Por Ali López
Desde Tlalpujahua
Tercer día de exhibición, “Están Aquí” de Sandra Becerril y “Desde el más allá” de Juan Carlos Blanco complementarían la Sección Alucarda de largometraje mexicano, en una jornada de luces y sombras.
A las dos en punto de la tarde, comenzó el mayor martirio sonoro perpetuado, la exhibición de “Están aquí”, intento de película, de bajísima y malísima calidad, que hizo a más de uno salir huyendo de la sala. Una historia de encierro, una familia en lo que parece ser una bodega, se oculta de la invasión extraterrestre que según el padre han colmado la tierra. Con fragmentos de “La Guerra de los Mundos” de Wells, la historia intenta llevarnos a vivir la locura y desarrollo de la bestialidad humana que sale a flote en una situación de encierro extrema, lo intenta, pero jamás lo logra.
El guion está basado en una obra de teatro de la misma autora, de hecho, el guion fue parte del Taller Fernando Méndez, pero ni así se pudo salvar. No hay una trama concreta, ni un desarrollo de personajes, todos juegan roles clásicos, roles de obras de teatro escolares, con chistes y diálogos para personas de 13 años, y perdón por la gente que rió en la sala, pero entre una pastorela de la comunidad y este texto, no había gran diferencia. La parte cinematográfica jamás se encuentra, la cámara no juega jamás con el lenguaje visual del cine, los actores no dejan su tono de escenario teatral, y la edición es nula, un simple corta y pegar, con transiciones de paquete básico, basta ver la secuencia de inicial de créditos. No se puede hablar de una dirección de arte, ni diseño de producción, muchos menos de un diseño sonoro, el 7.1 del Teatro Cenobio Paniagua sólo sirvió para exponer la nula idea del manejo del sonido, era desastroso, lastimaba los oídos, y así fue insoportable la estadía. Ni un punto a favor de “Están Aquí”, nada, y el dudoso premio que el Jurado y Feratum le otorgaron a Sandra Becerril por mejor guion, habla muy mal de su juicio, y hasta hace creer que fue el premio al compadrismo, sino, véanlo ustedes mismos.
“Dese el más allá”, largometraje producido por la escuela de cinematografía INDIE, fue la luz de la esperanza, pero es un luz aún débil. Aquí sobresale lo técnico, el sonido, el arte, la fotografía, la edición, las actuaciones; todo está apunto. Estos estudiantes de cine que forman parte del crew, demuestran que sí se puede hacer buen cine, cuando se sabe hacer cine (claro, esto no pasa siempre), pero en éste caso, su filme sobresalió tanto por ser el único nacional que de verdad nos entregó una calidad visual importante. Su pecado está, otra vez, en el guion. Hay momentos de la historia que se vuelven nulos, y se autosabotean, el desarrollo de “le mal” es muy flojo, por mucho tiempo uno no sabe a qué se enfrentan los protagonistas, y por lo mismo no hay terror, ni suspenso, ni ganas de seguirlo viendo. Pero al momento en que el clímax llega, la historia de verdad empieza, y de verdad se vuelve algo atractivo, que te mantiene atento y casi al filo de la butaca. Una reedición, como el mismo director comentó después de la proyección, ayudaría bastante, y podría hacer que todo fluyera mejor. Porque hay talento, el arte de Esmeralda Ruíz y la fotografía de Daniel Blanco están a un nivel superior, listo para las grandes ligas. Hay una esperanza, de que esto puede mejorar, y poner en alto la batuta con que se mide el cine de género nacional. Un aplauso, y esperamos ver pronto un mejor corte final y una distribución masiva, pues sin duda alguna, ésta cinta tiene el potencial para llegar a sala de cine y tener un buen recibimiento. En Feratum divirtió mucho a la audiencia, y fue de los films más comentados.
Como extra, mencionaré la proyección de la medianoche, que nos mostró un filme de SexMex, portal de cine mexicano para adultos, traído hasta nosotros por el programador Ulises Guzmán. El morbo dio paso al interés, y el interés al aplauso, pues lo que se mostró en pantalla denotó tanta calidad fílmica que hizo a más de uno (jurados y prensa incluida) que lo visto ahí superaba por mucho a algunos cortometrajes y largometrajes nacionales. Pornografía y Terror sufren de un estigma social, y se aplaude y agradece la apertura de Feratum por traer este tipo de cine, que vaya que convoca, y vaya que causa ideas y reflexiones, una de la sesiones de preguntas y respuestas más interesantes de toda la jornada, donde los halagos y el interés salieron a flote.