Cine Mexicano S.A.
  

Por Juan Manuel Badillo
  

Que el guionista de cine sea reconocido y tratado como un escritor de libros cinematográficos y que no lo borren de los créditos en las películas, pidió Beatriz Novaro, o como dijo el argentino Eduardo Sacheri, que por lo menos “no me pongan tan abajo”.
  

Guillermo Arriaga, la voz más radical del Primer Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos, dijo que los guionista deben saber valorar y vender su trabajo, porque “como te vendes te tratan”.
  

Los poco más de 40 invitados de siete países de América Latina y España reunidos en el encuentro, que concluyó el sábado 9 de julio, hablaron también de la calidad del cine iberoamericano.
  

El escritor de “Amores perros”, aclaró que el problema de los buenos guiones no es único de Iberoamérica y que finalmente “tampoco es fácil escribir una buena historia”. Arriaga dijo que el cine latinoamericano debe sacudirse de exotismos que tanto les gusta ver a los festivales internacionales: “por que para mucha gente si las historias de América Latina no son de pobreza o de crítica social no sirven”.
  

El veterano escritor Vicente Leñero, autor del guión de “El crimen del padre Amaro”, que dirigió Carlos Carrera, todavía la película más vista en el país, dijo por su parte que falta buena películas, “que me gusten, que me sorprendan”.
  

Días antes, el cineasta Ignacio Ortiz hizo una demanda más: que el cine mexicano y de pasada el de América Latina, deje de hacer cine “contemplativo”, de imágenes poéticas, pero sin desarrollo de personajes.
  

Otro cineasta importante de México, Carlos Cuarón, guionista de “Y tu mamá también”, filmada por su hermano Alfonso, concluyó que en Iberoamérica nadie vive de escribir y que eso se tiene que remediar de alguna manera: “Tienes que ser un trabajador de muchas cosas, esa es una situación endémica de nuestros países”, indicó.
  

El también director de la película “Rudo y Cursi”, con Diego Luna y Gael García, declaró que los guionistas y el cine de América Latina padecen de fuertes inercias culturales, como “el hecho de que para todo queremos “chiche” (recursos) del Estado, sabemos que hay, pero no hay que abusar”.
  

Marina Stavenhagen, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía y guionista de profesión, consideró urgente que los escritores y cineastas de Iberoamérica se organicen y que sepan “cómo establecer sus contratos colectivos, cómo establecer tabuladores (de tarifas y salarios), cómo darle rigor al trabajo, e incidir en la formación de nuevos guionistas”.
  

Arturo Tekayehuatzin Pérez Buendía, del colectivo mexicano de escritores de cine El Garfio, dijo que el Primer Encuentro de Escritores de Cine de Iberoamérica, que reunió a guionistas de Colombia, Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela y España, va tener una trascendencia en el cine de la región “porque estamos hablando del guión, que es el principio de una cadena productiva fílmica”.
  

En el encuentro de guionistas participaron varios de reconocida trayectoria internacional como el cubano Senel Paz (“Fresa y chocolate”), el argentino Eduardo Sacheri (“El secreto de sus ojos”), el chileno Matías Bize (“La vida de los peces”), y las mexicanas Paz Alicia Garcíadiego (“La virgen de la lujuria”) y Beatriz Novaro (“Danzón”), entre otros.
  

Dos figuras importantes del cine iberoamericano cancelaron su participación en el encuentro en el último momento: el colombiano Víctor Gaviria (“La vendedora de rosas”), y el brasileño Paulo Mantovino (guionista de “Ciudad de Dios”).
  

jbadillo@hotmail.com
  

Foto: Cortesía de Melisa Vargas/El Garfio