Por Serguio Huidobro

Según la última numeralia presentada por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), 51.2 millones de mexicanos son usuarios de internet, cifra apenas inferior a la mitad de la población. El tiempo promedio de conexión es de 5 horas con 36 minutos, algo así como el 70% de una jornada laboral. Es un lapso que rebasa tres veces el tiempo entregado, en promedio, a la radio y la televisión.

Para Jorge Sánchez, cabeza del Instituto Mexicano de Cinematografía, este es el camino natural para el futuro de la distribución de cine mexicano. Él se ampara, por un lado, en los datos arriba señalados; por el otro, en datos que le atañen a él directamente: de las más de 120 películas producidas por el Instituto en 2013, más de 40 no han logrado estrenarse en pantallas tradicionales y muchas de las estrenadas no encontraron jamás el público que necesitaban, lo merecieran o no.

Mediante dos programas de asociación internacional, el IMCINE aspira a incrementar, o al menos recuperar, segmentos importantes de público para el cine hecho en México por medio de plataformas digitales:

Ibermedia Digital

En asociación con el Programa Ibermedia, comienza operaciones en marzo próximo. Está dirigida a docentes, investigadores, estudiantes y profesionales de instituciones educativas, culturales y formativas en México y otros países de América Latina. Estarán disponibles 260 títulos, incluyendo las temporadas 1-5 de Ibermedia TV y 58 documentales de DocTV.

Filmin Latino

Un proyecto estratégico es FilmIn Latino, que se lanzará en abril de 2015, unas semanas después de Ibermedia. Será un sistema de exhibición de cine en línea, dirigido a usuarios individuales con diversas modalidades de suscripción, entre gratuitas y pagadas. No se ha dado información sobre los precios, pero la plataforma aspira a replicar modelos de negocio de plataformas como Netflix, Mubi o su hermana directa, FilmInEspaña Esta plataforma contará con un catálogo de cine mexicano y del mundo. De acuerdo a lo indicado por IMCINE, México será la punta de la lanza, para después continuar con América Latina.

El objetivo es generar estrategias comerciales que incentiven ver cine mexicano en línea con un catálogo atractivo y estándares de alta calidad en  imagen y sonido, y FilmInLatino contará con blogs con temas de actualidad de la industria fílmica y sus realizadores a nivel nacional e internacional.

En cuanto a la aplicación inmediata y continuidad de estas iniciativas, Sánchez afirmó que todo está en marcha, aunque no descartó que existan ajustes presupuestales sobre la marcha, “derivados de la situación económica” de las últimas semanas.

 “Cinema México – Michoacán”

A pesar de una audiencia que superó los 30 millones de espectadores en salas en 2013, y de un resultado similar en el año que está terminando (unos 27 millones, en cálculos optimistas), el Director del Instituto Mexicano de Cinematografía, Jorge Sánchez, sabe que la pelea del cine mexicano por las pantallas comerciales no es ninguna batalla ganada, y para ello le ha dado un giro particular a la estrategia: en vez de reforzar la lucha por el tiempo de exhibición en multi-salas, se promoverán circuitos de proyección y modelos de distribución enraizados en las nuevas tecnologías, las plataformas en línea y los espacios comunitarios.

El 11 de diciembre pasado, entró en funcionamiento el programa Cinema México – Michoacán, una plataforma digital dirigida a públicos familiares en plazas públicas, con un catálogo de 120 títulos nacionales entre largo y cortometraje, series de corte cultural, animaciones y documental que están programadas para dar funciones gratuitas en 99 bibliotecas públicas, 27 casas de cultura, 20 comedores comunitarios y 4 cineclubes en 103 municipios de Michoacán; de esta forma, la industria cinematográfica estatal forma parte de la polémica estrategia integral que el gobierno federal implementó en meses recientes en la entidad.

Al ser cuestionado sobre el papel real y efectivo de esta estrategia en el restablecimiento del tejido social michoacano, Jorge Sánchez asegura que “una contribución palpable es que, en una región azotada por la violencia, la gente simplemente deja de salir a las calles, se encierra en sus casas en cuanto llega la noche (…) el asistir a funciones de cine gratuitas, públicas, reaviva las ganas de salir a las calles, de congregarse y de reactivar algún sentimiento de comunidad, de hablar por un momento de otras cosas [no relacionadas con la ola de violencia]”

Según datos del propio IMCINE, la asistencia conjunta a las proyecciones hasta ahora ha sido de unas 63 mil personas. En muchos casos, el programa se ha sumado a otros programas gubernamentales como la Cruzada contra el hambre, los Librobuses, cuentacuentos o la exhibición itinerante de carteles de cine mexicano.

FOTO: Imcine