantes herramientas de investigación. Por supuesto las historias en ambas propuestas no podrían tomar rumbos más distintos, pero resulta valioso descubrir la importancia que Kaiser reconoce en el cine y en las películas amateur ya no solo en sus dos primeras obras, sino también en su vida.

Anita Schlittler y Arnoldo Kaiser, abuelos del director, fueron una pareja de migrantes que contrajeron nupcias a inicios de los años cuarenta. La pareja se dedicó al negocio familiar de los Kaiser, una imprenta y fábrica de libros ubicada en San Luis Potosí. Pero el punto de inflexión en la vida de esta naciente familia, un detalle en apariencia irrelevante que cobraría protagonismo especialmente en Arnoldo, es una cámara de cine que Anita recibió como regalo de bodas. Inicialmente el regalo funcionó para que Anita registrara momentos de su luna de miel, pero tras volver a casa, Arnoldo descubrió ya no solamente las bondades que el aparato le ofrecía, sino toda una nueva forma de ser, de vivir y registrar los instantes más importantes de su vida.

Por un lado, Anita disfrutaba filmar el día a día desde las ventanas de su casa y hoteles, con un ojo documental y de registro de vida; por el otro, Arnoldo filmaba a su esposa e hijos, descubriendo formas de narrar a través de la cámara, haciendo divertidos doblajes de voz para cada miembro de su familia, creando su propio lenguaje cinematográfico y descubriendo que podía dirigirlos no solamente a ellos, sino también a sí mismo con experimentos cinematográficos que, sin quererlo, fueron guardando registro de su historia y personalidad. Tras el pasar de los años, las películas caseras de Anita y Arnoldo serían descubiertas: miles de fotografías y cientos de películas que revelaron la pasión cinematográfica del matrimonio Kaiser. 

Es tras este descubrimiento que Andrés Kaiser inicia un trabajo laborioso de organización e investigación. ¿Quiénes fueron Anita y Arnoldo, pero especialmente, quién fue este hombre, su abuelo, y de qué forma su pasión e influencia fue tomando forma durante décadas para llegar hasta “Teorema de tiempo?” A partir de las miles de fotografías y películas descubiertas, Kaiser elabora un complejo relato familiar. Conocemos primero a Arnoldo en México y Nueva York, para después verlo conocer y casarse con Anita y comenzar a construir una familia feliz. Pero una de las tesis del documental será que las imágenes nos muestran una realidad que no siempre coincide con lo que existe más allá de los fotogramas, descubriendo en esta investigación altibajos y tragedias en la vida de la familia Kaiser: momentos que van forjando identidades tras años, tal vez décadas, de búsqueda de quiénes somos, qué nos hace felices, qué inyecta pasión en nuestra vida. Y sobre todo, cómo nuestro carácter y decisiones tendrán eco en las generaciones por venir.

Teorema de tiempo” es también un encuentro entre Arnoldo Kaiser, empresario, cineasta amateur, abuelo, con Andrés Kaiser, cineasta profesional y nieto. Dos personas que apenas se conocieron hacia el final de la vida de uno y el inicio de la del otro, pero desde entonces conectados e inseparables como parte de un mismo todo. En el descubrimiento, encuentro y exploración que tiene Arnoldo con el cine, se encuentra la semilla que más tarde se convertirá en ecos fundamentales en la historia de Andrés como realizador. En las reflexiones sobre la vida y el paso del tiempo retratados por Anita, en la forma en que Arnoldo filmaba juguetonamente a su familia y, sobre todo, en la historia que se cuenta más allá de las fotografías y las películas, descubriremos el origen del realizador que hoy nos presenta este trabajo sobre su historia y sus raíces. Sobre imágenes que más que descubrirnos una realidad, nos hablan de algo que estaba detrás, más allá de los límites de la imagen, y que solo con curiosidad e investigación podrán dar un sentido a esas fotografías registradas en el tiempo.

Kaiser nos ofrece un trabajo sensible y conmovedor que nos invita a descubrir el poder de las imágenes en nuestra vida, a la vez que propone la aventura de asomarnos al pasado para intentar contestar preguntas sobre nuestra propia historia. Hoy Arnoldo y su familia nos reciben como espectadores en esta última parada, Teorema de tiempo, para invitarnos a descubrir su historia y a su vez redescubrir la propia.

“Teorema de tiempo” podrá verse a partir del 11 de julio en Cineteca Nacional, Cinemex Reforma Casa de Arte, Cinemex Manacar, Cine Tonalá, La casa de Cine MX, Film Club Café y diversas salas en San Luis Potosí, Guadalajara, Monterrey, Oaxaca, Mérida y San Cristóbal de las Casas. 

Director: Andrés Kaiser Guión: Andrés Kaiser Fotografía: Color Dir. Fotografía: Anita Schlittler y Arnoldo Kaiser Música original: Alejandro Castaños Con: Productor: Nicole Maynard Pinto Distribuidora: Benuca Films Clasificación: A