La noche de ayer se realizó a las 19:00 horas, la première de La frontera infinita en la Cineteca Nacional, a la que asistió el fotógrafo Víctor Dávila Camacho. El documental de Juan Manuel Sepúlveda, que ha sido parte de la selección de los festivales en Los Ángeles, París, Toronto, Münich, Guadalajara, Ciudad de México (FICCO) y Morelia, -donde recibió una mención especial del Jurado en 2007- se estrena este viernes en la Cineteca Nacional.


La frontera infinita narra en voz de los protagonistas las vicisitudes por las que tienen que pasar los inmigrantes centroamericanos, hondureños y salvadoreños principalmente, durante su recorrido por las vías férreas de México para llegar a Estados Unidos con la esperanza de mejorar su calidad de vida.


“Hubo momentos difíciles durante en el rodaje porque en la espera de que llegara el tren para que se fueran (los migrantes) pasaban cosas: llovía, sol, hambre, sed; para nosotros era difícil porque no teníamos ese problema pero ellos sí, discutíamos ‘hay que llevarles algo pero no podemos influir en la realidad que estamos fotografiando, registrando’. Finalmente decidimos ayudarlos teniendo el peso que estábamos modificando la realidad pero valorábamos más la condición humana que un principio ético del documental” expresó a Correcamara.com Víctor Dávila al término de la proyección.


El documental da cuenta de los abusos de los policías mexicanos con los inmigrantes quienes tienen que enfrentar una realidad geográfica y cultural distinta a la de sus lugares de origen. Estas condiciones más la soledad con la que viajan muchas de estas personas, se vuelven obstáculos insalvables sobre todo para los menores de edad, lo que los hace más vulnerables.


Muchos no llegan a vivir el american dream que el sistema económico imperante tiene deparado para los ciudadanos de países tercermundistas: algunos se quedan en el camino víctimas de la deshidratación, inanición o enfermedades y accidentes comunes entre los viajeros. Otros más, de los cerca de 500 mil personas que realizan este éxodo cada año, persisten en su anhelo de alcanzar la frontera norte de nuestro país; uno de ellos aconseja a sus compañeros en La frontera infinita: “Yo siempre les digo que no hay que mirar para atrás, siempre para el frente, siempre al frente”.


“Tú tienes que ser honesto con la gente, decir ‘yo estoy haciendo un documental, mi intención es ver qué es lo que está pasando con este movimiento social a través en México’ y la gente se abre” comentó Dávila Camacho acerca de la postura de los inmigrantes al inicio del rodaje de La frontera infinita.


“La situación de seguridad en Centroamérica es difícil, de donde más sale el movimiento migratorio es de Salvador y Honduras, de Costa Rica porque es más lejos disminuye sin embargo, el Salvador es todavía más peligroso: la mara, todo el mundo trae armas, Honduras es más tranquilo, (por eso) decidimos salir de Honduras” expresó el fotógrafo sobre su determinación de comenzar el recorrido en ese país centroamericano.


Este documental digital se filmó durante un mes con un costo total de 800 mil pesos reunidos con fondos del FOPROCINE, el FICCO, La Organización Internacional para las Migraciones y el CUEC que también realizó apoyos en especie.


El director Juan Manuel Sepúlveda nació en Pachuca, Hidalgo. Estudió en el CUEC, especializándose como documentalista. En el 2006 obtuvo el Ariel al Mejor Cortometraje Documental por Bajo la tierra, mismo que recibió Mención Honorífica en el Premio José Rovirosa que otorga la Filmoteca de la UNAM. También es director de la productora Fragua Cine, dedicada al cine documental.


Dirección: Juan Manuel Sepúlveda.
Producción: Patricia Coronado Nóbregas, Jerónimo Rodríguez.
Guión: Juan Manuel Sepúlveda Martínez.
Fotografía: Juan Manuel Sepúlveda, Víctor Dávila.
Edición: Roberto Bolado.
Sonido: Aurora Ojeda, Armando Narváez.
Música: Arturo Villela Vega.