Por Leticia Carrillo


El director Felipe Cazals manifestó que ante el estreno de su más reciente filme, ‘Chicogrande’, que llegará a los cines el 28 de mayo con 100 copias, se siente “contento pero algo nerviosón porque nunca se sabe lo que va a pasar, las películas como los toros, no tienen palabra de honor”.


Asimismo, se mostró confiado en que, a pesar de competir en condiciones adversas frente al cine estadounidense, la cinematografía nacional no va a extinguirse: “pero la figura de la industria fílmica mexicana, tal y como la conocimos en el siglo pasado, desapareció y no volverá nunca, eso se acabó, ahora estamos frente a otra forma de producir. Pero no se preocupen, el cine mexicano se renueva siempre y ahora hay, por lo menos, diez promesas de excelencia entre los directores mexicanos, ya lo verán”, afirmó el cineasta galardonado con el Ariel de Oro 2010.


Sin embargo, Cazals se sumó a las voces que pidieron reformar de manera integral la legislación mexicana en materia cinematográfica: “se necesitan nuevos cineastas, nuevas formas de ver y hacer cine, y nuevo público, pero para que los tengamos necesitamos equidad en las condiciones de distribución y exhibición porque si no, los productores no reciben su inversión y los cineastas no pueden filmar. Es sencillísimo de entender, el cine norteamericano cuenta con el 97 por ciento de las salas y el mexicano sólo el 3 por ciento”.


Finalmente, explicó parte del discurso que ofreció durante la ceremonia de Entrega de los Arieles: “Yo entiendo por delirio a lo que casi siempre te dice un productor: “eso no se puede filmar; eso no hay manera de pagarlo: eso ¿cómo lo vas a resolver?” Parece que el realizador está en estado de delirio cuando explica cuál es su ambición, pero afortunadamente el cine no está hecho de ambiciones está hecho de delirios”.


El más significativo de los galardones


A continuación presentamos las palabras que Felipe Cazals emitió la noche del martes 13 para agradecer el Ariel de Oro, entregado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas:


“No hay nada como ser festejado por la familia y en casa, una casa como la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas que cada año distingue con el Ariel lo más sobresaliente del cine nacional…”.


“…Este galardón que me conceden hoy mis pares es el más significativo de todos los galardones recibidos en mi carrera profesional, resume todos mis esfuerzos y casi todos mis descalabros comenzando por lo que no debí haber filmado o lo que debía haber filmado mucho mejor…”


“…Resume también la suma de todos mis arrebatos persiguiendo en cada episodio aquello tan irrisorio como que lo filmado se pareciera a lo imaginado, valga decir que su valor residía en lo contrario, nunca imponer un lenguaje que contradiga a lo vivido, incluyendo a lo imprevisto…”


“…Ahora, cuando mi intransigencia me da un respiro y a los que la han soportado les ha dado un bostezo, lamento no haber cumplido con lo prometido; tengo que conformarme con aproximaciones logradas, se necesitaba más empeño, más rigor y un celo profesional a toda prueba…”


“…Por fortuna el cine que amamos no se reconoce por sus ambiciones sino por sus delirios, su meta no es responder con acierto sino consentir hasta lo irreal para convertirlo en apasionamiento, por eso nada se compara con la satisfacción de observar en los oscuro de la sala a algún espectador devorando una imagen de la cual no se podrá desprender nunca. Esto reconforta tanto como el amor de mi mujer, la fibra de mis colaboradores y la solidaridad de mis cuates de toda la vida…”


“…Larga vida a la Academia Mexicana de Artes y Ciencia Cinematográfica, casa de todos los cineastas, fiel garante de la justa recompensa para un cine mexicano que siempre será nuestro auténtico reflejo. Muchas gracias…”