Por Tania López Espinal

Debido a la gran demanda comercial por la apertura y distribución del material cinematográfico a finales del siglo XIX, Eastman Kodak Co. y Pathé Frères [1], dos grandes emporios de la industria, tuvieron la iniciativa de generar formatos fílmicos portátiles con proyectores, cámaras y cartuchos de recarga fáciles de usar. Por otra parte, el nitrato de celulosa fue sustituido por el acetato de celulosa en los soportes de estos nuevos formatos. La compañía Pathé introdujo un formato completamente nuevo que medía 9.5 mm. de ancho con una sola perforación al centro del material fílmico, entre fotograma y fotograma (ver imagen1).

Imagen 1. Detalle de la perforación al
centro, entre fotogramas


Posteriormente, junto con la generación de este formato, se lanzó al mercado el proyector Pathé Baby en la navidad de 1922. Este proyector estaba diseñado para la proyección de películas cinematográficas dentro de espacios cerrados, permitiendo a los usuarios realizar exhibiciones con su comunidad más cercana, familia y amigos. Otra ventaja consistía en poder ver las películas favoritas infinidad de veces sin tener que ir al cine. El primer proyector tenía una manivela, simple de operar y con un montaje sencillo. Algunos proyectores presentaban diferentes aditamentos para su proyección como el Baby Color para dar diferentes coloraciones a los filmes, pantallas plegables, o resistencias de luz adicionales con lámparas y motor.
El material fílmico presentaba imágenes a blanco y negro en su mayoría, sin embargo, había material pre-entintado (ver imagen 2), pintado a mano o con esténciles.

Imagen 2. Material fílmico pre-entintado del Catálogo Pathé Baby, con muesca para poder leer el texto.
 

Por otro lado, contaba con un sistema ingenioso que economizaba fotogramas en la creación de texto e imagen, aplicando un sistema de muescas en el borde de la película (ver imagen 2). La muesca hacía que el mecanismo del proyector se detuviera de tres a cuatro segundos, permitiendo leer los textos al espectador y seguir con la proyección. Estas muescas variaban dependiendo del largo del texto: podía ocupar de 3 a 5 fotogramas, a comparación del método tradicional en formatos de 16 mm. y 35 mm. que cuenta con 50 o más fotogramas.

Para 1923, Pathé Baby ya contaba con un catálogo de películas (ver imagen 3) que se podían comprar o rentar; su finalidad era diversificar los contenidos vistos dentro de las comunidades que compraban este tipo de proyectores. En el catálogo tenían versiones alternativas de los largometrajes exhibidos en las salas de cine [2]; entre los materiales se encontraban películas sin sonido consideradas clásicas, como las de los cómicos Max Linder, Charlie Chaplin y Buster Keaton, noticieros conocidos como Pathé Gazette y animaciones francesas con fábulas dibujadas por Robert Collard y O´Galo. Por ello competían con las grandes producciones de Walt Disney y el Gato Félix.

Imagen 3.  Latas con material fílmico Pathé Gazzete.


Dado el éxito del proyector Pathé, se comenzó a trabajar en el desarrollo tecnológico de la cámara fílmica. El resultado fue la cámara Pathé Baby, anunciada en 1923, la cual era de cuerda, implementándose en 1926 una versión con motor que permitía la filmación automática. Tanto el diseño del material fílmico de la cámara como del proyector se tenía contemplado para la fácil manipulación, practicidad y movilidad de los materiales. Las películas para la cámara venían en cargadores con película para 1100 imágenes aproximadamente. Los rollos Pathé se vendían en cajas o latas que contenían 3 rollos. El material 9.5 mm. fue el predilecto de las familias aristocráticas hasta que la compañía Kodak lanzó al mercado el 8 mm. en 1930 [3].

La empresa adecuó los procesos de revelado para que el usuario fuera autosuficiente al procesar sus materiales expuestos en la comodidad de su casa. Sin embargo, no tuvo el éxito esperado debido a que la mayoría no tenía la pericia suficiente para ejecutar estos procesos fotoquímicos, así que se abrió la posibilidad de enviar a laboratorios especializados el material fílmico para su revelado. 

