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El otrora célebre y prestigioso productor Harvey Weinstein fue sentenciado este miércoles a 23 años de cárcel por un tribunal de Nueva York, presidido por James Burke, días después de que un jurado le considerara culpable de violación. La condena fue leída en presencia de algunas de las acusadoras, testigos y víctimas del magnate, como Jessica Mann, Miriam “Mimi” Haley, Annabella Sciorra, Tarale Wulff, Lauren Young y Dawn Dunning, junto a la descendiente de puertorriqueños Rosie Pérez, quien también fue testigo en el proceso.
En voz baja, Weinstein, fundador de Miramax y The Weinstein Company, se consideró una víctima, y se comparó con el guionista marginado por el Maccartismo Dalton Trumbo, pero admitió no tener “remordimiento en esta situación”, añadiendo que en Estados Unidos “miles de hombres” están perdiendo el debido proceso por un comportamiento sobre el cual “están confundidos”. Y reconoció: “Estoy totalmente confundido. Los hombres están confundidos sobre este tema”.
Por contra, el tribunal tenía las ideas muy claras. El juez Burke sentenció al productor a 20 años de prisión por agresión sexual en primer grado y tres años más por violación en tercer grado.
Durante el proceso, víctimas, testigos y excolaboradores de Harvey Weinstein pintaron un retrato descarnado del hombre que estuvo detrás de películas tan conocidas como “Skakespeare in Love”, “Pulp Fiction” o “Gangs of New York”, como prepotente, obsesionado por el poder, mentiroso, abusador en lo laboral y lo sexual, un auténtico depredador, argumentos que la fiscal principal, Joan Illuzzi, no dudó en subrayar.
Una de las mujeres que denunciaron al productor, Miriam Haley, quien trabajó a sus órdenes como ayudante de producción, pidió al tribunal que propiciara el cumplimiento total de la pena, “porque hay mujeres por ahí que están más seguras si él no está en la calle”. Por su parte, la actriz Jessica Mann testificó que una violación como la que sufrió de parte de Weinstein “no es sólo el momento de la penetración, sino que es para siempre, su impacto es para toda la vida”.
En cuanto a la defensa, los abogados del productor y magnate quisieron dar una imagen opuesta, como benefactor de la sociedad con sus obras de caridad, y recordaron los elogios que al recibir premios le hicieron en su día profesionales del cine como Meryl Streep o Martin Scorsese, agradecidos por su influencia en sus carreras. Intentaron desacreditar a denunciantes y testigos y aludieron a su “multitud de problemas médicos” y al dolor infligido a su familia.
Los medios de Hollywood destacaron que la sentencia de más de 20 años, más otros procesos que tiene pendientes, especialmente el que está en marcha en Los Angeles, significan en la práctica una sentencia a perpetuidad para Harvey Weinstein, de 68 años.