Por Rodrigo López Romero [1]
En 1958, a la edad de 26 años, un joven nacido en Guaymas, Sonora, debutaba como actor. Su nombre era Jorge Antonio Russek Martínez y fue en la década de los 60 cuando su presencia en el mundo del cine comenzó a cobrar relevancia.
A partir de entonces, participó en más de 100 películas, compartiendo créditos con “Cantinflas”, Héctor Bonilla, Rodolfo de Anda, y “El Santo”, entre otros. Trabajó en proyectos de directores como Chano Urueta, Miguel Morayta y Rafael Baledón. A pesar de contar con apariciones en distintos géneros cinematográficos, fue en los westerns en donde destacó. Dentro de sus logros de más relevancia está haber ganado dos premios Ariel por su actuación en “De todos modos, Juan te llamas” y en “Camaroneros”. Lamentablemente, después de 40 años de carrera, en 1998 falleció a la edad de 66. Sin embargo, además de su imagen plasmada en un sin fin de filmes, nos dejó un legado poco consultado, pero con un gran valor testimonial.
Casi 10 años después de sus últimos proyectos actorales, en 2007 llegó al Acervo de la Cineteca Nacional, una colección de fotografías. Se trataba de 1985 objetos, la mayoría negativos en formato medio, algunos en 35mm., un par de positivos y una diapositiva, que el actor había capturado durante sus años de rodaje.
Jorge Russek fue un aficionado a la fotografía y llevaba su cámara Ikoflex 6×6 a las filmaciones en las que participaba. Es así como logró capturar imágenes, muchas que permanecen inéditas, que podrían tener una importancia histórica, sobre todo en el cine mexicano. Es la cercanía del actor con su equipo de trabajo, lo que vuelve especial esta colección, son fotografías que denotan calidez, amistad y complicidad entre el actor y los personajes capturados. Entre estas imágenes podemos encontrar retratos de los actores; éstos con el vestuario de la escena, pero fuera de personaje, así como fotografías del equipo de filmación, locaciones, camarógrafos, sonidistas, directores, etc. Además de las fotografías de rodaje, también hay interesantes estudios fotográficos que Russek les realizaba a otros actores y amigos suyos como Alma Muriel y Jorge Rivero, por mencionar dos.
Estos valiosos archivos de plata sobre acetato de celulosa nos cuentan del día a día en la labor cinematográfica, la escenografía, el vestuario, el trabajo de iluminación, los dobles de escena y el maquillaje. También nos brinda una idea de la confianza y la cercanía de Jorge Russek con sus compañeros de trabajo, principalmente con los otros actores.
Pero, sobre todo, estas imágenes nos hablan de un fotógrafo que no se conformaba únicamente en documentar sus vivencias. Incluso, dentro de la colección aparece un retrato de él sosteniendo una cámara alemana Hasselblad, famosa por su calidad óptica y mecánica. Esto nos deja ver, a través de sus ojos, su interés en los encuadres, la iluminación, la composición. Russek nos da una mirada que se enfoca en los detalles y en el valor estético.
Sin embargo, la colección fotográfica es grande y el trabajo que ha significado para el acervo ha sido bastante extenso. Después de su ingreso, los materiales se limpiaron a profundidad para pasar, más adelante, a su estabilización en guardas libres de ácido, con el objetivo de evitar el deterioro.
Más adelante, cada fotografía fue analizada para conseguir la consecución correcta en la que fueron tomadas las imágenes y así, lograr reconstruir las secuencias. Esta labor fue importante para poder realizar las descripciones por cada grupo identificado, como un evento o filmación de película.
Izquierda: Alma Muriel. Mayo 1970. Derecha:Jorge Russek en la filmación de “Los Pistoleros”. 1961. Colección Russek, Cineteca Nacional.
Por último, se realizó la digitalización de la colección. Al ser, en su mayoría, negativos, la forma más viable de poder consultar las fotografías era a través de la reprografía. Actualmente se encuentra digitalizada en su totalidad. Si bien hasta el momento se han reconocido fotografías de entre 1962 a 1974, hay bastante trabajo por hacer aún, como la identificación de películas y de personalidades. Esta información podrá ayudar a futuras investigaciones.
Jorge Russek nos cuenta de una forma muy cercana y personal, lo que significaba el cine en el siglo pasado a través de su cámara. Valdrá la pena revisitar estas imágenes y construir nuevas conexiones, valorar nuevamente sus películas y recordarlo como un personaje entrañable dentro del cine mexicano.
Izquierda: Rodolfo de Anda en filmación “Su precio… unos dólares”, 1969. Derecha: Chano Urueta. Colección Russek Cineteca Nacional.
Notas.
[1] “Colaborador del Acervo Iconográfico de la Cineteca Nacional y Fotógrafo”.
* Las fotos que acompañan el presente artículo se incluyen únicamente como apoyo al contenido del texto, cuyo cometido es de difusión cultural.