Por Leticia Carrillo


Claudia Llosa, directora de La teta asustada, afirmó en Guadalajara que haber ganado el Oso de Oro y el Premio FIPRESCI en el pasado Festival Internacional de Cine de Berlín, le comunicó a Perú la importancia que estos galardones y el certamen cinematográfico tenían en el mundo.


La cineasta agregó que su segundo largometraje se ha convertido en un motivo de orgullo nacional y que en la semana de su estreno en Perú, metió 95 mil personas al cine (en un país con una población de 28.5 millones de habitantes). Lo anterior, a pesar de que su película no recibió apoyo en Perú antes de regresar de Berlín.


La sobrina del escritor Mario Vargas Llosa, definió a su película como la “pugna por vivir sin dejar de ser uno, mantener la identidad y la capacidad del pueblo peruano por sobrevivir”.


La teta asustada narra la historia de Fausta, hija de una mujer que fue violada durante la “Guerra del “Terrorismo” en Perú. Fausta sufre de una enfermedad conocida por los campesinos peruanos como “la teta asustada” o “enfermedad del miedo”, que no permite que la joven olvide su trágico pasado.


Sin embargo, a partir de la muerte de su madre, Fausta tendrá que enfrentar sus temores por lo que para evitar ser tocada por alguien, introduce a su vagina una papa que para ella representa un escudo protector.


Llosa compartió con los periodistas que, gracias a la obtención del Oso de Oro, Alemania ofreció su ayuda económica para la construcción de un Museo de la Memoria en el que se rescaten los testimonios de la cruda y violenta época que vivió Perú en los ochenta, marcada por la crisis económica y el surgimiento de diversos grupos subversivos como Sendero Luminoso y Tupac Amaru. Sin embargo, el gobierno de su nación aún no la ha aceptado.


De acuerdo a la realizadora, esto habla de la imposibilidad existente en algunos sectores de la sociedad peruana por “enterrar el pasado de una manera digna” aunque opinó: “es importante enfrentarnos a la herida, querer hablar de ella, atrevernos a decir qué pasa, porque de la memoria aprendemos para poder seguir adelante y mirar de una manera limpia”.


Claudia Llosa añadió que para ella no fue complicado conjugar en una unidad a los diversos mundos que aparecen en su cinta: “es muy curioso, cuando los productores veían el proyecto me decían: ‘¿cómo vas a lograrlo?’, pero para mí no fue difícil porque así es el Perú y creo que un país hermano como México se puede identificar porque las fronteras entre las culturas están muy difuminadas y los diferentes mundos conviven entre sí.”