Por Liliana Chávez

El mes de junio es un mes festivo para la comunidad LGBT, en donde se realizan marchas, actividades y se habla más del tema en general, con el propósito de defender los derechos de todos sin importar la orientación sexual.

El 28 de junio se conmemora como el Día Internacional del Orgullo LGBT desde el año de 1970, como recordatorio de los disturbios de Stonewall sucedidos en Estados Unidos.

En el séptimo arte también se ha asomado a la comunidad LGBT a través de diversas historias, y México es un país que, con el pasar de los años, ha producido cintas donde los personajes manifiestan su pertenencia con el movimiento LGBT.

Las siguientes películas han dejado una marca en el cine mexicano al abordar el mundo LGTB+ y que, con desiguales resultados en cuanto a calidad y profundidad, son historias que han dejado una marca sobre la diversidad sexual en México. En esta lista se encuentran películas de cineastas imprescindibles como Arturo Ripstein, Jaime Humberto Hermosillo, Julián Hernández, Roberto Fiesco o Rigoberto Perezcano.

 

1.  “Los marcados” (1971) de Alberto Mariscal

Al ver “Los marcados” nos enfrentamos a una historia que levantó polémica en su fecha de estreno al ser exhibida a una sociedad que no acepta por completo a la homosexualidad, remarca pues, dos temas que adujen a una controversia: la homosexualidad y el incesto.

“El Pardo” (Eric del Castillo) es el líder de una banda de criminales que acechan pueblos, junto con su pandilla solo acarrean problemas, amenazas y violencia exagerada. Su mano derecha es “El niño” (Javier Ruán), quien en realidad es su hijo, y aunque las acciones que suceden entre ellos dos no son objeto de escenas fuertes, las miradas y algunos movimientos son más que suficientes para decretar que su relación va más allá de un compañerismo de banda criminal.

No hay que olvidar la presencia de “El Marcado”, interpretado por Antonio Aguilar, siendo el héroe de la cinta, vestido siempre de negro y portando un sombrero, trabaja en silencio listo para atacar.

Aunque esta película quedó expuesta a opiniones negativas, es de reconocer que Alberto Mariscal hace un trabajo firme, donde se contraponen los sentimientos y la violencia.

Estuvo nominada al “Premio Ariel a la mejor Coactuación Masculina” y “Premio Ariel a la Mejor Fotografía”.

 

2. “La primavera de los escorpiones” (1971) de Francisco del Villar

Película que causó gran controversia en su momento, por el tema de la homosexualidad y de una escena de pederastia. Basada en una obra del dramaturgo Hugo Argüelles, “La primavera de los escorpiones” fue protagonizada por Isela Vega, Enrique Álvarez Félix y Milton Rodríguez. Narra la historia de dos amantes homosexuales que, durante un viaje a Valle de Bravo, se relacionan con una fotógrafa divorciada y su pequeño hijo. Los dos hombres y la mujer inician un triángulo amoroso que desquicia a los tres.

 

3. “Tres mujeres en la hoguera” (1977) de Abel Salazar

Basada en un guion de Luis Alcoriza y Carlos Valdemar, “Tres mujeres en la hoguera” narra la truculenta historia de Gloria (Maricruz Olivier), mujer madura y lesbiana cuya joven y voluntariosa amante, Susi (Maritza Olivares), se escapa de su dominio cuando viajan a una mansión en la playa y pasan unos días con el millonario Alex (Rogelio Guerra), un depredador sexual que lleva un matrimonio abierto y sin ataduras con Mané (Pilar Pellicer), quien consiente y participa de las aventuras sexuales de su marido.

 

4. “El lugar sin límites” (1978) de Arturo Ripstein

En un pueblo habita un travesti con el nombre de “La Manuela” (Roberto Cobo) que es conocido por todos, está a cargo de un prostíbulo junto con su hija “La japonesita” (Ana Martín).

La Manuela disfruta su vida, y no se puede dejar desapercibido su icónico vestido rojo español, con el que se siente simplemente feliz y es su favorito; adora hacer bailes para los demás y pasar un buen rato.

Sin embargo, su debilidad tiene nombre: Pancho (Gonzalo Vega), pues La Manuela siente una intensa atracción por él, no obstante, el regreso de Pancho hace que se altere por recordar momentos vividos en el pasado que implicaron violencia.

