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Cannes arranca como festival este miércoles, amenazado por las nubes de polvo volcánico de Islandia y los conflictos del tráfico aéreo que conllevan, pero con mejores perspectivas de negocio en su mercado, que se desarrolla de forma paralela a partir del día 13 y hasta el 22. Se espera un 5% de aumento en el número de empresas e instituciones presentes en esta plataforma de compra-venta de cine, que llega hasta a un 12% en lo que se refiere a la presencia latina. Por ejemplo, la República Dominicana tendrá representación por primera vez.
Otro crecimiento significativo en el programa del mercado “cannois” serán las proyecciones 3D, que alcanzarán las 65, incluídas algunas también de América Latina y España. En su balance previo, el evento anuncia entre sus inscripciones nada menos que 2.300 películas terminadas y 1700 en preproducción o rodaje, provenientes de todo el mundo.
También estarán, naturalmente, las distintas propuestas iberoamericanas que participan en el programa oficial propiamente dicho, el de las diversas secciones: Oficial a Concurso, Una Cierta Mirada, Quincena de los Realizadores, Semana de la Crítica…, encabezadas por la coproducción hispano-mexicana de Alejandro González Iñárritu “Biutiful”, protegida por un manto de inusitada discreción por sus productores… y eso que su director, conocido por “Amores perros”, “21 gramos” y “Babel” ha declarado con entusiasmo que es “mi mejor película”. Veremos si los demás son de su misma opinión, pero lo que no se puede discutir es que el film que protagoniza Javier Bardem es el único dirigido por un iberoamericano de los que compiten por la Palma de Oro, en este festival tan poco propicio a los acentos latinos.
Lejos del apartado rey, las propuestas se amplian notablemente. Fuera de Competencia y como sesiones especiales se verán “Abel”, primera realización de ficción del mexicano Diego Luna, ya estrenada en Sundance, el trabajo colectivo brasileiro “5 x Favela por nos mesmos” (apadrinado por Carlos Diegues) y el documental “Nostalgia de la luz”, del chileno Patricio Guzmán.
En Un Certain Regard (Una Cierta Mirada) cuatro son los títulos elegidos, dos de ellos argentinos, el tercero peruano y el cuarto portugués: “Carancho”, de Pablo Trapero (que bien pudo estar en competencia), “Los labios”, de Iván Fund y Santiago Loza; “Octubre”, de Daniel y Diego Vega, y “Angelica”, del centenario portugués Manoel de Oliveira.
Pero es en la Quincena de los Realizadores donde español y portugués se oirán más a menudo: “Año Bisiesto”, de Michael Rowe (México); “Somos lo que hay”, de Jorge Michel Grau (México); “Alegria”, de Marina Méliande y Felipe Bragança (Brasil); “La casa muda”, de Gustavo Hernández (Uruguay); “La mirada invisible” , de Diego Lerman (Argentina) y “Todos vós sodes capitáns”, de Oliver Laxe (España).