Redacción. Todavía con el aroma de los legendarios martinis que se preparaban en ese lugar al que acudieron figuras de la cultura mexicana durante varias décadas, la casa de Luis Buñuel, localizada en la colonia Del Valle de la Ciudad de México, es a partir de esta primera semana de octubre la sede no sólo de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), sino también de la recién creada Federación Iberoamericana de Academias de las Ciencias y las Artes Cinematográficas (FIACINE), decisión compartida por la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal  y su homóloga española.

Luis Buñuel es uno de los cineastas fundamentales de la cinematografía mundial, a partir de su opera prima surrealista “Un perro andaluz” (1929), a la que siguieron algunas obras notables filmadas en España, pero quien consolidó su carrera como cineasta en México, durante su etapa más prolífica, a partir de su arribo en 1945 en calidad de refugiado republicano de la Guerra Civil española. En México realizó más de veinte títulos, entre los que destacan “Los olvidados” (1950), “Subida al cielo” (1951), “Él” (1952), “La ilusión viaja en tranvía” (1953), “Ensayo de un crimen” (1955), “Nazarín” (1958) y “El ángel exterminador” (1962). Después, prosiguió su carrera en Europa, principalmente en Francia, rodeado ya del reconocimiento internacional, aunque siempre conservó su residencia mexicana como su hogar. Quien fuera proclamado en Cannes con “Los olvidados” y el primer director hispano-mexicano en obtener un Oscar, vivió en esta casa desde 1952 hasta su muerte en 1983.

En marzo pasado, fue el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis Quecedo, quien anunció la decisión de ceder la casa a la Academia Mexicana de Cine durante su intervención en un acto que celebró el 15 aniversario del Centro Cultural España en México, así como los 40 años del restablecimiento de relaciones diplomáticas de ambas naciones.

En aquel momento, Dastis expresó su satisfacción de que la casa en la que el cineasta aragonés Luis Buñuel vivió por más de 30 años en México, ya nacionalizado mexicano, se convierta en “el epicentro de la actividad cinematográfica mexicana y de toda América Latina”.

La casa del cineasta fue adquirida por el Gobierno español en 2010. Después de ser remodelada, reabrió sus puertas en julio de 2013 con el fin de estrechar los vínculos cinematográficos entre España y México.

La firma de los estatutos fundacionales de la Federación Iberoamericana de Academias de Artes y Ciencias Cinematográficas (FIACINE), sucedió en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), también el pasado marzo.

Entre sus principales objetivos está el fortalecer las relaciones cinematográficas en Iberoamérica, así como trabajar para que cada país de la región tenga su propia Academia de Cine. (FOTO: Archivo)

Carlos Fuentes, Buñuel y Julio Cortázar.

Jorge Sánchez, director de IMCINE, Luis Fernández-Cid de las Alas Pumariño, Saúl Juárez Vega, subsecretario de Desarrollo Cultural, en representación de la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, y Dolores Heredia, presidenta de la AMACC.