El desastre comienza a ocurrir cuando una noche Pancho solicita a La Manuela para que haga un baile como bien lo sabe hacer, las cosas suben de nivel, y del acercamiento físico y la tensión se conduce a un apasionado besos entre La Manuela y Pancho. Arrepentido y apenado de su acción, Pancho voltea la cara mostrando su lado violento en contra de La Manuela, para descargar su furia.

La historia y el personaje de La Manuela muestran características del cine de Ripstein, donde los protagonistas no son exitosos en sus vidas.

 

5. “Doña Herlinda y su hijo” (1985) de Jaime Humberto Hermosillo

Narrada en forma de comedia, la trama se centra en el joven médico Rodolfo (Marco Treviño), que vive un tórrido romance con el estudiante Ramón (Arturo Meza), en la mojigata sociedad de Guadalajara de los años 80. Doña Herlinda (Guadalupe del Toro), madre de Rodolfo, manipula a éste para que se case con Olga (Letícia Lupercio) y lleve así una vida convencional, según lo que señalan las normas sociales. La interacción entre los cuatro personajes desemboca en una solución insospechada que dejará conformes a los cuatro.

Jaime Humberto Hermosillo, cineasta nacido en Aguascalientes, había abordado con agudeza y sensibilidad desde sus películas anteriores la hipocresía y doble moral de la sociedad mexicana, en películas sobresalientes como “La pasión según Berenice” o “Naufragio”, además de que ya había tocado el tema de la homosexualidad de forma velada en “Las apariencias engañan” y  “El cumpleaños del perro”, cinta protagonizada por Héctor Bonilla y Jorge Martínez de Hoyos, quien según se dice, nunca se dio cuenta de que hizo una película sobre una pareja de amigos homosexuales. Pero Hermosillo iría más allá en “Doña Herlinda y su hijo”, primera película mexicana que aborda de manera abierta una trama homosexual, divertida, ingeniosa y muy atrevida para su época. Estas cualidades la convirtieron en una referencia imprescindible  dentro de la historia del cine mexicano, a pesar de sus limitaciones técnicas y narrativas que a veces rozan el cine amateur. Hay que destacar la participación de la actriz Guadalupe del Toro, madre de Guillermo del Toro, quien participó como productor de esta película.

 

6.  “Y tu mamá también” (2001) de Alfonso Cuarón

Aunque este filme no retrata precisamente una historia de amor homosexual, desemboca en una escena donde ocurre esto, la cual resulta ser la piedra angular de la trama porque es la única ocasión en la que Julio (Gael García) y Tenoch (Diego Luna), mejores amigos, se besan.

Julio y Tenoch son dos amigos inseparables que se cuentan todo, o casi todo, fuman y se la pasan bien; ambos tienen sus respectivas novias. Para contextualizar más, está la presencia de una voz en off.

Las novias solo salen al principio cuando se van de viaje a Europa, haciendo que Julio y Tenoch lo tomen como oportunidad para divertirse aún más.

En una boda por parte de la familia de Tenoch, los amigos conocen a Luisa (Maribel Verdú), una española atractiva que ansía viajar hacia el mar, los amigos le hacen la propuesta de ir, y cuando Luis se entera que su pareja le fue infiel, no dudará en aceptar la invitación de Julio y Tenoch.

El viaje resulta toda una aventura que conllevará diversión, lujuria y enojos para los tres, donde verdades salen a la luz, y después de la escena particular mencionada anteriormente, Julio y Tenoch no volverán a ser los mismos; un cambio radical se presentará.

“Y tu mamá también” fue muy exitoso, considerada emblemática para su generación. Entre algunos de sus premios se encuentra el “Premio de mejor película” y “Mejor director” de los Premios ACE en 2001, y estuvo nominada al Óscar como “Mejor guion original” en 2003.

 

7. “Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor” (2003) de Julián Hernández

Este drama en blanco y negro, muestra como protagonista a Gerardo (Juan Carlos Ortuño), un joven de clase baja que ha dejado su hogar y trabaja en un billar. Sin ambiciones ni metas claras y positivas para su futuro, Gerardo tiene encuentros con hombres con quienes pasa un rato a solas. Su indiferencia hacia ellos como un placer sexual, se ve modificado al conocer en el billar a Bruno (Juan Carlos Torres), despertando en Gerardo un interés más allá que puro placer, y sin conocerlo realmente; cuando el amor llega a primera vista no hay vuelta atrás.

