Por Yunior Smith Rodríguez
Especial. Festival de La Habana-CorreCamara.com

La Habana. Hermosa. Esa es la palabra para describirla. Pero Adriana Paz, protagonista del filme mexicano “Las horas muertas”, que en estos días se exhibe en el festival de La Habana, como parte de los largometrajes de ficción en concurso, además de impresionantemente atractiva, es una mujer talentosa, agradable y excelente comunicadora. Esa última característica la descubrí nervioso, como siempre se está frente a una estrella, cuando le pregunté si accedería a concederme una entrevista. Su respuesta, una sonrisa.

¿Cuán difícil le resultó el personaje de Miranda en Las horas muertas?

Por lo general, recibo personajes muy dramáticos e intensos. En este caso, Miranda es más ligera, y contrario a lo que pudieran pensar que podría ser más fácil de interpretar, esa fue precisamente mi dificultad: hacer que esa ligereza y tono ligero y poco melodramático de Miranda, fuera natural. Estoy acostumbrada a interpretar personajes más intensos y las logro más rápido. Entonces ese fue mi reto. Pero hablé con Aarón, el director, me la fui imaginando, y como suelo hacer, cuando llego al lugar de la filmación salen nuevas ideas que uno no imaginaba. Los lugares, el vestuario, los compañeros, todos van ayudando a construir el personaje que ya tienes pensado y a veces cambia. Por eso tienes que estar preparado para fluir y no casarte con la que ya planeaste.

¿Cuánto significa esta película para su carrera?

Muchísimo, porque es mi primer protagónico y la película tiene un recorrido significativo por festivales importantes. Además, en el Festival de Cine de Morelia recibí el Premio a la mejor actriz. Esta película ha sido un regalo inesperado. Evidentemente, cuando supe que iba a ser la protagonista me puse muy feliz, pero todo lo que ha pasado, los premios, son como el principio de una nueva etapa para mi carrera.

Después de haber ganado premios con esta película en otros festivales, ¿por qué venir al Festival de La Habana?

Pues porque la escuela de Cine y el ambiente cultural que hay en Cuba son muy importantes y… ¡todo el mundo quiere venir acá! Además, yo me perdí todos los festivales donde participó la película porque estaba embarazada, en el último trimestre de mi embarazo. Recién nacido mi bebé, el productor me preguntó si quería venir a Cuba en diciembre, y le dije «claro, yo quiero», y aquí estoy con niño y todo. Este es un Festival muy importante y Aarón, siente un agrado especial por él.

Es impresionante la cantidad de gente que va al cine, y el tamaño de las salas y las pantallas. La gente hace una cola larguísima para entrar y yo que he estado en el festival de Guadalajara y de Morelia, sé que allí uno solo ve a la gente que hace cine y no al público en general que quiere verlo; son los directores los que van a ver el trabajo de los otros, pero aquí la gente viene y no se pierde las películas. De hecho el director y el productor me comentaron: «te va a encantar el Festival de La Habana, lo vas a disfrutar mucho, porque la gente tiene otra manera de ver las cosas y otro contacto con la cultura, con el cine y son muy honestos con sus opiniones». Por eso estaba muy nerviosa, porque pensaba, si no les gusta la película me lo van a decir en el momento. Sin embargo, me han dicho que les ha gustado.

¿Cómo fue la experiencia de actuar con un actor tan joven como coprotagónico y realizar las escenas de sexo?

Siempre es difícil desnudarse, en todos los sentidos, pero, físicamente, quitarte la ropa y aún más si tienes que compartirlo con otro compañero, es muy difícil. Mas solo al principio, después te vas relajando. Intenté que hubiera una relación de respeto entre los dos y la hubo. Como siempre, Aarón fue muy cuidadoso. En los rodajes de esas escenas, solo estábamos Aarón, los fotógrafos, y los chicos de vestuario, que en cuanto terminábamos de filmar, corrían a cubrirnos. El actor y yo hablábamos antes de cada escena, porque estábamos muy nerviosos, pero como la mayor era yo, debía tener cordura y darle la seguridad a él. Me sentía en la obligación de cuidarlo. Más que preocuparme por mí, lo hacía por él, Yo había hecho desnudos y él no, entonces yo hacía como de hermana mayor ayudándolo a él que era muy niñito: cumplió los 17 años durante la película.

¿Qué trabajos tiene en planes para el próximo año?

Hay una serie y una película, nada seguro. De regreso voy a reintegrarme después del nacimiento del bebé. Por eso voy a hacer casting. Así nos la pasamos las actrices allá. Cuando empiezas a hacer trabajos aparecen propuestas de directores que quieren trabajar con uno. Ahorita no hay nada seguro, y tampoco estoy ansiosa por empezar porque estoy combinando mi nueva etapa como mamá con mi profesión y veremos qué pasa.

Ahora que es madre, ¿podríamos esperar una nueva Adriana en pantalla?

Seguro que sí. Desde que sabes que estas embarazada, la vida te cambia. De hecho la última película que hice estaba embarazada, y no lo sabía, para ese entonces, hacía un personaje que tenía tres hijos y uno era un bebé. Si hubiera sabido las cosas que sé ahora que soy madre, mi personaje hubiera sido mucho más rico, porque hubiera podido incorporarle mi experiencia. Entonces, sí, la visión de tu vida cambia, tu cuerpo cambia… Seguramente va a enriquecerme como mujer, como persona, porque voy a aprender y estoy aprendiendo cosas que no me pasaban por la mente antes de ser madre. Trabajaré porque mi desempeño como actriz sea mejor. Ahora que me dieron el Premio a la mejor actuación el Festival de Morelia, digo, ¡madres! Ahora tengo que esforzarme más, porque si ya llegué a un nivel o ellos lo consideraron así, tengo que esforzarme más y no puedo aflojar.

Más allá del Festival de La Habana, ¿Cuba, qué le parece Cuba?

Quiero conocer y quiero ir a La Habana Vieja ¡ya! ¡Quiero bailar! Me gusta. La verdad es un lugar que quería conocer y estar aquí, además, trabajando, haciendo lo que más me gusta, hacer cine, es como un sueño. Estar en el Hotel Nacional de Cuba me hace sentir una estrella. Me siento feliz y claro que voy a regresar. Espero que me inviten a más festivales.