Por Julio Vázquez
Entre lo que más me puede encantar y enamorar del arte, están las colaboraciones; dos o más mentes que en un principio podrían parecer completamente opuestas, y que terminan por crear algo en conjunto a través de formas e ideas que pueden maravillar a más de uno.
Tal es el caso de Agnès Varda y JR: la primera, conocida como la dama de la Nouvelle Vague (movimiento cinematográfico que surgió en Francia a finales de los cincuenta, donde los directores experimentaban con nuevas formas para transmitir sus ideas), francesa de cabello bicolor, pionera entre las directoras y cine feminista. El segundo, fotógrafo y artista urbano francés que nunca se quita su sombrero y lentes, mejor conocido por impimir retratos para crear enormes murales en blanco y negro. Ambos se conocieron en 2015, entablando una amistad a través de sus diferencias, como la negativa de JR a mostrar sus ojos, y la necedad de ella por pedirle que lo haga, lo que le recuerda a Godard en los años 60, y esa parte de sus vidas en la que cuestionan y celebran lo humano a través de su arte.
Así fue como nació ‘Faces Places’ o ‘Visages Villages’, documental que nos lleva de roadtrip por Francia en la búsqueda de hermosas historias de gente común, siendo retratadas por medio de fotografías e impresiones enormes, gracias a un curioso camión con una cabina fotográfica e impresora dentro.
Con esa “simpleza” podría no llamar la atención de muchos, pero se encuentra entre las mejores películas del año pasado, incluso se prevé que pueda ganar el Oscar a Mejor Documental. Aunque más allá de ello, la película es un retrato de la vida, de eso que nos humaniza y nos da identidad, de la amistad y de cómo rememorar lo vivido, manteniendo un contraste entre lo nuevo y lo antiguo: Varda compartiendo historias, entablando vínculos con los elegidos para fotografiar, recordando sus viejas imágenes y aventuras, y JR tomando retratos para crear piezas en los lugares adecuados y que con ello trascienda el valor emocional. Es así como vemos las ideas fusionarse, desde la historia de una rebelde que no quiere dejar su hogar, hasta el recuerdo de amor con Jean-Luc Godard, pasando por la timidez de una camarera o la fortaleza de trabajadores de una fábrica de sal.
Con casi 90 años de edad, Varda comienza a padecer la ceguera y a no soportar largas caminatas, JR, con 34 años, pareciera ser todo lo contrario; extremos que a pesar de las diferencias logran unificarse a través de la pasión, de donde destacan las charlas entre el joven aprendiz, quien aporta la curiosidad y los ángulos, y la sabia revolucionaria que continúa soñando, siendo uno de los elementos más destacables del filme: Ella enseña, lo guía e incluso por momentos lo abraza, él la inmortaliza, curiosea para saber lo que se pueda y presiona para siempre ir más allá.
Ambos abordan temas como el miedo a morir, el destino, lo efímero del arte, la soledad, nuestro paso por el mundo, la importancia de los pequeños momentos y los sentimientos que emergen de lugares especiales, haciendo que la película sea una poesía de imágenes, música y diálogos.
Un tópico a mencionar es la frescura del documental, en contraposición a los prejucicios que existen sobre cualquier veterano cineasta. Para muchos el nombre de un director clásico es sinónimo a un marcado estilo, el cual muchas veces se nota distinto a lo contemporáneo; sin embargo, Agnès a sus 88 años hace películas como si fuera una joven directora menor a los 35. Es dinámica, sencilla, directa, emocional e incluso por momentos política, levantando sutilmente la voz frente a las clases trabajadoras y la riqueza mal distribuida.
Finalmente, sin el afán de arruinar su final, pero sí con muchas ganas de mencionarlo… es perfecto, poético y sumamente emblemático. Un momento que no se anticipó y carga con la vulnerabilidad provocada por el pasado, que se abre a lo más profundo, provocando un acto que podría simbolizar la fortaleza entre la amistad de ambos.
‘Faces Places’ es la aventura de dos generaciones de artistas cuyos sueños terminan por ser los mismos. Un viaje de pasión por el arte, de la búsqueda de la belleza en las historias a través del cine. Es una carga de inspiración sobre el pasado, presente y futuro, de aprendizaje y evolución. Un poderoso documental que termina siendo un regalo conmovedor, sabio y sumamente valioso para todo gustoso del arte y el cine.
“I’m looking forward to it. Because that’ll be that.”
Título original: Visages Villages[Text Wrapping Break]Año: 2017[Text Wrapping Break]Duración: 89 min.[Text Wrapping Break]Dirección: Agnès Varda, JR.[Text Wrapping Break]Guión: -[Text Wrapping Break]Fotografía: Roberto De Angelis, Claire Duguet, Julia Fabry.