Un segundo encuentro queda dictado para el día siguiente de haberse visto, y la emoción de Gerardo hasta lo hace comprar un disco de “la nena”, canción interpretada por Sara Montiel, y que lo acompañará en sus aventuras y desventuras siguientes.

“¿Por qué no vino?, ¿Para qué me dijo eso entonces?” terminan siendo las quejas de desespero y dolor de Gerardo cuando Bruno no se presentó como habían acordado.

En un apuro por encontrar a Bruno, Gerardo convivirá con otras personas que comparten sus situaciones particulares de desamor.

En 2004, esta película recibió tres premios Ariel: “Premio Ariel a la Mejor Actriz de Cuadro”, “Premio Ariel a la Mejor Coactuación Femenina” y “Premio Ariel al Mejor Sonido”.

 

8. “El cielo dividido” (2006) de Julián Hernández Pérez

Con una deliberada escasez de diálogos, acompañada de música y la pequeña presencia de una voz en off, “El cielo dividido” muestra la pasión entre Gerardo (Miguel Ángel Hoppe) y Jonás (Fernando Arroyo), dos estudiantes que parecen ser inseparables y solo existen ellos mismos, en su propio mundo.

La relación exitosa y sin carencia de afecto físico, se ve dañada cuando una noche los dos deciden ir a un club nocturno, donde una iluminación oscura predomina en las escenas de ese recurrido antro al que acuden varias ocasiones, Jonás conoce a un joven por el cual sentirá un interés atractivo a primera vista, y desde esa noche, no podrá quitárselo de su mente.

Aislado y decepcionado, Gerardo nota claramente el rechazo de Jonás, y entra a un modo de ánimo donde la tristeza y desespero se apoderan de él, pero cae en cuenta que tiene un pretendiente que asiste a la misma escuela, llamado Sergio (Alejandro Rojo), y se va formando entonces una nueva pareja.

Pero cuando el amor es claro y honesto, ninguna tentación podrá superarlo. Jonás se da cuenta de su error, y de lo que verdaderamente siente por Gerardo, pero, ¿Será demasiado tarde para recuperarlo, o habrá una segunda oportunidad?

 

9. “Quemar las naves” (2007) de Francisco Franco Alba

La adolescencia es una etapa confusa y de descubrimiento personal, donde las emociones y gustos flotan de manera inesperada en las personas, y en este caso, está el ejemplo de Sebastián (Ángel Onésimo Nevares), un estudiante de preparatoria en un colegio católico, vive con su hermana y su madre quien se encuentra gravemente enferma reposando en la cama.

A la escuela llega un adolescente de clase baja llamado Juan (Bernardo Benítez), resulta ser rudo y callejero. Los amigos de Felipe no lo aceptan, pero la conexión entre Juan y Felipe fluye de manera natural.

Todo un drama es provocado por las sospechas de Helena (Irene Azuela) la hermana de Felipe, y se abre la puerta a otra controversia, pues existe un momento de duda donde se paso al incesto.

Felipe se encuentra confundido, sus sentimientos hacia Juan son reales, pero no está seguro de huir con él hacia el mar, pues aún se encuentra en un proceso de inseguridades, donde tiene que aprender a tomar decisiones buscando lo mejor para él mismo.

La cinta obtuvo en 2008 un “Premio Ariel a la Mejor Actriz” y otro “Premio Ariel a la Mejor Música Original”.

 

10. “La otra familia” (2011) de Gustavo Loza

Melodrama con tintes de comedia, heredero de las telenovelas mexicanas y que hacía eco del debate legal sobre los matrimonios y la adopción gay, en la Ciudad de México. Dos hombres, Jean-Paul (Jorge salinas) y Chema (Luis Roberto Guzmán), forman una pareja estable que decide hacerse cargo de Hendrix, niño de 7 años cuya madre, Nina, es adicta al crack y se encuentra en proceso de recuperación. Mientras Hendrix se adapta a una vida nueva, Nina logra escapar del centro de rehabilitación y va en busca de su hijo con la ayuda de su amante y dealer Patrick, quien en realidad quiere dar a Hendrix en adopción. La cinta aborda las nuevas estructuras familiares que se gestan en el mundo actual.
 

