Desde Tlalpujahua, Mich.; Leticia Carrillo
El homenaje a Fernando Méndez, con motivo del centenario del nacimiento del cineasta michoacano y la proyección de su obra maestra, El Vampiro, cerraron las actividades del exitoso festival de cine fantástico y de terror Mórbido Tlalpujahua 2008.
En la ceremonia estuvieron presentes los familiares del director de cintas como Ladrón de cadáveres, El ataúd del vampiro y Misterios de ultratumba; así como el historiador, escritor y crítico cinematográfico Eduardo de la Vega Alfaro quien ofreció al público una semblanza del cineasta.
“Fernando Méndez fue el primero que aportó una serie de obras al cine fantástico y de terror desde el flanco mexicano a escala mundial y lo hizo con una enorme dignidad, con una gran capacidad, con una gran pasión, con un enorme talento y amerita ser el padrino desde la tumba de este festival cuyos contenidos fantásticos nos remiten a esta larga tradición” afirmó Eduardo de la Vega Alfaro.
El escritor señaló que Méndez trabajó en Hollywood como maquillista de algunas películas de la serie Z como Marihuana del director Dwain Esper, -hoy una película de culto para los aficionados a estas cintas-. A su regreso a México escribió varios guiones y para la década de los 40 en la década de los 40 guiones, realizó algunas películas como Las calaveras del terror, donde ya se podía advertir la mezcla de elementos, como el western y el terror, que desarrollaría en épocas posteriores.
“Don Fernando Méndez es una figura clave de la historia del cine mexicano como industria y del cine mexicano fantástico y de terror…¿Porqué Fernando Méndez logró a diferencia de otros de sus colegas en México y América Latina la calidad de sus trabajos? La clave parecer ser entre otras, en el Michoacán de la época en que él nació, estaba my extendida la tradición de la narración de leyendas, de mitos, seguramente él las percibió, las asimiló y después pudo narrarlas a través de la pantalla” señaló el historiador.
Asimismo, indicó que Ladrón de cadáveres recoge la tradición del cine de terror con cintas como El fantasma del convento (Fernando de Fuentes, 1934) y El misterio del rostro pálido (1935), además de que en la cinta, escrita por él mismo junto con Alejandro Verbitzky, se encuentra una simbiosis de dos géneros que resultaría muy exitosa para la época: el cine de terror y fantasía y la lucha libre.
Méndez, remembró De la Vega Alfaro, inspirado en un caso de su familia, fungió como coguionista de Los tres García, ahí traba amistad con el que sería productor de El vampiro, Abel Salazar, quien lo contrató para realizar esta cinta basándose en unas referencias Hollywood. De esta manera Méndez, siguió el camino, durante su última etapa como director, de la realización de películas del género “a las que el tiempo les está haciendo justicia, porque son excelentes películas a pesar de haberse hecho con muy poco dinero”.
“Fernando Méndez es el ejemplo de alguien que siempre puso adelante el profesionalismo, la pasión…el cine mexicano de terror no ha tenido muchos grandes nombres a diferencia de otras cinematografías, como la de Hollywood por ejemplo, pero sin duda el nombre de Fernando Méndez encabeza la lista de los grandes cineastas de fantástico y de terror mexicano, una lista a la que a través de mucho tiempo se le pueden agregar nombres como el de Guillermo del Toro, que por lo demás siempre se ha declarado alumno tributario de las películas de terror de Fernando Méndez”.
Por su parte, Fernando Méndez Jr., quien trabajó con su padre Vampiro relató que esta fue su primera participación como productor ejecutivo en una película, cuando tenía veinte años. Comentó que cuando estaban preparando la película Abel Salazar, productor de la cinta, fueron a ver una obra de teatro donde un actor poco conocido se presentaba, desde el momento en que Salazar lo vio supo que él sería el protagonista del clásico de terror mexicano. El actor se llamaba Germán Robles y hasta la fecha es conocido como El Vampiro.
Méndez Jr. agregó que las locaciones exteriores de las secuencias del tren en El Vampiro se ubicaban en las inmediaciones del Ajusco, en la delegación Magdalena Contreras y el resto de la historia, incluyendo el pueblo de Los Sicomoros, se recrearon en sets gracias al trabajo del escenógrafo Gunther Gerszo. Además, desde el principio, el director y el productor planearon la filmación de la continuación de la historia y así se lo hicieron saber al guionista, Ramón Obón.
“Hay una serie de detalles que hablan del conocimiento profundo que tenían del género tanto Ramón Obón como Fernando Méndez para no caer en tanta convención sino para darle un giro y es meritorio, esta ausencia del gesto del vampiro se desplaza al gesto de éxtasis entre místico y hasta sexual de Alicia Montoya al momento de clavarle la estaca, entonces adquiere una connotación dentro del género muy interesante, todos esos detalles son los que hacen única a la película, le dan su rango de obra maestra dentro del género” consideró Eduardo de la Vega Alfaro acerca de la significación del final de El Vampiro.
Correcamara,com presente en Mórbido Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Tlalpujahua 2008.