Por Javier Tapia Sierra
Ernesto Ardito y Virna Molina nos entregan un relato inteligente y emotivo con la película documental “El futuro es nuestro”. La trama nos ubica en el Colegio Nacional de Buenos Aires, una de las instituciones educativas con más renombre de la Argentina durante los convulsos años setenta en dónde los golpes de estado y gobiernos represivos eran cosa común en Sudamérica y diversas partes del mundo. Los protagonistas del filme son varios exalumnos y algunos de sus familiares y conocidos que vivieron esa época entre el éxtasis y el horror y cuyas marcas siguen estando frescas a pesar de los años que furibundamente siguen pasando.
El Colegio Nacional de Buenos Aires, con su arquitectura imponente y pulcra fue el escenario que muchos jóvenes tomaron por sorpresa para hacer militancia y recordarle a la sociedad que la política no servía a los intereses de unos cuantos y que su verdadero sentido era lograr un mundo mejor. Jóvenes unidos por ideales que muchos adultos ponían debajo de la cama para nunca más tenerlos presentes, jóvenes atrevidos y valientes con inexperiencia y a veces ingenuidad pero motivados y auténticos, jóvenes que no llegaban ni a los veinte años y que muchos de ellos jamás pudieron alcanzar esa edad.
Las imágenes poéticas de la película nos sumergen en los recuerdos de los sobrevivientes y nos hacen ver que la mayoría de ellos perdieron su juventud antes de tiempo. Sería más correcto decir que su juventud les fue arrebatada con violencia en manos de aquellos que en teoría están para proteger y guiar a los jóvenes a pesar de las diferencias generacionales. Diferencias que se notaban en la música, la vestimenta, la manera de pensar y en todo aquello que nos da identidad. Y estas formas nuevas de ver el mundo fueron aplastadas y los ecos de las almas que se iban perdiendo resuenan en la música triste que inunda la película. Sin embargo no es una música triste que nos busque manipular, más bien busca hacernos reflexionar a todos aquellos que ahora somos testigos y conocemos a las víctimas que por años permanecieron olvidadas.
Ernesto y Virna nos tienden un puente que busca unir generaciones a través del diálogo y la reflexión utilizando diversos recursos que van desde el archivo usado de una forma atractiva y a la vez solemne, ilustraciones, entre otros, todos ellos presentados con destreza que vuelven humano y dan sentido a un momento de la historia lleno de miedo y dolor. Conociendo ese miedo y transformando ese dolor para darle voz a los que se fueron, a los que se quedaron y a los que vendrán es cuando se podrá gritar a todo pulmón que el futuro es nuestro.
“El futuro es nuestro” se presentó en el pasado Festival de la Memoria en Cuernavaca.
TRAILER EL FUTURO ES NUESTRO / THE FUTURE IS OURS from Ernesto Ardito y Virna Molina on Vimeo.