11. “Todo mundo tiene a alguien menos yo” (2012) de Raúl Fuentes

Filmada en blanco y negro, esta película expone la vida de Alejandra (Andrea Portal) desde su perspectiva. Ella es una editora de libros, mujer arrogante, perfeccionista, madura y exitosa en lo laboral, pero no en el aspecto sentimental, se encuentra desesperada por una rutina y salidas al cine sin compañía, mientras observa a su alrededor felices parejas, porta realmente el sentimiento de “Todo mundo tiene a alguien menos yo”.

Su deseo de tener a alguien al lado es tan determinante que el destino termina poniendo en su camino a María (Naian González Norvind), una adolescente de 18 años, que viene de familia de clase alta, quien, al contrario de Alejandra, resulta ser una persona llena de energía con ambiciones y gustos más liberales.

Esta pareja comienza a conectar y desahogar un vacío interno, mientras se conocen, planean salidas al cine, museos, fiestas y emprenden una situación comprometida con juegos y seducciones, algo que que saca a Alejandra de su zona de confort.

La diferencia de edad y perspectivas de la vida comienzan a tener un efecto negativo en la relación que ambas habían construido, pues Alejandra aún tratando de divertirse un poco más, sigue llevando su papel de madurez, quien quiere tener un mando y ser más responsable. María estaba dispuesta a vivir nuevas experiencias con Alejandra, y salir del circulo amistoso de su misma edad, pero Alejandra comienza a tener una obsesión con tener el control de todo, querer que María se comporte de otra manera y una clara presencia de celos.

La historia va acompañada de citas de canciones y libros, pero que en realidad no son un aporte firme para conocer a los personajes.

Lo que sí hay que valorar de esta cinta, es la disposición por haber presentado una pareja lésbica abiertamente y sin ser criticada, la devaluación de la pareja no se debe a su homosexualidad, sino a la diferencia de edad e ideas que bien le puede suceder a cualquier otra pareja.

 

12. “Quebranto” (2013) de Roberto Fiesco

“Quebranto” es un documental sobre la actriz transgénero Coral Bonelli, quien cuenta cómo fueron sus inicios de artista, comparte aspectos acerca de su vida, y en compañía de su madre Lilia Ortega, también actriz, resulta ser la mejor testigo para relatar sucesos de su hija Coral.

Para llegar a su salto a la fama, todo comenzó cuando Coral de pequeña hacia imitaciones de Raphael, el cantante español, no obstante, en ese entonces Coral usaba su nombre de bautizo: Fernando García Ortega, su transformación no sería hasta muchos años después.

En su niñez, Coral recibió un nombre artístico que sería muy reconocido, este es “Pinolito”, y de acuerdo con Lilia, se lo adjudicó Francisco Gómez, porque mencionó que Fernando sería un niño que “echaría unas raíces enormes”.

Pinolito llegó a pisar el mundo del séptimo arte, donde hizo reconocidas interpretaciones en las cintas de “Fe, esperanza y calidad” (1974) y “El hijo de los pobres” (1975).

Cuando Coral se sintió segura de su transformación, fue directa con su madre, quien en el documental relató que para ella fue un golpe duro, sorpresivo, pero no dudo en mostrar su apoyo, estaba consciente que a las personas transexuales usualmente se les ofende o trata con violencia, y no quería que su hija sufriera, “si el sufre, yo sufro”.

Este documental es muy rico en fotografía, música y contenido. Actualmente también sirve como conmemoración para Coral Bonelli, quien desgraciadamente falleció el cinco de mayo de 2019, debido a la diabetes.

Coral será recordada por sus dotes artísticos, y por ser una defensora de los derechos de la comunidad LGBT.

 

13.  “En donde chocan las olas” (2013) de Abraham Miranda

Los aportes de esta película al cine nacional son nulos, no hay un reconocimiento, ni mucho que decir, pero sí es abierta al abordaje de la comunidad LGBT.

