Noticine.com-CorreCamara.com

Berlín. De las tres contendientes este lunes por el Oso de Oro en el Festival de Berlín, la coproducción entre Noruega, Suecia y Dinamarca, protagonizada por Stellan Skarsgård, “Kraftidioten”, brilló por su acidez, negrura y sus abundantes cadáveres de mafiosos, en medio de la impóluta nieve. En un registro completamente distinto, el chino Lou Ye, con “Tui Na” incide con emotividad en el mundo de la ceguera, mientras que el veteranísimo francés Alain Resnais patina en un escenario demasiado teatral con “Aimer, boire et chanter”.

La coproducción nórdica de Hans Petter Moland “Kraftidioten”, en la que repite con el guionista Kim Pupz Aakeson y el ya muy conocido fuera de tierras escandinavas Stellan Skarsgård, aqui mismo también como principal intérprete de “Nymphomaniac”, es cine negro impregnado de humor de similar color. Si a ese tono le sumamos el rojo de la sangre, y hay mucha en la película, tendremos que aceptar que el contraste es radical con el blanco de la nieve que cubre los paisajes de esta potente, atrevida y entretenida cinta, posiblemente una de las mayor difusión internacional puede tener después de la Berlinale.

“Kraftidioten” se desarrolla en la nevada Noruega, donde el maduro conductor de un quitanieves, reconocido por sus esfuerzos para despejar las carreteras en invierno como “ciudadano del año” se convierte en héroe justiciero en un terreno mucho más peligroso. Y es que cuando su hijo muere víctima de una supuesta sobredosis de droga, Nils (Skarsgård) no se cree la versión oficial y decide ir a averiguar la verdad, lo que le hace sumergirse en el submundo de las mafias locales relacionadas con la serbia, un terreno en el que es capaz de mostrar la misma entrega y heroísmo, hasta convertirse en vengador. Podríamos estar ante un “thriller” bastante convencional, pero Moland y Aakeson prefieren sazonarlo con humor negro y crítica social, para disfrute del espectador. Nadie debería extrañarse si Hollywood compra los derechos y hace un “remake”.

“Tui Na” (masaje ciego), de Lou Ye, es un acercamiento valiente y sensible al bastante desconocido mundo de los ciegos, a través de diversos personajes que coinciden en un centro de formación en masaje para invidentes. Escrita por Ma Yingli, a partir de una novela de Bi Feiyu, la octava cinta del realizador chino habitual en los festivales, e interpretada por un elenco de actores ciegos y otros que no lo son sigue a estos masajistas y su existencia en medio de la constante oscuridad. Algunos tienen relaciones con personas que ven, y otros entre ellos. Lo que no les diferencia del resto de la población es su realidad en medio de la cambiante realidad china, donde la corrupción es un elemento más. “Tui na” ha sido considerado como uno de los trabajos más accesibles y potencialmente disfrutables en la carrera de este muy contemplativo cineasta chino.

La principal decepción del día vino de la demasiado teatral “Aimer, boire et chanter” (Amar, beber y cantar), del nonagenario francés Alain Resnais. De la mano de algunos de sus actores-cómplices y otras incorporaciones (Sabine Azéma, Sandrine Kiberlain, André Dussollier, Hippolyte Girardot…), el autor de “Smoking/No Smoking” convierte en celuloide una obra de teatro del britanico Alan Ayckbourn, de la que no sólo no intenta distanciarse, sino que la subraya con unos decorados visiblemente construidos en estudio. La historia gira en torno a un grupo de actores aficionados que preparan una nueva obra y que duda en incluir en ella a uno de sus miembros, del que acaban de conocer que sufre un cáncer terminal. Resnais o alienta o no impide que los actores declamen como si realmente estuvieran en un teatro y sobreactúen, para desagrado de un público incapaz de meterse en la historia.