Por Georgina Espinosa Gaubeca

“Timbuktu” (2014) es un filme basado en sucesos reales, que muestra las absurdas prohibiciones que sufre una pequeña población a causa de la ocupación militar de un grupo de extremistas religiosos: fanáticos jihadistas.

La cinta fue dirigida por el mauritano Abderrahmane Sisako (1961), cuya filmografía se caracteriza por exponer temas sociales y políticos. Sisako es de los pocos realizadores africanos que ha cobrado atención internacional, ya que, a través de su cine, ha expuesto las circunstancias dolorosas de su país, con un lenguaje poético y sublime. La lapidación de una pareja por adulterio, ocurrida en 2012, lo alentó a realizar este filme.

La película muestra escenas de la vida común del pueblo instalado en Timbuktu (ciudad cercana al río Níger) en el contexto de un Mali ocupado por jihadistas, quienes interpretan subjetivamente la sharia del Islam. Con la creencia de que actúan a través de la ley divina de Alá, imponen control sobre los habitantes con restricciones inhumanas y estúpidas: se les prohíbe hacer y escuchar música, fumar, reír y jugar futbol. Las mujeres deben cubrirse manos y pies. Estas nuevas reglas incomprendidas apagan sus vidas cotidianas: una mujer que ama la música debe callar, otra mujer que necesita usar sus manos para vender pescado debe usar incómodos guantes. Hay escenas conmovedoras, como una en la que hombres juegan clandestinamente sin pelota, simulan hacer pases y anotar goles.

“Timbuktu” muestra cómo el fundamentalismo religioso devastó a este pequeño poblado; retrata el dolor y la frustración en los ojos de sus habitantes. Sisako documenta el dominio de estos hombres extremistas que controlan la vida del pueblo de maneras arbitrarias e injustas, por medio de la fuerza. Tribunales islamistas realizan juicios y sentencias tan absurdas como trágicas. Los castigos son severos, pues son sometidos a latigazos, a encierros, a lapidaciones y a fusilaciones en nombre de la fe islámica. Los jihadistas imponen un orden moral cruel y atroz que acaba con la paz, la armonía familiar y la libertad femenina. A su vez, la cinta retrata la doble moral de los fanáticos, quienes no siguen los preceptos que ellos mismos vigilan y cuya vulnerabilidad los vuelve aún más peligrosos, pues si algo sale de control, simplemente disparan. Sus comportamientos son incoherentes y delirantes. Los pobladores, en cambio, muestran una lucha digna y sin dramatismo en la resistencia a la irracionalidad extremista. 

El filme presenta la historia de Kidane, un pastor que vive en las dunas con su esposa Satima y su hija Toya. Es en la ciudad en donde los habitantes padecen el régimen terrible que parece no afectar a esta familia aislada de la comunidad, hasta que un día el pastor mata por accidente al pescador Amadou. Es entonces cuando la ley impuesta por los ocupantes extranjeros lo alcanza.

La fotografía se compone de imágenes hermosas en escenarios naturales: dunas, ríos y puestas de sol. Las interpretación de los actores es muy expresiva; hablan con la mirada.

“Timbuktu” fue seleccionada para competir por la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2014, y recibió una nominación al Oscar por mejor película en lengua extranjera.

Director Abderrahmane Sissako. Guión Abderrahmane Sissako, Kessen Tall. Productor: Sylvie Pialat, Abderrahmane Sissako. Música: Amin Bouhafa. Fotografía: Sofian El Fani. Reparto :Abel Jafri, Hichem Yacoubi, Kettly Noël, Pino Desperado, Toulou Kiki, Ibrahim Ahmed, Layla Walet Mohamed, Mehdi A.G. Mohamed, Fatoumata Diawara, Adel Mahmoud Cherif, Salem Dendou, Mamby Kamissoko, Yoro Diakité, Cheik A.G. Emakni, Zikra Oualet Moussa, Weli Cleib. Año 2014. Duración: 100 min. País: Mauritania