Crítica: “Tercera llamada”, el teatro que es la vida

Por Hugo Lara Chávez

El director Francisco Franco Alba (“Quemar las naves”, 2007) estrena este viernes su segunda película, “Tercera llamada” (2013), historia coral ambientada en el mundo del teatro, un ámbito que el cineasta conoce muy bien, toda vez que se ha desenvuelto en él desde hace dos décadas.

Está basada en la propia obra de teatro de Franco, escrita al alimón con el colombiano Ignacio Guzmán, con el título original de “Calígula, probablemente”. Para la adaptación cinematográfica el cineasta recurrió a su equipo de confianza que trabajó en su anterior filme: su coguionista María Renée Prudencio, la productora Laura Imperiale, la fotógrafa Érika Licea, los sonidistas Pablo Tamez y Matías Barberis, además de la protagonista Irene Azuela.

“Tercera llamada” narra las tragicómicas vicisitudes al interior de los ensayos de una puesta en escena de “Calígula”, donde se confrontan las pasiones de una obstinada directora (Karina Gidi), su variopinto cuadro de actores y hasta los técnicos y tramoyistas. La historia se inscribe en el subgénero del teatro dentro del cine, que ha dado valiosos filmes como el clásico “All About Eve” (Mankiewicz, 1950) , “Balas sobre Nueva York” (,Woody Allen, 1994) o “¡Ay, Carmela!” (1990) de Carlos Saura.

La película cuenta la crisis que se desata cuando la directora decide cambiar al protagonista varonil de su puesta en escena a escasas semanas del estreno y toma una decisión radical: substituirlo por una joven actriz (Irene Azuela). La lucha de egos entre los actores, los conflictos íntimos de cada miembro del grupo y hasta el pasado tormentoso que une a unos con otros, afloran paulatinamente en un ambiente cada vez más tenso que llega a su clímax en el momento mismo en que se levanta el telón (hay que poner atención a este momento, hábilmente coreografiado).

Quizá uno de los valores que más saltan a la vista de “Tercera llamada” es
la participación de un grupo numeroso de buenos actores mexicanos de diferentes generaciones y orígenes, como las mismas Gidi y Azuela, además de Fernando Luján, Ricardo Blume, Silvia Pinal, Anabelle Ferreira, Lalo España, Rebeca Jones, Cecilia Suárez, Mariana Treviño, Víctor García, Krystian Ferrer, Martín Altomaro, Moisés Arizmendi y otros. Los nombres lucen en el cartel, pero en la pantalla lucen con solvencia por su buena ejecución, un aspecto valioso dentro del panorama del cine nacional donde otros cineastas desdeñan el difícil trabajo de dirigir actores “de verdad”.

Asimismo, la complejidad del guión consiste en el desafío de darle cabida a un variado número de personajes y que dan señales de cierta profundidad humana, de seres emocionales que experimentan distintos sentimientos, sea la desesperación, la envidia, los celos o el dolor, pero también el amor, la solidaridad y la esperanza.

La dirección y el guión consiguen equilibrar esto con sutilezas y con buenas dosis de humor e ironía. Si bien en el relato destaca como eje el tormentoso vínculo que se trenza entre la directora y su joven actriz, las historias alrededor se ensamblan en armonía, en el peculiar universo del foro teatral, que no es sino otro personaje más. Así, resultan entrañables tanto los viejos actores que interpretan Luján y Blume, o la entusiasta asistente de la directora (la simpática Treviño), pero también despierta sensaciones encontradas la rancia diva en declive (Jones) o incluso la confundida directora (Gidi), sumida al mismo tiempo en un brete creativo y conyugal.

Otros personajes aportan gracia y pintoresquismo que se disfruta, sobre todo los técnicos y tramoyistas, la productora alcohólica (Ferreira, estupenda), la vestuarista “azotada” (Suárez) e incluso la legendaria Silvia Pinal, en el modesto pero notable papel de la representante de la asociación de actores que intempestivamente aparece para boicotear el estreno.

“Tercera llamada” es un filme con buena factura en todos sus departamentos, entretenido y divertido, que se desarrolla sin baches y que permite asomarse al microcosmos teatral, para deleitarse de la conducta de esos raros bichos llamados actores, que no son más que otros seres humanos como cualquiera, a veces patéticos, a veces tiernos.

Dirección: Francisco Franco. Producción: Laura Imperiale. Guión: Francisco Franco – María Reneé Prudencio basado en “Caligula, probablemente” de Francisco Franco e Ignacio Guzmán. Fotografía: Erika Licea. Edición: Mariana Rodríguez. Sonido: Pablo Tamez – Matías Barberis. Dirección de arte: Alejandro García. Compañías productoras: Las Naves Producciones – Fondo de Inversión y Estímulo al Cine (Fidecine) México – en coproducción con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Coordinación de Difusión Cultural, Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). Película realizada con el apoyo del Estimulo Fiscal 226 (Eficine) .Locación : Ciudad de México. Reparto: Karina Gidi, Irene Azuela, Mariana Treviño, Fernando Luján, Cecilia Suaréz, Rebecca Jones, Ricardo Blume, Anabel Ferreira, Silvia Pinal, Jorge Poza, Alfonso Dosal, Moisés Arizmendi, Jorge Adrián Espíndola, Eduardo España, Krystian Ferrer, Víctor García, Mauricio García Lozano, Martín Altomaro, Regina Orozco, Alejandra Bogue.