Por Ali López
Desde Tlalpuhajua
Feratum 2014 da inicio. Tras una tarde lluviosa, una fría y húmeda noche nos tiene a punto, Tlalpujuhua se rodea de neblina, y las almas en pena comienzan a reunirse en torno al Teatro Cenobio Paniagua, todo está listo. El homenajeado Mick Garris, creador del Masters of Horror y director de films de culto como “Critters 2”, recibe de manos de la gente de Feratum un trofeo que le rinde tributo.
Pero el plato principal ya se posa frente a nuestros ojos, “Der Samurai”, filme alemán dirigido por Till Kleinert. Cinta anunciada con bombo y platillo, no sólo por la dificultad que resultó traerla a México, sino porque significa un estreno latinoamericano, y además la película ha sido galardonada por todo el mundo, en los festivales especializados en el género.
“Der Samurai”, o “El Samurái”, nos cuenta la historia de un joven policía llamado Jakob (Michel Diercks) que tiene que lidiar con una amenaza que se cierne sobre el pueblo, una amenaza que a pesar de no ser sobrenatural, es de lo más peligrosa, mortífera e increíble. Un samurái (Pit Bukowski), con rasgos e intenciones poco claras, es lo que mantiene al pueblo en rotunda crisis. Jakob es un policía honrado, pero al mismo tiempo un joven que parece malgastar su juventud, atrapado en una vida de lobo solitario, que no le permite el goce en el que los demás existen. El samurái llegará para tratar de sacarlo de ese letargo, sin ser nunca lo bastante piadoso y claro.
El film es una mezcla de géneros que van desde la temática de hombres lobo al Slasher, pasando por el gore, el cine de suspenso, y el thriller psicológico. Al espectador se nos mantiene siempre en velo, la historia te va envolviendo poco a poco en su halo de misterio, lo predecible y obvio, pasa, a veces, desapercibido ante el buen manejo del ritmo; Se hace terror, como el terror debería hacerse. Personajes perfectamente construidos y delimitados, con actuaciones, sobre todo la de Bukowski, que rayan en lo exacto. La dirección, el arte, la fotografía, todo se mueve en la misma línea, todo está realizado con sumo cuidado, con una precisión agobiante, en el mejor sentido de la palabra. La dualidad hombre bestia, no necesita de mucho maquillaje, y grandes efectos especiales, ésta es una cinta de hombres-lobo, de hombres-bestia, donde hay buenos y malos, pero ambas partes muestras también su otra cara de la moneda. Aquí es donde, de manera inteligente, sobre sale la calidad en la realización, donde todas las partes se conjugan de buena manera, y nos entregan un producto, en hechura, bastante logrado.
La originalidad de la premisa sobresale, aunque la historia cae en algunos momentos predecibles, este juego del hombre-lobo, víctima-victimario, que sale del molde y el convencionalismo, llena las expectativas; no es otra película más de terror, o un film más de asesinatos sangrientos y personajes dementes; Der Samurai tiene una esencia concreta, bien construida, que bien merece ser reconocida. Así como hay que reconocer que Feratum nos haya traído ésta joya a México.