Foto: David Bowie en “Laberinto” (Labyrinth, 1986)

Redacción. El mítico rockero inglés David Bowie falleció en Nueva York a los 69 años, a causa del cáncer.El fallecimiento fue confirmado por su hijo Duncan Jones a través de un comunicado difundido por las redes sociales en la madrugada de este lunes 11 de enero de 2016.”David Bowie murió hoy en paz rodeado de su familia después de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer”, señala el comunicado. Como homenaje, recuperamos el siguiente texto de Lorena Loeza para recordarlo en Corre Cámara.


Por Lorena Loeza 

Todo empieza en 1969, cuando David Bowie lanza al mercado “Space Oddity” el primer sencillo del artista que lo hace mundialmente famoso. Se trata de un momento importante para la historia reciente: en ese año llega la primera nave tripulada a la Luna y la humanidad entera voltea hacia el espacio buscando algo más que inspiración. El universo parece ahora una realidad tangible, un auténtico objeto de estudio. El sencillo  de Bowie fue usado en aquella memorable ocasión para musicalizar la transmisión de la BBC del alunizaje del Apolo 11, hace 40 años. 

Bowie se encuentra –en aquel entonces- influenciado no solamente por los acontecimientos espaciales. Un año antes, el mundo había conocido “2001 Odisea del Espacio” (Kubrick, 1968), considerada hasta hoy, la madre de todas la películas espaciales. Sobre Kubrick y su sorprendente cinta se han dicho muchas cosas. Pero quizás la más descabellada de todas es que gracias a este espectacular trabajo, el cineasta fue contratado para filmar una secuencia que hiciera creer al mundo, un año después, que los norteamericanos habían llegado a la Luna. El asunto levanta polémica hasta la fecha, siendo considerado uno de los grandes mitos de nuestro tiempo.  

Bowie, por su parte, admite haberse inspirado en  “2001 Odisea del Espacio” para escribir “Space Oddity” que es  mucho más que un sencillo exitoso en su carrera. Narra una desconcertante aventura espacial, donde el Major Tom, un astronauta en misión a la Luna, se deja seducir por el espacio infinito, perdiendo la razón y eligiendo flotar por siempre sin rumbo. Alcanza, por supuesto a despedirse de su esposa. La letra – extraña y sorprendente- casi narrada más que cantada por un Bowie pausado y enigmático, la convierten en todo un clásico de la música contemporánea.  

En realidad, el asunto espacial  termina por dominar  toda esta fase de la carrera de Bowie, llevándolo a otros terrenos, como la creación de una personalidad alienígena alterna, una estrella de rock venida del espacio exterior. “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”,  es el título del álbum que es lanzado al Mercado en 1971. En 1973, Bowie protagoniza a un alien en la cinta “The man who fell the earth” (N. Roeg, 1976). No hay palabras para describir lo adecuado del papel para una persona como David Bowie. Sensible, carismático y con un perturbador ojo de color diferente al otro, resultaba la imagen misma del explorador asustado y sorprendido que viene al planeta buscando agua para salvar al suyo.  


The man who fell the earth

Bowie se alejaría del tema espacial por un rato, explorando nuevas y complejas personalidades alternas. Pero la prueba de que nunca abandonaría del todo la fascinación por esta etapa de su vida, la encontramos muchos años después, cuando lanza al mercado, abriendo la época ochentera, el álbum “Scary Monsters“, super creep,, que contiene el sencillo Ashes to ashes, cuando por fin sabemos que el Major Tom no se enamoró del espacio y se quedó a vivir en él. El hombre inventó toda la historia, porque en realidad es un “junkie” enfermo y adicto, protagonista de una crónica alimentada por detalles sórdidos. 

Es por los años de “Space Oddity” (1971) que nace Duncan Zowie Haywood Jones, hoy cineasta conocido como Duncan Jones y director de  “Moon”  (2009) que le valió un premio BAFTA (British Academy of Film and Television Arts) como mejor director debutante y el premio BIFA (British Indendent Film) como mejor película.  Moon también estuvo nominada al Oscar como mejor película extranjera.  

La película es sorprendente por muchas razones. Duncan Jones  parece haber entendido esta delgada y tenue diferencia entre el homenaje, la relectura y la reinvención. La película en realidad nos recuerda lo que el género  de ciencia ficción es en esencia, más allá de efectos especiales sorprendentes o premisas hipotéticas futuristas. Un drama intimista desarrollado en el espacio y con la Luna como escenario – además de un uso inteligente y creativo de un modesto presupuesto- hacen de esta película una propuesta innovadora y diferente. 

Pero sobre todo, destaca comprobar que Jones no sólo no niega sus influencias, sino que construye un híbrido entre “Solaris”, “2001 Odisea del Espacio”  e incluso  una representación  en prosa de “Space Oddity”.  Lo interesante es que la película acaba por ser todas esas y ninguna, tomando lo que conocemos de cada propuesta y devolverlo nuevo, reinventado y más sorprendente. 

La historia se centra en el personaje de Sam Bell, un minero enviado durante tres años a  una base lunar con la misión de extraer recursos energéticos, en plena crisis terrestre por dicho suministro. Su única compañía será  el ordenador que controla toda la base – con la voz de Kevin Spacey.  Sam está a dos semanas de volver a  casa, cuando empieza a tener visiones extrañas, además de que sufre un accidente del que se recupera para darse cuenta que no está solo… esta vez tiene una extraña compañía, chocantemente parecida a él mismo. 

La película nos lleva a reflexionar no en el espacio, ni su condición insondable, ni sus infinitos misterios; en realidad el viaje inicia y termina con nosotros mismos. Con nuestra propia condición humana exaltada por la soledad. Con nuestro propio lado oscuro, que a diferencia del de la Luna, no siempre está escondido de la vista de los demás. 

Al final,  el espectador puede tener la seguridad de que historia de talento intergeneracional, continuará. Y hasta se puede oír casi imperceptiblemente: … “Can you hear me, Major Tom?”


Filmografía de David Bowie como actor en el cine

David Bowie, cuyo nombre completo era David Robert Jones (Londres, 8 de enero de 1947 – Nueva York, 10 de enero de 2016) fue un destacado músico y compositor, actor, productor discográfico y arreglista. Se le considera una figura solar dentro del rock durante más de cinco décadas, por su innovación, en particular por sus trabajos de la década de 1970, por explotar su apariencia andrógina y por su peculiar voz, además de la profundidad intelectual de su obra.

School Rock Band, 2008
Agosto, 2007)
Arthur y los Minimoys (voz), 2006

El truco final (The Prestige), 2006
Zoolander (Un descerebrado de moda), 2000
Empty (cortometraje), 1999-2000
El secreto del señor Rice, 1999
Everybody Loves Sunshine,  1998
Il mio West,  1996
Basquiat, 1993
Twin Peaks: fuego camina conmigo, 1991
The Linguini Incident, 1991
La última tentación de Cristo, 1986
Laberinto,  1986
Absolute Beginners, 1985

Into the Night, 1984
Yellowbeard, 1983
Merry Christmas Mr. Lawrence, 1983
El ansia, 1982
Gigolo, 1976
El hombre que cayó a la tierra, 1970
The Virgin Soldiers, (sin crédito), 1968
The Image (cortometraje), 1967