En la historia se encuentra Mario (Saúl Mercado) un contador mexicano que viaja a Acapulco por asuntos de trabajo, y donde se hospeda en un atractivo hotel, pero alejado de personas ruidosas. A quien sí encuentra es un empresario de origen libanés llamado Basil (Javier Noriega), y aún seguro de su homosexualidad, está casado con una mujer solamente para ganar en las apariencias y evitar habladurías de los demás.

Mario por su parte tiene aún inconformidad por mostrar realmente su orientación sexual, pero Basil tratará de animarlo, eso sí, en su primer de noche de haberse conocido, la pasión no se deja atrás.

Lo que refleja esta pareja es una constante lucha contra inseguridades, miedos y el enfrentarse a los comentarios negativos de la familia y sociedad, para poder conseguir esa felicidad anhelada.

 

14.  “Cuatro lunas” (2014) de Sergio Tovar Velarde

Cuatro historias y situaciones peculiares se exhiben en este filme, donde la homosexualidad es la patente a resaltar, mostrada en diferentes edades de la vida.

Dividido como las fases lunares, se comienza con “luna nueva”, donde los protagonistas son dos niños que acarrean una buena relación familiar, pues son primos. Mauricio (Gabriel Santoyo) y Oliver (Sebastián Rivera) asisten a la misma escuela y pasan su tiempo libre jugando video juegos. Mauricio comienza a percatarse que lo que siente por su primo se está convirtiendo en una atracción, y proveniente de una familia católica, en la que su padre no está de acuerdo con que realice tareas de hogar, nervioso se confiesa en la iglesia preguntando “¿Es pecado ser homosexual?”, Mauricio logra tener un acercamiento con Oliver, pero las cosas no resultan a su favor.

“Cuarto creciente” es la segunda historia. Fito (César Ramos) y Leo (Gustavo Egelhaaf) fueron amigos desde pequeños, se distanciaron, pero vuelven a encontrarse en la universidad, y el gusto de estar reunidos de nuevo es emocionante. Una noche, donde los dos amigos se encuentran a solas, se desata un punto honesto de ambos, pues su amistad pasa a convertirse en una atracción e interés amoroso. Todo fluye bien, sin embargo, Leo aún no está seguro que su secreto salga a la luz. Ese inconveniente desligará disgustos entre la pareja, ¿será posible que sus problemas tengan solución y puedan vivir plenamente sin esconder su homosexualidad?

Con una relación ya formal, en “luna llena”, el espectador será testigo de la relación amorosa entre Hugo (Antonio Velázquez) y Andrés (Alejandro de la Madrid), dos adultos jóvenes que han vivido juntos durante 10 años. Los errores e infidelidades al final pueden resultar dolorosos, justo lo que sucede con Hugo. Engaña a Andrés con otro hombre porque no tiene deseo alguno de tener relaciones sexuales con él, pues se excusa al decir que Andrés no actúa lo suficientemente masculino, como a Hugo le gusta.

Andrés se niega a dejar a ir a Hugo, su amor por él es inmenso y no está dispuesto a aceptar un dolor en el corazón, pero todo tiene límites, y Andrés aprenderá a quererse a sí mismo antes que a Hugo.

Por último, la etapa de la vejez en “cuarto menguante” es el punto central. Joaquín (Alonso Echánove) es un adulto mayor, con una familia formada, para él aún no es tarde vivir su placer de pasar tiempo junto con un hombre, es entonces cuando conoce a Gilberto (Alejandro Belmonte) un hombre joven con ganas de obtener dinero para cruzar la frontera y reunirse de nuevo con su mujer y su bebé.

Joaquín no pierde la oportunidad de estar junto con Gilberto cada que puede, y aunque el interés de Gilberto es solo económico, no hay duda la aparición de pequeños sentimientos.

“Cuatro lunas” deja en claro que la homosexualidad se presenta a todas las edades, la familia, amigos y sociedad no siempre están dispuestos a aceptar a una persona gay, pero al igual que todas las parejas, el amor está en subidas y bajadas.

 

15. “Carmín tropical” (2014) de Rigoberto Perezcano

Un sensual y atractivo “muxe”, nombre que se le adjudica a un hombre en la cultura zapoteca con preferencia de asumir un rol femenino, ya sea por su forma de vestir, física, sexual, personal y social, llamado Mabel (José Pescina), residía en Juchitán, un pueblo ubicado en el estado de Oaxaca, tomó la decisión de irse para convertirse una cantante de cabaret.