El sistema Pathé Baby se volvió extremadamente popular en Europa, teniendo además puntos de distribución en Francia, Alemania, Estados Unidos, Argentina y Chile. Mientras que en México se tienen registros de la presencia del empleo y distribución del Pathé Baby desde 1923, la venta del proyector y cámaras fue hasta 1925. En Guadalajara eran distribuidas por Fábricas de Francia (ver imagen 4) y Fotos Julio, en la Ciudad de México por American Photo Supply Co. Esto se sabe por las etiquetas de los distribuidores colocadas en los contenedores que almacenaban algunas de las filmaciones de la Colección Manuel Ramos.

Imagen 4. Anuncio de Pathé Baby.Las Fábricas de Francia (1925, p. 2).


En relación con las labores y objetivos de la Cineteca Nacional, se ha desarrollado el proyecto “Archivo Memoria”, el cual tiene como principales objetivos conservar, resguardar y difundir el cine casero. En la actualidad se cuenta con aproximadamente 121 rollos de material fílmico de formato 9.5 mm., de los cuales 92 rollos son filmaciones caseras y 27 son películas del catálogo de Pathé Baby. Cabe mencionar que existen dos colecciones de 9.5 mm. Una de ellas, la “Colección Armando Pous”, contiene material fílmico del catálogo Pathé Baby con intertítulos en español (ver imagen 5) y filmaciones realizadas en el estado de Yucatán, en su mayoría del interior de casas, mostrando la cotidianidad familiar, y visitas a la zona arqueológica de Chichen Itzá y Puerto Progreso. El material fílmico está en negativo (ver imagen 5) y positivo que muestra la forma de procesado del formato fílmico.

Imagen 5. Detalle de material fílmico negativo blanco y negro.  Fotograma de Colección Armando Pous.
 

Al ser un bien documental, los materiales fílmicos de 9.5 mm son un gran campo de estudio aún por descubrir en México. Lamentablemente, las líneas de investigación generadas desde las diversas disciplinas de las ciencias sociales y humanidades son escasas, por lo que casos como la “Colección Armando Pous” no cuenta con una plena caracterización, ya que se desconocen datos vitales que permitan saber más sobre su contenido, puntos de distribución, o incluso conocer el impacto social que tuvieron los proyectores o cámaras en la Ciudad de México y otros estados de República Mexicana, como en este caso, Yucatán. No obstante, es importante destacar el interés expresado por los investigadores, especialistas en la conservación de material fílmico, así como de los usuarios que poseen archivos de esta naturaleza como parte de su colección personal, ya que han comenzado a organizarse y a hacer mayores esfuerzos por obtener información relevante, que contribuye a nutrir el conocimiento que se posee sobre el archivo fílmico casero.

Bibliografía:

“Las Fábricas de Francia”. (1925, marzo 12). Para dos ocasiones de actualidad. “El Informador”, 2.

Notas:

1. Alan Kattelle. (2000). “Home movies: a history of the American industry”, 1897-1979. Michigan, EUA: Transition Pub.
2. 2.Schneider, A. (2007). “Time Travel with Pathé Baby: The Small-Gauge Film Collection as Historical Archive. Film History, 19”(4), 353-360. Disponible en:  www.jstor.org/stable/25165441
3. Rubén Gallo. (2009). PRINCETON’S PATHÉ-BABY: A RELIC OF THE Belle époque. “The Princeton University Library Chronicle,70”(2), 343-347. Disponible en: www.jstor.org/stable/10.25290/prinunivlibrchro.70.2.0343


*Las fotos que acompañan el presente artículo se incluyen únicamente como apoyo al contenido del texto, cuyo cometido es de difusión cultural.
*Los materiales del proyecto Archivo Memoria pueden ser consultados en la Videoteca Digital de la Cineteca Nacional.