Por Hugo Lara
“Gaspar va a la boda” (Gaspard va au mariage, 2017) es una deliciosa película acerca de una familia muy francesa, extravagante e insólita a la vez. Es el tercer largometraje del cineasta Antony Cordier, quien también es coguionista del filme. “Gaspar va a la boda” forma parte de la competencia de My French Film Festival 2019 (MyFFF), el festival de cine francés que se puede disfrutar gratís por Internet hasta el 18 de febrero.
La trama narra el encuentro de dos desconocidos: Laura (Laetitia Dosch) y Gaspar (Félix Moati), quién la rescata después de que ella se deja esposar en las vías del tren, por una protesta de militantes ambientalistas. Así, Gaspar la convence de que lo acompañe a la casa de su familia y finja ser su novia, para asistir a la boda de su padre. La casa familiar resulta ser una gran finca en medio del campo donde existe un zoológico. Una vez allí, Laura conoce a los dos hermanos de Gaspar, amistosos y pintorescos pero con sus peculiares conflictos: Virgile (Guillaume Gouix), administrador del zoológico, y Coline (Christa Théret), una joven que vive permanentemente bajo la piel de un oso y que guarda cierto amor incestuoso por Gaspar. También, conoce al padre de los tres, Max (Johan Heldenbergh), bohemio y exótico, y a la novia de éste, Peggy (Marina Foïs).
Los días que Laura pasa en el zoológico, mientras se llevan a cabo los preparativos de una boda que parece amenazada, le permite asomarse a la intimidad de este conjunto de personajes, descubrir la enfermedad de Max, o el deterioro de la finca y la decadencia de la misma, expuesto al ataque de algunos perros salvajes que matan a los animales cautivos. Pero sobre todo, Laura se involucra con la sensibilidad de Gaspar y su familia, alegres, simpáticos, pero algo atormentados por el pasado.
En las jornadas que Laura vive con ellos, se abren espacios para la experiencia poética, mediante una conversación, una situación o un baile. El director decanta estos momentos con buen pulso, apoyado en imágenes poderosas visualmente (por ejemplo, el padre se sumerge en un depósito de agua donde se somete a ictioterapia, o terapia con peces), o en características que impone a sus personajes, como la fabulosa piel de oso de Coline.
Hay muchos detalles que hablan de la sensibilidad y la inteligencia de la realización, por su puesta en escena, sus decorados, la fotografía misma y el buen desempeño del ensamble actoral, así como algunas metáforas visuales que se deslizan. Desde su inicio desconcertante (la chica que se deja esposar en las vías del tren), queda claro que no es una película convencional pero accesible a un amplio público. En este sentido, en “Gaspar va a la boda” se pueden encontrar ciertas conexiones con películas como “Los magníficos Tenembaum” (The Royal Tenenbaums, 2001), de Wes Anderson, en el sentido de que se cuenta la historia de una familia insólita, ensimismada en su mundo y sus conflictos poco comunes. En “Gaspar va a la bodfa” esto es pronunciado por el mundo dentro del zóológico, lo que contribuye a darle al filme una pátina de fábula familiar.
Puede verse gratis en el sitio del festival: My French Film Festival 2019 (MyFFF),
Dirigido por : Antony Cordier
Guionista: Antony Cordier, Julie Peyr, Nathalie Najem
Reparto: Félix Moati, Laetitia Dosch, Christa Théret, Johan Heldenbergh.