El regreso de Mabel a Juchitán es por un motivo desalentador y dolorosamente trágico: el asesinato de su mejor amiga “Daniela”, quien recibió 27 puñaladas en la espalda (Sharon Celeste Conde Villalobos), el propósito será resolver aquel tormentoso crimen.

El pueblo de Juchitán se caracteriza por su clima caliente, donde las cervezas son una rápida manera de ahuyentar un poco el cálido clima, y las hamacas para acostarse forman parte de la vida de los habitantes.

No todo es tan malo, pues Mabel se vuelve a reunir con dos amigas a las que aprecia cariñosamente, Darina (Juan Carlos Medellín) y Faraón Morales (Everardo Trejo). Un interés amoroso se asoma en esta historia, cuando Mabel conoce a Modesto (Luis Alberto), un agradable y apuesto taxista.

Las desventuras de este filme, con inclusión de fotografías, flashbacks, planos largos, y tristeza, demuestran un melancólico thriller, donde la violencia contra las personas transexuales pagan por personas que no las acpetan, la muerte es sin duda un tema a tratar en esta película, al estilo del cine negro.

 

16. “El baile de los 41” (2020) de David Pablos

Contextualizada en el Porfiriato, esta historia está basada en un suceso histórico ocurrido la noche del 17 de noviembre de 1901, en donde 42 hombres se vieron involucrados en una fiesta clandestina de homosexuales; unos portaban voluptuosos y elegantes vestidos, y los demás vestían finos trajes de gala.

Alfonso Herrera interpreta a Ignacio de la Torre, quien recientemente contrajo matrimonio con Amada Díaz (Mabel Cadena) y tiene aspiraciones para futuro en la política de México, el ser yerno de Porfirio Díaz puede abrirle más las puertas, aunque en realidad no es tan sencillo.

El secreto de Ignacio sale a la luz para el espectador cuando comienza a convivir y sentir atracción por Evaristo Rivas (Emiliano Zurita). El nivel de pasión de esta pareja cada vez crece más hasta llegar a ser tan fuerte como un amor verdadero.

Andar con cuidado es el pan de cada día de Ignacio, pues ser yerno de Porfirio Díaz lo tiene expuesto a una sociedad que no acepta y denigra a la homosexualidad, pero su frialdad con Amada da pasos de sospecha para la joven.

En esta película donde se viven sentimientos de amor, felicidad, desamor y violencia, expone un momento histórico resaltante, pues dio paso por primera vez a que los medios de comunicación hablaran sobre la homosexualidad en México.


…Y el pilón

“Puños rosas” (2004) de Beto Gómez 

“Puños rosas” cuenta la historia homosexual entre un boxeador y un sicario en el norte de México. Germán Corona (José Yenque) es un pistolero de la mafia fronteriza. Sin embargo, comienza a sentir hartazgo de su rutina y de convivir con una mujer a la que no ama. Por su parte, Jimmy Morales (Rodrigo Oviedo) es un solitario y joven boxeador que a la vez se dedica a embalsamar cadáveres en la funeraria familiar, que es muy concurrida por el hampa local. Los dos hombres se conocen e inician una relación homoerótica que los sorprende.

Ambientada en los baos fondo fronterizos, los estereotipos del macho mexicano son encarnados aquí en las figuras de un asesino y de un boxeador. El director Beto Gómez  juega con ellos para dar un giro de 180 grados en una historia que rompe con los lugares comunes del cine mexicano de acción y crimen. Cuenta además con las actuaciones de Isela Vega y Jesús Ochoa.

 

***

Buenas o malas, estas películas resaltan por exhibir a la sociedad mexicana historias con protagonistas pertenecientes a la comunidad LGBT+. El cine sirve para mostrar realidades y no solo ficción, y hasta en ocasiones como bien se dice, la realidad supera a la ficción.

Incluir a personajes homosexuales en las películas ha sido un proceso de aceptación para algunos espectadores, y aún en la actualidad lo es. El cine cada vez es más incluyente con sus personajes homosexuales, y los actores que los han interpretado, demuestran una realidad honesta. Los personajes de comunidad LGBT no deben dejarse por un lado.