Por Ale Nava
“Maquinaria Panamericana”, comedia dirigida por Joaquín del Paso, relata la historia de una empresa que se va a la bancarrota y sus trabajadores buscan la manera de salvar su empleo, todo ello en clave de humor negro. Del Paso estudió la licenciatura y la maestría en Cinematografía en la Escuela Nacional de Cine de Lodz, Polonia. “Maquinaria Panamericana” (2016) es su ópera prima y fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale), además ha participado, hasta el momento, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), donde obtuvo el premio FIPRESCI y el Premio Mezcal a la Mejor Película Mexicana. Después de su paso por otros festivales, “Maquinaria Panamericana” llega a salas de cine este 9 de junio. Corre Cámara tuvo la oportunidad de platicar con el director y esto nos comentó.
Corre Cámara: ¿De dónde viene el título de la película?
Joaquín del Paso: Maquinaria panamericana fue una empresa que existió desde los cincuentas. La fundó mi abuelo y después trabajó mi padre. En la crisis de 1995 se fue a la quiebra por la devaluación del peso. Al regresar de Polonia encontré esta locación frente del aeropuerto y me recordó a mi infancia. Parecía que se había congelado en el tiempo y no había desaparecido. Lo que funcionó como detonante para hacer la película.
CC: ¿Cómo es que encontraste el lugar?
JP: Vi este lugar desde el puente del aeropuerto y me llamó la atención. A través de los contactos familiares del mundo de la maquinaria pudimos dar con los directores de la empresa. Nos abrieron las puertas, por a la vez nos informaron que iban a demoler el lugar en cinco meses por lo que teníamos que trabajar rápido. Utilicé mi intuición y me dije “es ahora o nunca”, tenía un nivel de urgencia para mí y para México. Ya que habla de cómo los problemas nos van afectando en la psicología colectiva, no solamente personal. La película cuestiona si nos estamos convirtiendo en un país peor o mejor.
CC: ¿Cuáles dificultades y ventajas tiene escribir una historia colectiva, donde no hay un protagonista destacado?
JP: Me fascinan las películas que tienen muchos personajes y la manera en la que varios directores (muchos de ellos mexicanos) han hecho películas que retratan a un grupo. Es un reto sintetizar cada personaje con su problemática, deseos y miedos en poco tiempo en pantalla. He cambiado de personaje favorito a lo largo del proceso, pero me gusta mucho el personaje de Ignacio, el guardia. Ignacio va en contra de la corriente y busca su propio camino, no sigue a los demás como manada. Delfino también es un gran personaje pues tiene un espíritu de un México que tal vez ya no existe. Aunque haya una crisis hay cosas que se deben seguir haciendo bien, no ve por su propio beneficio, ve por el bien de todos.
CC: ¿Tienes alguna anécdota en Maquinaria Panamericana cuando eras niño?
JP: Aprendimos desde niños a manejar máquinas de construcción y convivimos mucho tiempo con los mecánicos. Había muchos hijos de los trabajadores, era un lugar de juego. Aplastábamos las corcholatas con la aplanadora para hacer tazos de metal o discos. Nos escondíamos en las palas amontonadas, esta empresa tenían un montón de objetos, justo como se retrata en la película. Siempre me gustaron los laberintos de oficinas y caras, creo que de ahí viene mi fascinación por los lugares industriales y del mundo de las oficinas.
CC: ¿Si Joaquín del Paso fuera parte de Maquinaria Panamericana, que puesto tendía?
JP: Yo sería partícipe de crear una nueva micro sociedad. Dar clases de pintura, hacer una película entre los trabajadores. Buscaría a través del arte arreglar una situación.
CC: ¿Por qué decides apoyarte en la comedia negra para desarrollar la historia?
JP: La comedia es parte de mi personalidad . La película absorbió mucho de lo que yo soy, de cómo me divierto. Admiro mucho las películas que te hacen reír y por medio de esa risa te sensibilizan para después introducir temas más complicados. Es una superficie suave.
CC: ¿Qué dificultades representa hablar de temas sociales?
JP: Es una película muy accesible para el espectador, ya que puede ir a divertirse y a reflexionar. El espectador puede verse reflejado en pantalla pues habla del trabajador promedio. Es muy importante no censurarse y no ser condescendiente, tenemos que hablar con la verdad y de los problemas que tenemos. Expresando y poniendo los problemas en pantalla se puede provocar el cambio.
CC: ¿Cómo se definió el trabajo visual de la película?
JP: Frederick Olsson, fotógrafo de “Maquinaria Panamericana”, estudió conmigo, es sueco. Tenemos la misma tradición cinematográfica y hemos trabajado juntos desde hace tiempo. Tengo una comunicación con Frederick personal y visual. Él entendió desde el principio que yo quería hacer una película con mi visión, mi manera de contar y mi manera de mover la cámara. Lo que hizo Frederick fue adaptarse y dar lo mejor de sí con una calidad de foto estupenda.
CC: ¿Qué tipo de público esperas que vaya a ver “Maquinaria Panamericana”?
JP: Es una película abierta para todo tipo de público que quiere ir al cine a relajarse, a disfrutar. También para los que buscan un cine con más contenido y con manufactura impecable. Es una película muy abierta.