Por Leticia Carrillo

Frescura,
novedad y espontaneidad, son las palabras que mejor describen a Oveja negra y al
equipo de producción de esta ópera prima comandados por el director de la
película, Humberto Hinojosa Ozcariz.

Oveja negra
convenció tanto a los espectadores como a la prensa extranjera acreditada en el
festival, quienes le otorgaron los Premios del Público y FIPRESCI. Al
anunciarse los reconocimientos, Hinojosa Ozcariz dijo “la oveja está haciendo
muchos amigos”.

Y es que esta
historia ambientada en un entorno rural se centra sobre la amistad
incondicional entre Kumbia y José, dos pastores encargados del cuidado de los
borregos propiedad del papá de Gerónimo, acérrimo enemigo de José con quien se
enfrenta por el amor de María, una bella, voluntariosa e interesada adolescente
que visita, de cuando en cuando, el pueblo de los muchachos.

En entrevista
con Correcamara.com el director externó su opinión sobre los reconocimientos
que le fueron otorgados a su primer largometraje: “Estoy sorprendidísimo y
contentísimo de ganar el Premio de Público, que es uno de los más bonitos
porque es quien finalmente consume lo que hacemos y vimos que si les gustó y funcionó
con ellos. Y el premio de la prensa internacional es la mirada objetiva de los
periodistas que ven con ojos muy claros, desligados de la escena y el medio
nacional”.

Humberto
Hinojosa consideró que la película obtuvo tan buenos resultados en Guadalajara
por la honestidad y el compromiso que con la película tuvo todo el equipo de
producción y porque hicieron “algo diferente: filmar en locaciones nuevas,
tener una historia distinta a la habitual. Sí hay muchos elementos que le dan
un respiro a lo que es ahora el cine, el esquema de Oveja negra es distinto, no
veo otra película que se le asemeje en cuanto a cómo está contada, al ritmo, a
los actores, a la música, al tema. Son cosas diferentes puestas en una película
donde la premisa de la historia es la amistad”.

Sin embargo,
el cineasta expresó que a pesar de sentirse “muy realizado” con los premios, su
socio, Juan Pablo García y él no planearon hacer una película para festivales
sino una que les gustara a todos y de la cual, se sintieran orgullosos pues de
los contrario, se hubieran visto limitados o presionados por satisfacer a los
jurados.

Asimismo,
describió la experiencia de estar en Guadalajara como “muy enriquecedora y
nueva” para él y los actores que lo acompañaron al encuentro fílmico.

Acerca de por
qué escogió este tema, el realizador indicó que para que la película “le
llegara a más gente y que quedara bien” la tenía que hacer sobre un tópico que
le fuera cercano y éste fue el de la amistad.

En cuanto a
ambientar la historia en el campo Hinojosa Ozcariz destacó el conocimiento que
tenía de las locaciones, ubicadas en Malinalco, Estado de México, y las
facilidades dadas por las autoridades y los habitantes del pueblo para la
filmación: “era como tener a todo el pueblo a favor de la película, había
señoras que diario nos preguntaban cuándo nos podían traer a sus hijos para que
salieran como extras”.

Además, el
realizador dijo que quiso centrar la historia en un lugar “que enriqueciera la
vista” pero que permitiera que el espectador se concentrara en los personajes.

De esta
manera, la producción se “recluyó” durante seis semanas en Malinalco para hacer
la película “que nosotros queríamos, “no hubo nada de presión, lo hicimos a
nuestro tiempo, disfrutando, tranquilos, todos nos divertimos y acabamos siendo
muy amigos”, concluyó el director de apenas 28 años.

Oveja negra se
estrena, de manera escalonada en el país, con 60 copias este 29 de mayo.
Distribuye Gussi-Artecinema.