Por Ernesto Medina
La muerte, las mentiras, las transas y la corrupción son temáticas abordadas por la película Morirse en domingo, segundo largometraje del director mexicano Daniel Gruener (Sobrenatural, México 1995).
El deceso de Julio (Fernando Becerril) un domingo es el inició de un
sin número de dificultades para la familia Salas y en particular para
Carlos (Humberto Busto), ya que en un día de asueto, como tal, el
realizar cualquier trámite mortuorio es tan complicado como encontrar
una modesta funeraria. Al contratar los servicios de la agencia El corazón de Jesús,
el sobrino del fallecido, tendrá que realizar los servicios fúnebres
con el transa de Joaquín (Silverio Palacios) y de paso conocerá a su
hija Ana (Maya Zapata). Es así como empezarán las complicaciones para
Carlos.
Sorprende la forma ácida, las atmósferas lúgubres, las texturas, los
colores, el diseño de los personajes que ha impreso Daniel Gruener en Morirse en domingo.
La cinta nos presenta lo lucrativo que para algunos puede ser la
muerte, y desde luego, lo doloroso que es para su contraparte, pero
sobre todo, el humor negro con el que siempre los mexicanos la
encaramos.
Destacadas son las actuaciones de los protagónicos de la historia,
encontramos a Silverio Palacios dueño de las situaciones, nunca
titubeante, a Humberto Busto fresco y sólido, así como a Maya
Zapata con un gran nivel interpretativo, todo esto complementado con
diálogos precisos y coherentes.
Las compañías involucradas para la creación de esta cinta fueron: Altavista Films, Sueño Películas, Gussi-Artecinema, Santo Domingo Films y el Fondo de Inversión y Estímulo al Cine Mexicano (FIDECINE). Gruener integró a un equipo destacado entre los que se encuentran el guionista Antonio Armonía (Cero y van cuatro, México, 2004); el cinefotógrafo Guillermo Granillo (El crimen del Padre Amaro, 2001); la diseñadora de vestuario Marilyn Fitoussi (Bandidas, EUA, 2005) entre otros.
Distintos puntos del área metropolitana de nuestra capital son el espacio geográfico de Morirse en domingo,
lugares como Tlatelolco, la Lagunilla, la colonia Del Valle, el Bordo
de Xochiaca, San Cosme, el Cerro del Chiquihuite, así como la Habana,
Cuba, dan cabida a la historia.
Después de más de 10 años de que Gruener no estrenará un
largometraje, las condiciones actuales del cine mexicano son
distintas, esto le permite que Morirse en domingo se estrene comercialmente desde el viernes pasado con 220 copias, situación contraria que experimentara Sobrenatural en 1995, con una salida en sólo 47 salas cinematográficas.
Deseamos éxito para Morirse en domingo y muy pronto poder ver el tercer largometraje de Daniel Gruener, que podría ser el proyecto Viva Frankenstein,
trabajo que lleva un buen rato en la congeladora, el cual en la
actualidad tendría una inversión de aproximádamente 50 millones de
pesos y sería apoyado por varias empresas nacionales y extranjeras.