Por Ali López
“La Abducción” (Skinwalker Ranch, Devin McGinn, Steve Berg, USA-2013) es uno de los tantos found footage que se han producido en los últimos años, y como muchos de sus gemelos, es una decepción. El film dice ser uno de los pocos de éste subgénero que versan sobre aliens, y para mí, resulta ser uno de lo más flojos; no alcanza el pavoroso resultado de “The Fourth Kind” (Olatunde Osunsanmi, USA-UK-2009), ni hace gala de la originalidad que mostró “Alien Abduction: Incident in Lake County” (Dean Alioto,USA-1998) en su tiempo.
La historia no tiene originalidad alguna, la mitología OVNI, a pesar de ser tan reciente, parece no generar nuevos tópicos, lamentablemente, igual que el found footage. Un grupo de científicos (más cercanos a lo paranormal que a la ciencia pura) se desplazan a un rancho al norte de Utah, con el clásico paisaje norteamericano, para investigar la desaparición de un niño de 10 años que, según sus padres, ha sido aducido por extraterrestres. Hay cámaras instaladas por todos los rincones de la granja; además de dotar con la más alta tecnología para encontrar cualquier indicio de actividad más allá de lo normal. Los personajes son los estereotipos clásicos de las cintas de terror comunes, La chica en apuros, el héroe anónimo, el obsesivo en búsqueda de la gloria, el granjero loco, y el perro que ladra cuando hay peligro. De los aliens sabemos muy poco, pero cuando descubrirnos su identidad, deseamos no haber sabido algo.
El misterio, suspenso, y trama se va distribuyendo de buena manera, la verdad, hasta un poco más de la mitad de duración, todo es miel sobre hojuelas. Pero después en el álgido momento del clímax, la historia de visitantes de otro mundo termina yendo por la leyenda urbana, la criptozoología, y el clásico pasado de secretos militares. Nada de esto suena tan mal, pero no funciona para la cinta; acaba siendo una mezcla poco apetitosa de colores y sabores que jamás logran coaccionarse; muchas historias no es una. Esto sin mencionar los claros momentos de plena farsa, o humor involuntario para ser más correctos, que tiene el guion, Segmentos de risa, de incredulidad absurda, que rompen con la línea, fracturan el eslabón entre la pantalla y el público.
Al ser una cinta norteamericana, de un presupuesto bajo pero digno, todo brilla a Hollywood; el arte, las actuaciones y la fotografía sobrepasan el término medio. Las actuaciones tampoco son las mejores del siglo, pero al menos, la mayor parte del tiempo, están en el punto necesario para mantener al espectador dentro de la realidad que el film expone. El problema son los efectos especiales, y no porque sean malos, bueno, tampoco son extraordinarios, pero son de CGI de bajo presupuesto, por lo tanto, baja calidad y muy poco realistas. El CGI, o los efectos digitales lo han permeado casi todo, y al considerarse más baratos, se han vuelto opción de las cintas de poco alcance monetario, pero han hecho que el cine de terror, sobre todo el Serie B, pierda su sentido orgánico, “realista” y su alma misma, la esencia que los hacía ser lo que eran. Es ridículo ver a los actores de “La Abducción”, como de muchas otras cintas de género actuales, correr por el set, o la locación entorno a un alíen imaginario, que después se colocara en la postproducción, sin sentir el real terror de un monstruo frente a ellos.
“La Abducción” se estrena el próximo 17 de abril, y parece que así como vino se ira, sin dejar rastro. No es necesario encontrar pruebas de ella, puede irse, nadie la extrañará.